Luna sueña con ser astronauta desde que es una niña. Ella vive con su padre, un zapatero que a través de simples acciones, marca la vida de su hija de muchas formas.
Luna sueña con ser astronauta desde que es una niña. Ella vive con su padre, un zapatero que a través de simples acciones, marca la vida de su hija de muchas formas.
Luna, la protagonista de esta historia llamada One Small Step, siempre quiso ser astronauta. Desde pequeña, su vida giraba en torno a las estrellas, al espacio, a los cohetes, a los grandes astronautas… pero lo mejor era que vivía con su padre, un zapatero que siempre alimentaba sus sueños; jugaba con ella, soñaba con ella, se disfrazaba con ella e incluso le regalaba zapatos perfectos para seguir nutriendo sus ganas de llegar al espacio.
Se dedica a estudiar astrofísica y en ese camino, vive algunas frustraciones. Como muchos jóvenes, la relación con su padre se transforma. Ya no tienen la amistad que tenían cuando ella era tan solo una niña, pero él sigue ahí, acompañándola en cada paso que da, incluso en los pasos más difíciles. Pero Luna no percibe ese apoyo de una manera tan obvia; está demasiado preocupada por pasar pruebas y sobre todo, por aplicar a un Programa para Astronautas.
Todo se torna gris, la frustración se convierte en tristeza y las ganas de intentarlo de nuevo ya no están ahí. Además, una mala noticia se suma a esta lista de eventos desafortunados: su padre fallece. Luego de despedirse de él, Luna visita el taller de su padre para dejar algunas cosas que quiere desechar y sin esperarlo, se encuentra con algo que cambia el rumbo de su vida una vez más: una caja llena de zapatos… de sus zapatos.
Encontrar la caja fue la motivación que Luna necesitó para volver a creer en sus sueños, en ella misma. Entonces decora otra vez su cuarto con estrellas y afiches de cohetes, vuelve a la universidad para terminar su carrera de astrofísica y aplica de nuevo al Programa para Astronautas.
En ese momento, su padre vuelve a estar presente en sus recuerdos. Fue él quien desde sus primeros años de vida la alentó a soñar en grande, fue él quien la acompañó paso a paso y en silencio a través de sus logros y frustraciones, fue él quien incluso después de fallecer, siguió demostrando la confianza que tenía en su hija y en su capacidad para cumplir metas.
Por ejemplo, la importancia de creer en los niños y alentarlos a hacer grandes cosas, aún cuando parecen imposibles. El padre de Luna lo hizo y gracias a esto, su hija alcanzó metas que en algún momento de su vida parecían muy lejanas. Pero lo que hace el padre de esta astronauta no sólo se vincula al rol que cumplen lo padres en la vida de sus hijos, también se vincula a la labor que realizan los docentes dentro y fuera del aula.
En el caso de otros niños, las acciones y creencias que tienen los profesores, también pueden ser determinantes para su formación y futuro. Cada cosa que se hace o se deja de hacer, tiene un efecto en los pasos que dan los estudiantes desde que son pequeños. El zapatero sabía muy bien esto, y a pesar de las dificultades, demostró su apoyo de principio a fin. Creyó en Luna y esa creencia fue la herramienta que su hija necesitó para llegar lejos, para llegar al espacio.
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