En un video de TED Ed, el profesor Balsher Singh Sidhu explica qué está pasando con el agua y qué podemos hacer para mejorar la situación.
“Desde el espacio, nuestro planeta parece tener más océanos que tierras. Si bien el agua abarca el 71 % de la superficie del planeta, más de la mitad de la población mundial padece escasez extrema de agua durante al menos un mes al año”. Con este dato, el profesor Balsher Singh Sidhu hace una explicación pertinente sobre el agua en un video animado de TED Ed. Según los datos que se grafican, las predicciones actuales anuncian que en el 2040, otros 20 países podrían padecer escasez de agua. Las estadísticas no son prometedoras y plantean una pregunta preocupante: ¿se nos está acabando el agua potable?
Este Día Mundial del Agua, resulta interesante poder reflexionar entorno a esta pregunta con los estudiantes, y utilizar este simple y entretenidos video explicativo puede ser una buena manera de hacerlo.
Y, ¿cuál es la respuesta a esta pregunta? Sí y no. Balsher asegura que a escala global es imposible que la Tierra se quede sin agua potable, esto gracias al ciclo del agua, aquel sistema que continuamente produce y recicla agua, transformándola en vapor, líquido y hielo a medida que circula por el planeta. Entonces, explica el profesor, el problema no es la cantidad, sino qué proporción de esa agua puede ser accesible.
“El 97 % del agua de la Tierra es salobre y contiene demasiados minerales que la vuelven insalubre para el consumo humano y la agricultura”, explica Balsher. “Del restante 3 % de agua potable que podríamos consumir, más de dos tercios se encuentra congelada en los casquetes glaciares. Esto nos deja con menos del 1 % del agua para sustentar toda la vida de la Tierra, agua que está dispersa por todo el planeta en ríos, lagos, acuíferos subterráneos, hielos terrestres y permafrost”, agrega.
El gran problema, y esta es la discusión central, es que estos recursos hídricos están siendo agotados a gran velocidad por los seres humanos y se reabastecen lentamente por lluvias y nevadas.
Además, el limitado recurso no se encuentra distribuido equitativamente en el mundo. Esto quiere decir que los diferentes climas y la geografía brindan a algunas regiones más lluvias y fuentes hídricas naturales, mientras que otras regiones poseen características geográficas que dificultan el transporte de agua. Por otra parte, la infraestructura y la energía que demanda el transportar agua a estas regiones son demasiado costosas.
“En muchas de estas áreas de poco acceso, al igual que en otras áreas donde el acceso es mayor, las personas consumen agua a mayor velocidad de lo que puede reabastecerse. Y cuando las fuentes recién reabastecidas no pueden con esta demanda, extraemos agua de nuestras limitadas reservas subterráneas. De las 37 principales reservas subterráneas, 21 van en camino a vaciarse de forma irreversible”, explica el docente.
Entonces, si bien es cierto que no hay menos agua en el planeta, es vital que los más jóvenes entiendan que estamos agotando las fuentes de agua potable a una velocidad insostenible.
Y esto quizás puede parecer extremo, pues sólo consumismo unos dos litros de agua por día. Sin embargo, explica este profesor, “el agua cumple una función menos evidente en la vida diaria y, en un día, la mayoría de la gente consume unos 3000 litros de agua”. El uso doméstico del agua (cocina y limpieza) constituye únicamente el 3,6 % del consumo humano de agua. Otro 4,4 % se usa en las fábricas, donde se hacen los productos que compramos a diario. El restante 92 % del agua potable se invierte en una sola industria... la agricultura. Al año, en la explotación agrícola se utilizan ¡3,3 mil millones de piscinas olímpicas! Todo esto se utiliza en los cultivos y el ganado que alimentan la población mundial. Un 37% de los suelos del planeta se usan para cultivos agrícolas y esto, explica Balsher, constituye la amenaza más importante a nuestros recursos hídricos.
Pero, ¿cómo controlar esto si la población necesita la agricultura y por ende, el agua? Es otra buena pregunta para el aula.
A nivel macro los agricultores están ideando formas de reducir este impacto, como la utilización de técnicas especiales de irrigación para aprovechar al máximo cada gota, y el cultivo de plantas que requieren menos agua. Otras industrias siguen el ejemplo y adoptan procesos de producción en los que el agua se reutiliza y recicla. Pero a nivel individual y cotidiano también hay muchas acciones que niños y jóvenes pueden aprender; el primer paso para reducir el consumo de agua es disminuir el desperdicio de alimentos, ya que, actualmente, se desperdicia un tercio de la producción agrícola. También se puede considerar consumir menos alimentos que requieren agua, como nueces con cáscara y carnes rojas. Se sugiere también que un estilo de vida vegetariano podría reducir el consumo de agua hasta en un tercio.
Lo importante es entender que, si bien es posible que el agua no se agote, muchas personas sí podrían experimentar la escasez del recurso. “Para resolver los problemas locales se requieren soluciones globales, y las sencillas decisiones diarias pueden afectar las reservas de todo el mundo”, explica el profesor en el video TED Ed. A través de esta explicación, transmite este mensaje a tus alumnos, enséñales a ser ciudadanos globales y agentes de cambio para impulsar acciones orientadas en la protección de este gran y vital recurso.
Leave a Reply