Estos cinco pasos hacen parte de una estrategia llamada “Celebrar el aprendizaje con un mapeo del año”.
Algunos profesores en Estados Unidos suelen utilizar una estrategia de fin de año llamada “Celebrar el aprendizaje con un mapeo del año”. Varios elementos de esta estrategia hacen que sea una forma potente de finalizar un periodo escolar. Además, es una experiencia positiva en un contexto donde se viven varias situaciones de estrés, como los exámenes finales. La dinámica, según explican los profesores Donna Wilson y Marcus Conyers, brinda a los estudiantes la oportunidad de sentirse bien con lo que aprendieron y de ver que efectivamente pueden ser exitosos el próximo año escolar. Para los profesores es una herramienta que les permite disfrutar y ver cómo sus estudiantes comparten lo que han aprendido e internalizan las enseñanzas del año con éxito.
La estrategia de mapeo permite a los profesores relacionarse con sus estudiantes en torno a su aprendizaje exitoso y revisar algunas de las lecciones favoritas e interacciones con los estudiantes.
Para los alumnos también es una gran estrategia, pues les permite organizar la evidencia de sus aprendizajes de una forma visual. También, según los profesores, motiva a los estudiantes para que resuman experiencias clave y los conocimientos aprendidos a lo largo del año. Esto resulta muy útil pues cuando un alumno hace este ejercicio de resumen, analiza el conocimiento, determina elementos clave y traduce mucha información en una presentación breve y coherente.
Otro elemento positivo del mapeo es el trabajo en grupos, pues esto proporciona un gancho emocional que hace que la experiencia de aprendizaje sea más significativa y memorable para los estudiantes. El trabajo en grupo hace posible que todos los estudiantes participen en la elaboración de los mapas de fin de año, ya que los recuerdos individuales pueden variar dramáticamente de un estudiante a otro. Trabajando juntos, los estudiantes pueden confiar en que otros recuerden aspectos del año que pueden no haber sido tan memorables para ellos. A su vez, recuerdan elementos del currículo que otros pueden haber olvidado. Pero, ¿Cómo se hace este mapeo?
Wilson y Conyers comparten unos pasos para crear una representación visual del contenido que se estudió durante el año. Esto, dicen ellos, puede servir como catalizador para celebrar los éxitos de aprendizaje:
1. Organizadores
A medida que se acerca el fin de año, proponle a tus estudiantes utilizar unos organizadores gráficos para crear un gran mapa de lo que han aprendido sobre el contenido que se ha enseñado.
2. Trabajo en grupo
Guía a los estudiantes en grupos de cuatro para que trabajen en partes específicas del currículum, utilizando recordatorios que les permitan recordar eventos de aprendizaje importantes, conocimientos y habilidades aprendidas durante el año.
3. Mapa gigante
Arma un mapa gigante coleccionando los mapas que han hecho en cada grupo. Idealmente hazlo en un espacio de pared grande.
4. Presentar
Pide a cada estudiante que presente una parte del mapa. Estas presentaciones cortas podrían incluir materiales que según ellos fueron útiles para aprender. Por ejemplo: libros, dibujos, imágenes, notas, artículos u otros elementos significativos.
5. Otros estudiantes
Invita a los grupos de estudiantes que estarán en tu clase el próximo año para que asistan a las presentaciones y puedan aprender y rescatar cosas de tu grupo actual.
¿Cuáles fueron algunas de las cosas clave que aprendieron este año? ¿Cómo te hace sentir esta actividad del mapa y la reflexión sobre lo que hemos aprendido? ¿Qué es lo que más te entusiasma aprender el próximo año? Estas son algunas de las preguntas que puedes plantear a tus estudiantes en este ejercicio. El poder de este mapeo anual está en la ayuda que proporciona tanto a los estudiantes como a los profesores a internalizar el aprendizaje y celebrarlo. Implementa la estrategia y adáptala según tus necesidades y las de tus estudiantes.
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