Molly Nealeigh le ayuda a sus estudiantes a entender en qué deben mejorar y los deja enfocarse en esto antes de pasar a otro contenido.
En la clase de matemática de la profesora Molly Nealeigh en la escuela Piney Grove Elementary School, en Carolina del Norte, los niños pasan la mayor parte del tiempo desarrollando las habilidades que ellos consideran que deben mejorar. Cada 12 semanas, a lo largo del año escolar, hacen pruebas que miden su progreso en el dominio de todos los conceptos de un plan de estudios enfocado en su nivel, el cuarto grado. Molly utiliza estas pruebas para analizar los resultados y comprender cuáles son las fortalezas y debilidades de sus estudiantes, y de esta forma, se van relevando las habilidades específicas en las que necesitan esforzarse más. Podría decirse que muchos profesores hacen lo mismo, sin embargo, Molly lo lleva un paso más allá…
Para recoger esta información y transmitirla a sus alumnos, la profesora hace una tabla en la que enumera cada una de las preguntas de la prueba.
Bajo la pregunta, ubica el estándar que se evalúa. Por ejemplo: “usar la comprensión del valor posicional para redondear números enteros de varios dígitos a cualquier lugar”. Con esto, los estudiantes calculan un porcentaje para cada estándar según la cantidad de preguntas que respondieron bien o mal. Cuando los alumnos reciben del 80 al 100 por ciento de las preguntas relacionadas con un estándar determinado correcto, Nealeigh considera que dominan el tema y los estudiantes no tienen que hacer ninguna revisión. Un porcentaje menor significa que los estudiantes deben trabajar en estas habilidades en un trabajo individual y si obtuvieron menos del 60 por ciento de las preguntas correctas, deben trabajar el tema con la profesora.
“La mentalidad es dar a los estudiantes su propia información y dejarles elegir en qué deben trabajar por su propia cuenta”, dice Nealeigh en un artículo de The Hechinger Report.
El aula de esta profesora, se utiliza el aprendizaje basado en el dominio, donde la adquisición de habilidades del alumno es la prioridad. ¿Cómo se compara esto con otras metodologías? En las aulas más tradicionales, se trabaja a través de un plan de estudios basado en el tiempo de clase; un día se enseña una habilidad y al día siguiente, el profesor continúa con el mismo tema. Si en ese proceso los estudiantes no entendieron algo, se quedan con ese vacío y lo más probable es que tengan problemas en las pruebas. Los alumnos de Molly lo hacen de otra forma… ellos vuelven a un tema determinado si no lo entienden del todo, avanzando sólo cuando dominan las habilidades relacionadas al tema. Como tiene un bloque de matemática de dos horas en su escuela, la profesora dice que enseña contenido nuevo todos los días durante los primeros 45 minutos y luego los estudiantes son libres de trabajar solos en esas habilidades que necesitan mejorar. Basada en los estándares del currículum de matemática, la profesora creó una metodología gracias a la cual, los los estudiantes deciden todos los lunes qué caminos van a abordar esa semana. Una vez que trabajan ese camino, viendo videos y practicando problemas para aprender la habilidad, toman una prueba. Si lo pasan, pueden seguir adelante.
En The Hechinger Report, aseguró que los estudiantes se emocionaron tanto con esta metodología de “caminos” que trabajaron en ellos en sus casas e incluso en vacaciones.
La profesora incluso grabó a uno de sus alumnos explicando hablando del nuevo sistema y describiendo una sensación de empoderamiento al poder elegir qué camino probar en un día determinado. Le gustaba la libertad de moverse a su propio ritmo, incluso si esto implicaba demorarse, un día o una semana completa. Mientras tanto, la profesora gana tiempo durante la case para enfocarse en un grupo de estudiantes que necesitan más ayuda en determinados temas.
Molly vio resultados tan impresionantes con sus estudiantes en solo un año, que otros profesores ya están empezando a implementar su sistema. Esta profesora tiene dos horas para implementar esta metodología, sin embargo, asegura que para los profesores que no tienen el privilegio de tener tantas horas, también podría funcionar. Para esto, ella recomienda pasar un par de días por semana enseñando material nuevo y dándoles a los estudiantes el resto de la semana para trabajar en sus propios caminos de forma individual. Además, sugiere empezar dando pequeños pasos para llegar a un sistema basado en el dominio de habilidades que los estudiantes pueden ir adquiriendo a su propio ritmo.
What “mastery-based” can look like in the classroom, The Hechinger Report.
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