Conocer las principales características de la población escolar migrante constituye un elemento básico para avanzar hacia un sistema educativo que reconozca, respete y valore la diversidad cultural. Eso buscamos con este análisis que realizamos en 2019.
En los últimos 29 años, Chile ha registrado un acelerado aumento de la migración internacional. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, en abril del 2017 la población inmigrante residente en el país llegó al 4,4%, aunque lo que más llama la atención no es el porcentaje total de población inmigrante, sino su acelerado crecimiento durante los últimos años. A modo de ejemplo, el 66,7% de los inmigrantes residentes llegaron a Chile entre los años 2010 y 2017, y el 61% de estos casos se concentraron entre los años 2015-2017; eso a pesar de que solo se tiene registro hasta abril del 2017.
Por su parte, una investigación publicada por el Banco Central, estima que el porcentaje de población inmigrante podría haber llegado al 5,9% en diciembre del 2017. Para los autores de dicha investigación, el aumento registrado en los últimos años hizo que Chile pasara de ser un país con baja inmigración, para estándares internacionales, a uno en que el porcentaje de extranjeros residentes supera el promedio mundial (3,4%).
Junto a este incremento, se ha generado una importante diversificación del perfil migratorio, la que se ha caracterizado por la incorporación de nuevas nacionalidades y un aumento de la población migrante cuyo idioma de origen difiere al español.
Con la intención de conocer los nuevos alumnos que han llegado a Chile, durante el año 2019 Elige Educar analizó la base de datos de la “Matrícula única oficial 2018 por estudiantes con variable de nacionalidad”. El objetivo fue caracterizar la población escolar migrante en Chile respecto a su ubicación, distribución y origen geográfico.
Los resultados, publicados en el documento “Aula Maestra: Estudiantes Migrantes en Chile”, muestran la magnitud del fenómeno migratorio.
Este análisis también refleja la necesidad de orientar los esfuerzos en establecimientos educativos municipales, que se ubiquen en la zona norte y centro del país, que es donde más se concentra la comunidad migrante del país.
Durante el año 2018, el sistema escolar chileno recibió 114.325 estudiantes de origen extranjero, lo que representa un 3,2% de la matrícula total del sistema. Se trata de un perfil predominantemente masculino (54,1%) y que tiende a concentrarse en establecimientos municipales, mucho más que los estudiantes chilenos (56,9% v/s 33,5%).
La matrícula 2018 de estudiantes extranjeros se distribuye desigualmente y tiende a concentrarse en cuatro regiones de Chile, dos situadas al norte del país y dos en el centro. Las regiones con mayor número de estudiantes migrantes a nivel nacional son: Metropolitana (61,2%), Antofagasta (11,5%), Tarapacá (7,3%) y Valparaíso (4,4%).
En cuanto a los niveles educativos, los estudiantes migrantes se distribuyen de manera similar a los estudiantes chilenos, aunque llama la atención un mayor grado de participación en educación de adultos (8,8% v/s 3,7%).
Estudiantes venezolanos, haitianos, peruanos, colombianos y bolivianos dominan la matrícula de 2018.
Históricamente se ha observado un predominio de países que limitan con Chile, sin embargo, esta situación cambió considerablemente en los últimos años producto de los nuevos flujos migratorios. De acuerdo con la matrícula 2018, los estudiantes migrantes provienen principalmente de cinco países: Venezuela (26,9%), Haití (18,2%), Perú (16,1%), Colombia (15,1%) y Bolivia (14,2%).
El grupo de estudiantes venezolanos se ha caracterizado por ser uno de los más recientes en llegar al país. Entre las características analizadas en “Aula Maestra: Estudiantes Migrantes en Chile”, se puede destacar que estudian en escuelas urbanas (98,2%) y se concentran en establecimientos educativos ubicados en la Región Metropolitana (71,0%). En cuanto al tipo de dependencia administrativa, los estudiantes se concentran en establecimientos municipales (58,5%) y particulares subvencionados (36,7%).
En tanto, entre los estudiantes haitianos llama la atención el porcentaje de estudiantes matriculados en educación de adultos: 30,9%. En orden de prevalencia, los estudiantes haitianos se concentran en educación básica (46,2%), educación de adultos (30,9%), educación inicial (12,1%) y educación media (10,9%).
En el grupo de migrantes, una de las nacionalidades más consolidadas en el tiempo es la peruana. Se concentra predominantemente en la Región Metropolitana, en un 75,8%. Respecto al nivel de enseñanza el 64,2% de los estudiantes están matriculados en enseñanza básica, el 20,9% en educación media y un 12,9% en educación inicial. La matrícula en educación de adultos llega al 2,0%.
Mientras venezolanos, haitianos y peruanos se concentran con más del 70% en la Región Metropolitana, los estudiantes colombianos lo hacen en menor proporción debido a que aumentan su presencia en otras regiones como Antofagasta.
Algo similar pasa con los estudiantes bolivianos, debido a que se concentran en tres regiones del país: Antofagasta (35,1%), Tarapacá (32,2%) y la Metropolitana (14,7%). La alta concentración de estudiantes en las regiones de Tarapacá y Antofagasta, podría atribuirse a que Chile limita al norte con Bolivia
Tras analizar estos datos, estamos más conscientes que nunca sobre el proceso migratorio y su multidimensionalidad, y cómo puede generar importantes efectos a nivel personal y colectivo, con alta relevancia social. Desde esta perspectiva, conocer y comprender las principales características de la comunidad estudiantil migrante debe ser un imperativo moral para quienes se desempeñan en el ámbito social y educativo.
Si quieres revisar la información completa de este estudio, descarga “Aula Maestra: Estudiantes Migrantes en Chile”.
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