Superando obstáculos han llegado lejos, dándole grandes alegrías a todo un país y no cabe duda que en la cancha lo han dado todo, pero lo que no muchos saben es que además de su extraordinario talento, comparten el mismo sueño.
Ambos son figura en la cancha, han trascendido barreras y se han destacado deportivamente más de una vez. De hecho, fueron piezas claves en la consecución de uno de los mayores triunfos en la historia futbolística de Chile: la Copa América 2015. Uno de ellos se ha convertido en líder indiscutible de la selección, en una figura dentro y fuera del país, y el otro, por su parte, se ha destacado por ser el único chileno en anotar un gol en dos mundiales distintos, por su conciencia social y por su perfil de intelectual. En otras palabras, ambos jugadores son grandes en todo el sentido de la palabra y han sabido emocionar, desde la cancha, a todo un pueblo que tiembla de alegría frente a sus éxitos. Esos dos chilenos se llaman Claudio Bravo y Jean Beausejour, y lo que pocos saben de ellos, es que ambos, además de haber cumplido su sueño de ser futbolistas, comparten un secreto que se aleja de las canchas.
Si no hubiera sido futbolista…
En enero de 2016, Claudio Bravo reveló en una entrevista para el Canal Plus de España, lo que le hubiera gustado ser si no hubiera sido futbolista. Su respuesta sorprendió a muchos: “Si no me dedicara al fútbol, lo más probable es que hubiera sido profesor”. Lo mejor es que la historia no queda ahí. Su amor por la pedagogía es algo que el arquero del Manchester City y capitán de la selección chilena realmente considera entre sus planes de vida. De hecho, en otra entrevista, Bravo aseguró que no descarta la posibilidad de estudiar pedagogía después de su retiro como arquero:
“Lo tengo en mente. El día que deje de jugar, una de las tareas pendientes será llevar todos estos años de recorrido hacia los niños. Tratar de ayudar en ese aspecto a través de mis vivencias. Un poco devolver la mano también, dedicado a los niños y tratando de dar enseñanza”, dijo el capitán.
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Sus palabras no se han quedado en el aire. Aunque sigue en las canchas, el arquero ha empezado a tomar medidas alineadas a sus intenciones de educar y cambiar la vida de muchos a través de la formación. En 2015, empezó a construir un complejo deportivo social en su ciudad natal (Buin), y lo inauguró en marzo de 2016 bajo el nombre de El Uno Campus. Su objetivo es darle a la comunidad oportunidades de formación y desarrollo integral a través del deporte y fomentar valores como el liderazgo, el sacrificio, la responsabilidad, el juego limpio.
“Nuestra idea es poder aportar desde la vereda del fútbol los valores que he podido desarrollar en el fútbol y compartirlos con la comunidad. A través de mi experiencia, he podido experimentar diversas situaciones y aprendizajes que hoy quiero transmitir en el complejo, con la finalidad de aportar a la formación de personas integrales”, afirmó Bravo en la inauguración.
“El profe”
Si bien muchos saben que Jean Beausejour es un gran deportista, un aficionado de la lectura y un crítico intelectual que cumple un rol social intrínseco, no todos saben que su verdadera aspiración en la vida y fuera de las canchas, es lograr que algún día le digan “profe”. Sí, el jugador chileno, de ascendencia haitiana y mapuche, ha asegurado que le encantaría ser maestro de historia para enseñar todo lo que él alguna vez quiso aprender. Y si bien hoy está en las canchas y sabe que el fútbol ha sido el camino para dejar de lado algunas carencias y sacrificios, Beausejour se ve, en un futuro, triunfando como educador en la sala de clase.
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Dicen quienes lo conocen, que para este exitoso futbolista, el retiro de las canchas no será un momento traumático, sino todo lo contrario. Será un momento para seguir cumpliendo muchos de sus sueños, entre esos, cambiar la vida de muchos desde la educación.
Cuántas historias como estas no existirán, cuántas otras grandes figuras importantes no habrán soñado con cambiar el mundo educando, cuántas no seguirán pensando que su vocación es estar en las salas de clase… seguramente miles y vale la pena desenterrarlas para seguir gritando a los cuatro vientos que la educación es importante, que todos los niños merecen aprender y que para lograr esto, necesitamos grandes profesores o futuros profesores que como Bravo y Beausejour, estén dispuestos a dejarlo todo dentro y fuera de la cancha de la educación.
¿Conocías el secreto pedagógico de estos dos grandes jugadores?
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