La enseñanza de la argumentación abre múltiples oportunidades para los/as estudiantes, además de ayudarlos a desarrollar su autonomía.
Aprender a argumentar en una sociedad democrática es muy importante para conseguir una enseñanza eficaz y diversificada. No solo enseña a los/as estudiantes a expresar sus opiniones –de forma oral y escrita–, sino también, a entender textos argumentativos.
Los/as docentes tienen un papel fundamental para el desarrollo de esta capacidad, que puede ser de mucha utilidad para los estudiantes. Especialmente, para enfrentar temas controversiales, debatir y escuchar las opiniones de otro, parte de las habilidades educativas para el siglo XXI.
Aquí te dejamos los 10 pasos iniciales para que tus estudiantes sean unos grandes expositores de argumentos, basados en el estudio “Enseñar a argumentar: un desafío para la escuela actual”, de Anna Camps y Joaquim Dolz:
1. ¡Reconocer un tema polémico!
Dentro de la sociedad actual existen muchos temas y problemáticas, por ende, varios debates pendientes. Este es un punto importante al desarrollar la argumentación, el tema y su dominio es la base de todo.
2. Discutir diferentes puntos de vista
Cada tema tiene diferentes aristas y diversas formas de ser tratado. ¿Cuál de todas le gustaría representar a tus estudiantes?, esta pregunta no debe ser malentendida, porque en ocasiones tus alumnos/as pueden representar una postura que no necesariamente concuerde con su pensamiento.
3. Tener una opinión propia
Esto es aparte de la posición que le toque defender al estudiante, pero es importante recalcar, de acuerdo al estudio, que es importante tener una visión clara sobre el tema que se está tratando.
4. Respetar los argumentos contrarios
El respeto es clave en todos los ámbitos de la vida y la argumentación no es la excepción. Escuchar al oponente atentamente es fundamental para dominar el desarrollo de la discusión.
5. Justificar su punto de vista con argumentos adecuados
Las bases científicas, sociales, económicas o políticas deben sustentar todos los argumentos.
6. Utilizar de forma adecuada los argumentos
En una discusión se tratan distintos argumentos y por esa razón, es importante estar atento a lo que el otro/a dice y saber qué decir y en qué momento.
7. Desarrollar argumentos emocionales
De acuerdo con el estudio, siempre es positivo y sumará adherentes el tener algunos argumentos que apelen a los sentimientos de las otras personas, e incluso del mismo oponente.
8. Reconocer los argumentos del otro/a
No se debe caer en el error de pensar que la otra persona está equivocada y que uno/a es el que tiene la razón. En las conversaciones se deben reconocer todas las posturas.
9. Incorporar argumentos del oponente
Es bueno hacer referencia, en ocasiones, a datos entregados por el oponente. Esto demuestra que se está atento a la conversación y que también se pueden crear contraargumentos en base a una investigación y conocimiento previo del tema.
10. Negociar una posición de compromiso
Ser intransigente no es algo que cause mucha adherencia, es preferible buscar una trascendencia del tema y poner sobre la mesa la discusión, no solamente ganar.
¡Argumentar fomentará la autonomía de tus estudiantes en su futuro!
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