Los protagonistas son un vagabundo, una señora y un hombre de negocios. Sin embargo, nada es lo que parece.
“French Roast” es un cortometraje de animación/comedia que ha conseguido numerosos premios en festivales como el de Cannes o Sundance, también estuvo nominado a los Oscar en el año 2010, en la categoría “Mejor Corto Animado”. Su autor es el escritor y director, Fabrice O. Joubert, quien tiene larga experiencia en el mundo de la animación dado que ha trabajado con el estudio de cine Dreamworks, en películas como “La ruta hacia el Dorado”, entre otras.
En 8 minutos, tus estudiantes podrán situarse en la ciudad de París para ver cómo un hombre de negocios no puede pagar su café y, mientras busca una solución, se lleva grandes sorpresas y enseñanzas.
“French Roast” tiene muchas lecturas y puede ser una buena fuente de enseñanza para entregar a los/as alumnos/as. Ofrece, además de una entretenida historia, una oportunidad para educar en valores; algo muy necesario para que los/as estudiantes sepan que acciones como la solidaridad, generosidad o empatía, deben ponerse en práctica todos los días.
En este cortometraje vemos personajes como un vagabundo, un hombre de negocios y una señora.
Todo inicia en un café de París, mientras un vagabundo se encuentra pidiendo y recogiendo dinero en las afueras, al interior se ve un hombre de traje y corbata tomando un café; muy indiferente a lo que pasa a su alrededor. De pronto, el vagabundo irrumpe en el café pidiendo limosna y se acerca a la mesa del hombre, pero este le niega la ayuda con un gesto despectivo.
Luego, al momento que debe pagar el café, el hombre se da cuenta que no trae la billetera con él. Aquí empiezan las enseñanzas de este cortometraje educativo.
En lugar de pedir ayuda o explicar la situación, el hombre –debido a su orgullo– prefiere seguir pidiendo más y más café. Sin ver solución a su problema, pasa la noche sentado en el café parisino, mientras el mesero del lugar lo comienza a mirar con desconfianza.
Al pasar el rato, ingresa en el lugar una señora de aspecto indefenso y tranquilo. Ella se sienta y queda dormida con su bolso al lado. En ese momento y al ser un nuevo día, ingresa el mismo vagabundo al café para pedir dinero. El hombre de traje le niega el dinero, pero, al momento de pedirle a la señora, el vagabundo recibe un billete de gran cantidad.
Entre toses y moscas, el vagabundo de aspecto descuidado se aleja del café. Sin embargo, el hombre, al notar que la señora portaba una gran cantidad de dinero en su bolso se acerca más y más a ella; ya que, en ese dinero, ve la solución a su problema.
La señora que permanecía durmiendo en la mesa al lado del hombre, se para y va al baño del lugar. ¡Aquí es donde el hombre ve su oportunidad!
Al momento de tomar el bolso y abrirlo, el hombre se espanta ya que un carro policial para enfrente del café. Al ver eso el hombre disimula y toma más café. El policía entra al lugar y deja en la pared un anuncio de “se busca”, para capturar a un conocido ladrón. Ya es de noche otra vez, el mesero presiona al hombre para que pague y la señora continúa en el baño.
Al verse sin salida, el hombre mete las manos en la cartera de la señora y, al sacar el dinero, saca una máscara que corresponde al ladrón buscado. El mesero, que ve al hombre con la máscara, despierta al policía y lo culpa de ser el hombre buscado.
Todo se complica, el policía se tropieza y empuja al vagabundo –quien deja caer lo recaudado–, el mesero se asusta, el hombre está desconcertado y la señora sale del baño y descubre la situación.
La señora, mientras el policía estaba en el piso, sale rápidamente del café. El mesero y hombre se miran, y este último irrumpe en llanto al estar en un gran problema y no saber qué hacer. El vagabundo, que recogía lo que se había caído al piso, paga la cuenta del hombre con el dinero que le dio la señora.
¿Apariencias? A veces los que parecen confiables, no lo son tanto; mientras que los más humildes, son estupendas personas.
Una gran pieza audiovisual para desarrollar en el aula, que ayuda a trabajar la expresión de emociones, el lenguaje corporal, los valores, las inferencias y mucho más; a través de entretenidos personajes.
¿Por qué juzgar? Las dudas que podrás generar en tus estudiantes podrían ser significativas para su enseñanza, todos/as se fijarán en distintas cosas dependiendo de sus personalidades, formas de vida y experiencias; al igual que los personajes. La desconfianza, la solidaridad, la generosidad o la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona son los temas que se pueden tratar. Además, de lo que significan las apariencias y cómo nos determinan si nos dejamos llevar por ellas.
Este cortometraje, “French Roast”, cuenta con una historia sencilla, espontánea y divertida. Presenta lo que puede pasar en lo cotidiano, como cuando se ignora a aquellas personas que llegan a pedirnos dinero u olvida la billetera en casa; el cortometraje busca la reflexión y el mensaje que se encuentra detrás de todo, potencia la solidaridad hacia los/as demás.
Muy interesante las pausas creo que colabora con que las clases no sean tan nonótonas y además ayudan a los y las estudiantes a ser particípes con creatividad en su proceso
educativo.
Me encantó este cortometraje, donde muchas veces juzgamos por las apariencias de los demás, gran trabajo, felicitaciones.