Se llama “La milla diaria” , es una sencilla iniciativa diseñada por la directora de una escuela en Escocia y cualquier establecimiento en cualquier parte del mundo, podría instaurarla con facilidad.
Para combatir la obesidad infantil y mejorar los niveles de concentración, 32 países han empezado a implementar esta simple estrategia en las escuelas: se llama “The daily mile” (La milla diaria) y fue diseñada por Elaine Wyllie una directora de una escuela en Escocia, quien preocupada por los altos niveles de obesidad infantil y el mal estado físico de los niños en el Reino Unido, decidió actuar. Según se explica en un video de la BBC, sólo un quinto de los niños de escuelas primarias del Reino Unido realizan el ejercicio diario recomendado, cifras preocupantes que llevaron a esta directora a hacer un experimento con sus alumnos.
Elaine decidió que todos los días, durante un mes, sus estudiantes tendrían que correr 15 minutos alrededor del patio escolar.
La idea era poder medir si a través de esta actividad, su estado físico mejoraba. Luego del experimento, los cambios fueron evidentes. El estado físico de los alumnos efectivamente mejoró por completo; la iniciativa llegó para quedarse y se le dio el nombre de “La milla diaria” porque en los 15 minutos, los estudiantes corrían una milla completa (1.6 kilómetros).
Lo interesante de “La milla diaria” es que no es una clase formal y se puede hacer en cualquier momento del día.
Además los estudiantes pueden correr sus compañeros de clases o con grupos más grandes. La dinámica funciona así: en algún momento del día se hace un alto en el camino. Los niños dejan sus cuadernos, sus lápices y salen a correr los 15 minutos diarios. Todos corren a su propio ritmo, no es una competencia, pero si quieren competir entre ellos, iguales se les permite. Todos estos elementos convierten la dinámica en una experiencia entretenida. Pero lo mejor de todo son los resultados; según se explica en la BBC, la investigación ha comprobado que “La milla diaria” fortalece la salud física y mental de los estudiantes y mejora la concentración en el aula.
Gracias a esto, ahora la mitad de las escuelas primaria de Escocia han implementado esta medida, algunas empresas locales han copiado la iniciativa involucrando a sus trabajadores y otros 32 países han replicado la actividad.
“Lo que más me ha sorprendido es que algo que no planeamos y llegó por serendipia y casi por accidente, se ha convertido en un impulso para la salud de los niños, y es muy fácil de escalar e implementar en las escuelas”, afirma a la BBC la directora.
En sólo 15 minutos, esta directora logró –sin invertir dinero–, transformar la dinámica sedentaria de los estudiantes, minimizando problemas de salud a corto y largo plazo e impulsando el desarrollo físico y cognitivo de todos los estudiantes que hoy tienen la oportunidad de descargar su energía, mejorar su estado físico, activar su cerebro y correr para seguir aprendiendo.
En Elige Educar destacamos la medida ya que es un fiel reflejo de lo que pueden lograr las comunidades educativas cuando el foco está en el bienestar de los estudiantes. Además, esta simple pero potente actividad, es una clara evidencia de que la innovación pedagógica también se puede dar a través de pequeñas acciones que no requieren grandes recursos. Ideas como estas, deben ser compartidas y por supuesto, aplicadas según la necesidad de cada escuela.
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