Con estos gráficos, tus estudiantes podrán representar de forma visual los conceptos, un método muy útil para generar aprendizaje.
Un mapa conceptual es un plano gráfico que facilita el orden de la información. Para ello, se organiza a través de palabras clave que van desde un punto central (donde están las más importantes) hasta los extremos. Luego, para orientar y entender ideas, se unen por líneas y flechas.
Sirven para facilitar la tarea de organizar los conceptos y relacionarlos, de tal manera que es más fácil para los docentes elaborar esquemas claros, que estructuren los contenidos a impartir en el aula. Además, le permite a los alumnos dar forma a los contenidos que tienen que trabajar.
Son muchas las ventajas de los mapas conceptuales. Si se usan bien permitirán a tus alumnos/as aprender y memorizar los principales conceptos de un tema.

El mapa conceptual se puede hacer de diversas formas, según el interés. Puedes hacerlos con cuadros más grandes o con letras de mayor tamaño, si el concepto representado es más importante; siempre yendo de un centro hasta los extremos o laterales. Todo dependerá de cómo les resulte más a tus estudiantes para el posterior estudio.

La finalidad de los mapas conceptuales es la representación del conocimiento organizado. Por eso, debes abordar de ideas principales enfocadas en un cuadro sintético que resulte agradable a la vista y provoque impacto visual, para que sea ameno en su lectura y se asimile con facilidad la información.
Con este método tus estudiantes podrán, a partir de una idea principal, desglosar un tema en pequeñas ideas para fines de compresión. ¿Qué otros métodos utilizas tú?