En caso de que las condiciones actuales de atracción y retención docente se mantengan, este déficit impactará directamente en el proceso de aprendizaje de miles de alumnos.
Un estudio desarrollado por Elige Educar plantea que para el año 2030 se espera que haya un alto déficit de profesores idóneos en zonas rurales de Chile. La cifra es de 1.605 profesores idóneos en establecimientos rurales, ubicados en sectores que presentan una mayor tasa de pobreza; una tasa de retención docente más baja; una elección limitada de escuelas para las familias; y donde los mayores de 15 años presentan menos años de escolaridad y una mayor tasa de analfabetismo en comparación a las zonas urbanas.
En nuestro país, –considerando datos a 2019–, existe un 19% de horas de clases impartidas en el sistema escolar rural que no son realizadas por docentes idóneos a un total de 275.256 estudiantes que asisten a este tipo de establecimientos. Hasta el año pasado, existía un déficit de 271 docentes idóneos en escuelas rurales.
Para 2025, en caso de mantenerse las condiciones de atracción y retención, se proyecta un déficit de 907 docentes idóneos en todos los niveles de enseñanza, el que aumentaría a 1.605 al año 2030.
Dicho de otro modo, en las zonas rurales, la proporción del déficit se duplicaría al 2025 y se cuadruplicaría al 2030
A nivel nacional, las regiones más afectadas por el déficit de profesores idóneos en establecimientos rurales a 2030 serían Tarapacá, Antofagasta y Atacama. En esta línea, en los próximos 10 años harían falta cerca del 13% de los docentes que se necesitarán en sectores rurales. De ellos, 13% serían profesores de asignaturas transversales –como Inglés, Tecnología y Música–, 17% de Educación Media y un 70% de Educación Básica.
Ante ese contexto, Elige Educar, Fundación EducAraucania, Fundación Educacional Arauco y Fundación 99, plantean los siguientes desafíos:
1. Atracción y retención docente
Para enfrentar la retención docente en establecimientos rurales, se sugiere reducir el número de años necesarios para avanzar en la carrera docente para aquellos docentes que trabajan en lugares de mayor dificultad. Esto haría más atractivo el ejercicio en dichos contextos y fomentaría su retención. En particular, se propone acelerar la carrera docente, reduciendo en un año el tiempo que debe esperar un docente para volver a evaluarse.
Lo anterior se define en dos modalidades, según nivel de vulnerabilidad de los establecimientos y el tramo en el cual se encuentren los docentes:
- Para aquellos que se encuentren en el tramo Inicial y Temprano y que se desempeñan en establecimientos con un 60% y 80% de sus estudiantes clasificados como beneficiarios prioritarios de acuerdo a la Subvención Escolar Preferencial (SEP).
- Para aquellos que se encuentren en el tramo Avanzado o Experto I y que se desempeñen en establecimientos con entre un 60% y 100% de sus estudiantes clasificados como beneficiarios prioritarios de acuerdo a la SEP.
Además, se propone acompañar esta política permitiendo a los sostenedores el pago de un bono de relocalización docente, por una sola vez y financiado por medio de la Subvención Escolar Preferencial, para incentivar la movilidad desde zonas con menor déficit a zonas con uno mayor. Esta propuesta se vuelve aún más relevante en un contexto donde no existen oferta académica de todas las pedagogías.
2. Formación de profesores
Uno de los mayores desafíos es poder entregar herramientas para el desarrollo de la carrera docente, colaborando desde su formación inicial, como también en el acompañamiento en la docencia rural, para que en su gestión y práctica en el aula y escuela, estén acordes a su contexto, con todas las competencias necesarias.
En ese sentido, es primordial la participación de universidades que diseñen cursos para desarrollar competencias iniciales en docentes para desempeñarse en estos ambientes, con jornadas de perfeccionamiento y actualización docente, y de igual modo, docentes multigrado que postulen a ser formadores en el rol de los nuevos docentes que asuman estos desafíos.
3 . Un énfasis en la conectividad
La pandemia ha visibilizado las brechas que existen entre la educación rural y la urbana. En este sentido, uno de los aspectos más preocupantes es la falta de conectividad digital del mundo rural. La falta de acceso a internet y de computadores de los alumnos de escuelas rurales es una brecha que requiere una solución a través de políticas públicas efectivas en esta materia.
En el caso de las zonas rurales, sólo un 17% de la población cuenta con acceso a Internet de banda ancha, dando cuenta del grave aislamiento geográfico y social de quienes viven fuera del área urbana.
4. Desarrollo profesional docente: Colaboración y generación de redes
Para abordar la creciente complejidad que implica educar en contextos rurales y fortalecer el desarrollo profesional de docentes y directivos, es necesario generar una cultura de colaboración al interior de las comunidades educativas.
Para esto, es imperativo fomentar instancias e interacciones permanentes entre pares que potencien el aprendizaje y la retroalimentación, estableciendo relaciones sólidas de confianza. Asimismo, se debe promover la innovación a través de la reflexión e indagación colaborativa entre el cuerpo docente.
5. Un foco en los primeros años de ejercicio profesional docente
Para abordar la retención de profesores noveles se sugiere crear un bono de desempeño en contextos difíciles con enfoque de trayectoria, incentivando a docentes con pocos años de experiencia a trabajar en colegios de vulnerabilidad media, y que a medida que avanzan en la carrera vayan llegando a contextos más complejos.
El enfoque en trayectoria se sustenta en fomentar la retención docente de los maestros en sus primeros años de ejercicio. Según la evidencia nacional, existe una alta deserción durante los primeros años de ejercicio docente la que está asociada, entre otras cosas, a las dificultades del contexto educativo en las que se encuentran.
Si quieren leer el "Análisis y proyección de la dotación docente en contextos rurales", hagan clic AQUÍ.
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