En el pelo, en los deportes, en los videojuegos, en la comida… esta ciencia está en todas partes y el matemático y profesor Juan Sabia lo comprobó respondiendo con creatividad, las ingeniosas preguntas de un pequeño niño llamado Marcos.
Juan Sabia nació en Buenos Aires, es Doctor en Matemáticas y actualmente trabaja como profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires. Aunque Sabia ha escrito varios libros, entre esos una novela para niños y unos cuentos para adultos, Matemáticas hasta en la sopa es su primera propuesta de divulgación matemática para niños. El libro, ilustrado por Pablo Picyk, es maravilloso y cuenta la historia del autor y un niño de ocho años llamado Marcos.
La historia comienza cuando la sobrina de Juan le pide cuidar a su hijo Marcos durante toda una tarde.
Mientras Marcos y su madre suben por el ascensor hacia la casa de Juan, él puede oír cómo el pequeño Marcos suelta frases como: “nada para hacer”, “matemáticas” y “aburrido”. En ese momento, Juan se propone pasar una tarde única con Marcos, enseñándole que aunque parece aburrida, la matemática en realidad está en casi todo lo que hacemos de forma cotidiana.
Lo que hace Juan con ilustraciones y explicaciones muy didácticas es justamente lo que todo padre y profesor debería hacer al enseñar matemáticas, porque más allá de las fórmulas y los números en sí mismos, los niños tienen que interiorizar que aprender esta ciencia formal es entender muchas de las cosas que suceden en el entorno, pues tal como lo plantea el libro, las matemáticas están presentes en los juegos, en las compras, en la comida, en el pelo… las matemáticas están presentes hasta en la sopa.
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Veamos cómo esa tarde que estuvieron juntos, Juan respondió algunas preguntas que Marcos formuló, logrando así evidenciar, de una forma pedagógica y muy entretenida, la presencia de la matemática en su cotidianidad. Seguro te servirán para motivar a tus estudiantes con esta asignatura.
Marcos preguntó: ¿hay cuentas en los videojuegos?…
De hecho sí. Quienes diseñan videojuegos crean imágenes que responden a ciertas instrucciones que da un jugador. Tal como funciona una calculadora cuando marcas 2+2 y ésta responde 4, cuando se aprieta el botón de un videojuego, el personaje realiza cierta acción. Además, si el personaje corre y lo haces saltar, su imagen describe una línea curva en el aire que está dada por una fórmula matemática. Pero no sólo eso… cuando el personaje del videojuego salta, frena, gira e incluso cae por un precipicio, hay cuentas que el programa realiza sin que nos demos cuentas. Todos los resultados dentro de un videojuego se dan por el cálculo de varios factores como la fuerza o el ángulo.
¿Hay matemáticas en los deportes?
Para decidir quién gana un partido, casi siempre se hace el conteo de algo como los goles en fútbol, las carreras en béisbol, los puntos en básquet o los golpes en golf (handicap). En otros deportes como el tiro de jabalina y el salto en garrocha se puede medir la distancia, en carreras de auto se puede medir el tiempo y en el levantamiento de pesas se pueden medir los kilos. Además, si además de un partido hay un campeonato, los número aparecen de nuevo para definir quién avanza, quién se queda, quién pierde y quién gana.
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¿En qué se parece un billete a la palabra perro?
La palabra “perro” encierra a todos los perros que se nos pueden ocurrir. Todos pensamos en los mismo cuando nos dicen esa palabra y los mismo sucede con los billetes. Un billete de determinado monto es una pieza de papel que representa un valor y lo que se puede comprar con este valor. Juan dice que es como si dentro de una bolsa gigante estuvieran todas las cosas que valen 1000 pesos en pequeño paquetes y un billete de 1000 pesos te permitiera sacar el paquete que más te conviene. Este concepto, dice el profesor es muy usado en matemáticas y se dice que el billete es un “representante” de todos esos paquetes que están dentro de la bolsa. A lo largo de la historia, esto de medir el valor de las cosas a través de objetos y materiales ha sido muy común; en China por ejemplo, se utilizaba el caparazón de un caracol marino, los Mayas usaban la sal como moneda y los mercaderes griegos y los romanos usaban la pimienta.
¿Por qué los huevos se venden por docenas?
En la antigüedad las cosas se vendían por cantidad, luego apareció la balanza y los comerciantes empezarona vender las cosas por peso, excepto algunas cosas como los huevos. ¿Por qué? Porque al ser tan frágiles, era difícil pesarlos sin romperlos. Pero, ¿por qué por docenas? Además de la costumbre, porque el número 12 puede ser dividido de forma exacta por 2, 3, 4, 6… es un número divisible por muchos números, lo que facilitaba mucho más las cosas. Ahora hacer cuentas es sencillo gracias a las calculadoras, pero antes era más complejo y por esta razón se utilizaban números que se pudieran dividir por partes iguales… como el 12.
¿Hay dos personas con la misma cantidad de cabello?
Una persona promedio tiene 150.000 pelos en la cabeza, número que varía según la persona y la edad. Lo que sí está claro, dice Juan, es que ninguna persona puede llegar a tener más de 200.000 pelos. ¿Y qué se puede determinar matemáticamente con este dato? Que en una ciudad donde hay más de 200.002 habitantes, habrá por lo menos dos personas que tengan la misma cantidad de pelos. Esto es porque las posibilidades capilares son: no tener ningún pelo, tener un pelo, tener dos, tener tres… así hasta llegar al máximo de 200.000 pelos. Esto significa que hay 200.001 posibilidades para todos los habitantes (desde 0 hasta 200.000). Como en la ciudad hay por lo menos un habitante más que posibilidades, es imposible que todos los habitantes tengan distinta cantidad pues no hay suficientes posibilidades. Entonces… ¡hay por lo menos, dos habitantes con igual cantidad de pelo!
¿Cuánto papel se necesita para tocar la luna?
Una pregunta que cualquier niño quisiera hacer… Juan responde a Marcos de la siguiente forma: si doblas una hoja de papel por la mitad, la vuelves a doblar y la sigues doblando, el grosor del papel aumentará muy rápido. Al séptimo doblez, por ejemplo, el grosor será como el de un libro de 256 páginas. Si el papel es de buena calidad, al doblarlo siete veces, el papel alcanzaría unos dos centímetros y medio de alto. En el doblez número 41, el alto sería entonces de unos 429.496 kilómetros, más de los 384.400 kilómetros que nos separan de la Luna. Entonces, bastaría con doblar una hoja 41 veces para tocar a la Luna y sobrarían más de 35.000 kilómetros de papel que alcanzaría para darle tres vueltas completas. ¿La mala noticia? Que un papel no se puede doblar tantas veces… en algún momento se creyó que 8 era el máximo hasta que en 2012, unos estudiantes lograron el récord al doblarlo 13 veces… aunque para lograrlo usaron una tira de papel higiénico de 16 kilómetros.
¿Cuántos fideos hay en un plato de sopa?
Para responder esto podríamos sacar los fideos y contarlos uno a uno, sin embargo, Juan utiliza una vez más la matemática para enseñarle a Marcos a hacer una estimación. Para esto lo primero que hay que hacer es verter la sopa en un vaso medidor de cocina para medir la cantidad de sopa. Luego se debe mezclar bien la sopa para que los fideos se distribuyan de la forma más pareja posible. Después se debe tomar una muestra pequeña de la sopa… puede ser en un vaso de 10 mililitros (aquellos que sirven para tomar jarabes medicinales). Una vez hecho esto, el cálculo se puede hacer: si en 10 mililitros encuentras 8 fideos, por ejemplo, en 100 mililitros (10 veces más) habrá aproximadamente 80 fideos. Entonces, si el plato tiene una capacidad de 400 mililitros (4 veces más), habría alrededor de 320 fideos. No será un resultado exacto, pero al menos tendrás un aproximado.
¿Listo para hablar de todas estas preguntas con tus estudiantes? También pueden resolver otras como: ¿qué es un año luz?,¿qué información dan los números en las calles?, ¿es lo mismo un litro que un kilogramo? y ¿cómo se calcula la probabilidad de lluvia?
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