Dos profesores ofrecen consejos prácticos y sencillos para los primeros años de ejercicio. Si este año es tu primera vez como profesor, seguro serán de gran utilidad.
Ser nuevo en la docencia no es una tarea sencilla. Son muchos los desafíos que hay que enfrentar por primera vez, entonces, surge una pregunta: ¿cómo debería organizarse el tiempo o qué se debería priorizar? En un artículo de Edutopia, Beth Pandolpho, Mark Wise, ofrecen una guía para ayudar los profesores primerizos a mantener el foco mientras construyen la confianza y potencian su capacidad profesional. La guía de estos dos profesores, es un listado de sugerencias simples y prácticas para enfrentar un proceso que a pesar de las dificultades, puede ser muy satisfactorio. Esto es lo que ellos aconsejan:
1. Muéstrale a tus estudiantes que tú sabes cómo hacerlo
El aula debe moverse a un ritmo predecible, dicen los profesores. Por esto, los estudiantes deben saber lo que se espera de ellos. Además, es clave tener estrategias para calmar a la clase y obtener su atención. En este sentido, los ojos y el lenguaje corporal deben corregir problemas menores de comportamiento, mientras que facilitas discusiones, respondes preguntas, guías a los estudiantes a través de actividades y ofreces comentarios. No son cosas fáciles de dominar, pero vale la pena intentarlo.
“Un aula bien administrada, inspira el respeto y la confianza de sus estudiantes y permite enseñar lecciones rigurosas y atractivas. Los estudiantes deben saber lo que están aprendiendo y, lo que es más importante, por qué lo están aprendiendo”, explican los docentes. Para llegar a esto, también es importante, al momento de planificar las clases, escribir objetivos claros y establecer un camino de aprendizaje coherente. “Los objetivos de aprendizaje deben informar todo, desde la disposición del escritorio y las herramientas tecnológicas utilizadas hasta las actividades seleccionadas”, agregan Beth y Mark.
2. Convierte tu entusiasmo en una ventaja
Los nuevos profesores pueden ofrecer a los estudiantes una energía única y un entusiasmo contagioso sobre el tema que enseñan. El poder de esto no debería ser subestimado. Beth y Marc aconsejan compartir con ellos sus pasiones y demostrar cómo estas se extienden más allá del día en la escuela: si eres profesor de inglés y además eres escritor, compártelo. Si eres profesor de música y en tu tiempo libre en realidad tienes una banda, cuéntales. Cuando traes estas identidades y experiencias a tu salón de clases, explican los profesores, construyes relaciones con tus estudiantes mientras refuerzas tu autoridad.
3. Demuéstrales que sí te importa
Los estudiantes necesitan saber que sus profesores se preocupan por ellos y sus logros. Una forma de mostrarles esto es preguntándoles sobre sus vidas e intereses. Esto implica celebrar sus triunfos y atender también sus decepciones. Una recomendación de Beth y Mark es que ayudes a tus estudiantes con dificultades a mejorar, ofreciéndoles segundas oportunidades.
Los docentes afirman que “la escuela y la vida se trata de aprender, no de hacerlo bien la primera vez, o al mismo tiempo que otras personas” y en ese sentido, las segundas oportunidades son claves. Pero también es fundamental desafiar los logros, ofreciendo la opción de investigar, crear o escribir sobre temas que les interesan, incluso si esto implica salirse del plan de estudios planificado.
Otra manera de demostrar que sí te importa es uniéndote al proceso de aprendizaje. Eso, dicen Beth y Mark, lo hace profesores que son excelentes. Hacer esto significa salir detrás de tu escritorio, sentarse en círculo y unirse a los grupos de trabajo. Otro consejo: cuando ellos levanten la mano pregúntale qué está pensando y luego amplía la conversación preguntando a otros alumnos si ellos también tienen preguntas, o respuestas. Hacer esto, les permite cambiar de rol. “Los estudiantes necesitan saber que estás aprendiendo con ellos y que tienes estás cuidando sus espaldas”, afirman Beth y Mark.
4. Pide ayuda, escucha, implementa la retroalimentación
No es fácil pedir ayuda, pero hacerlo es demostrar que respetas a la persona a la que le estás preguntando. Aprovecha la experiencia de tus colegas para mejorar tu práctica. Para conocer la labor de otros profesores y sus técnicas más efectivas, puedes pedir que te permitan observar sus clases. Analiza, en estas instancias, cómo hacen la transición entre las actividades, cómo se relacionan con los estudiantes y cómo responden a las preguntas y preocupaciones de niños y niñas. Considera lo que te parece correcto y decide cómo puedes incorporar estas estrategias en tu propia práctica.
Además, Beth y Mar sugieren que tenga en cuenta que los excelentes comentarios no provienen únicamente de colegas, pues a menudo también provienen de estudiantes. “A lo largo del año, pídale a los estudiantes que compartan sus experiencias de estar en su salón de clases”, dicen los profesores.
Y lo más importante: no subestimes tu labor como profesor, pues la evidencia ha demostrado que un buen profesor tiene una fuerte influencia en los aprendizajes de los estudiantes. “Con el tiempo, desarrollarás un estilo de enseñanza que refleja tu personalidad y tus creencias fundamentales. Ninguno de nosotros tiene todas las respuestas, sin embargo, todos queremos ser los mejores maestros que podamos ser”, concluyen Beth y Mike.
Fuentes: Edutopia
No conocía este lugar, me encantó y No QUIERO perder contacto, al contrario, me encantaría hacer cosas juntos. Soy docente en la enseñanza media de Uruguay