La evaluación formativa es una estrategia que en nuestra comunidad educativa nos ha permitido monitorear y guiar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje, utilizando múltiples plataformas de forma exitosa.
El contexto de la pandemia, ha modificado los procesos de diseño y preparación de la enseñanza para los docentes de todos los establecimientos educacionales. Este nuevo escenario implica replantear las prácticas pedagógicas en contextos digitales, remotos, sincrónicos y asincrónicos para continuar el vínculo de aprendizaje con los estudiantes, integrando a la familia como eje mediador entre los estudiantes y los equipos docentes.
El proceso de preparación de la enseñanza-aprendizaje implica organizar y diseñar el currículum educativo vigente, considerando las características de los estudiantes y el contexto de la comunidad educativa, con el propósito de diseñar la planificación pertinente, que garantice un aprendizaje significativo.
Es importante resguardar las mismas oportunidades de aprendizaje para todos los estudiantes. Por lo tanto, el proceso de planificación implica saber el desempeño esperado por los estudiantes mediante la evaluación del aprendizaje para obtener información y evidencia de las experiencias y resultados para entregar una retroalimentación a los estudiantes por parte de los docentes.
El enfoque debe estar en la evaluación para el aprendizaje de situaciones auténticas
En la evaluación para el aprendizaje es necesario ampliar el enfoque, yendo más allá. Una de las alternativas es por medio de las instancias de evaluación formativa, que permiten tomar decisiones, mejorando el proceso de aprendizaje para el docente y para los estudiantes de forma permanente.
Es clave generar una interacción orientada a detectar las fortalezas y oportunidades de mejora de los estudiantes, aplicando siempre instrumentos de recopilación de información como rúbricas, lista de cotejo y escala de apreciación con criterios y descriptores de éxito para lograr el/ los objetivo(s) de aprendizaje.
En este sentido, los docentes elaboran estrategias de evaluación para identificar lo que conocen o saben los estudiantes en situaciones de evaluación auténticas que les permita aplicar lo aprendido para resolver situaciones reales.
Esto permite no solo determinar los niveles de desempeño, sino conocer los errores o dificultades que presentan los estudiantes, e incluso el nivel de desarrollo esperado para cada criterio de logro de los conocimientos, habilidades y actitudes enseñadas para retroalimentar el progreso de forma objetiva y precisa para cada estudiante.
Además, esta instancia permite a los docentes conocer el nivel de desarrollo de los estudiantes y también reflexionar acerca los resultados obtenidos para ajustar, actualizar y/o modificar la experiencia de aprendizaje y su práctica pedagógica.
Trabajar el ciclo de evaluación formativa propuesto por Margaret Heritage
Al momento de diseñar la evaluación formativa se plantean interrogantes de cómo poder planificar e implementar este tipo de evaluación y saber si lo estamos haciendo bien, gracias a la propuesta de Margaret Heritage, educadora inglesa experta en proceso de evaluación.
El ciclo de evaluación formativa propuesto por Margaret, ontiene tres preguntas que guían y orientan el trabajo pedagógico:
1. ¿Hacia dónde vamos?
Se inicia con esta primer interrogante que consiste en compartir la meta y clarificar el criterio de logro. En términos de currículum seleccionamos un objetivo de aprendizaje del programa de estudio, luego un indicador de evaluación que será nuestro criterio de logro.
Esto permite identificar y encuadrar los aprendizajes de los estudiantes desde el currículum y programa de estudio, es necesario considerar este aspecto para diseñar la planificación con las experiencias de aprendizaje variadas y establecer los instrumentos de recogida de la información como rúbricas, escala de cotejo y escala de apreciación. Asimismo, planificar las instancias de comunicación e interacción con los estudiantes
2. ¿Dónde estamos?
Para responder esta pregunta se consideran los mecanismos de recolectar evidencia, interpretar la evidencia e identificar la brecha de aprendizaje.
- Recolectar la evidencia: mediante qué instrumento se obtendrán las evidencias y con qué frecuencia se solicitará a los estudiantes.
- Interpretar la evidencia: Consiste en determinar el nivel de logro de los estudiantes en relación con la meta de aprendizaje para poder ajustar el proceso de enseñanza o continuar progresando.
- Identificar la brecha de aprendizaje: cómo se determinarán los niveles de logro aceptables de acuerdo a los criterios de éxito o indicadores de evaluación.
3. ¿Cómo seguimos avanzando?
Para responder esta pregunta debemos referirnos a la necesidad de tomar acciones, es decir, qué plan de trabajo se realizará con los estudiantes, con qué actividades y/o experiencia de aprendizaje continuará el proceso para cerrar la brecha, para ello se puede retroalimentar, explicar o cuestionar, entre otras acciones. En esta última instancia se identifica el estado inicial y la meta de aprendizaje.
- Retroalimentación para cerrar la brecha: Consiste en ofrecer una retroalimentación para cerrar la brecha de aprendizaje, entregando estrategias para los estudiantes que permitan lograr la meta y continuar con el proceso de aprendizaje. Se utilizan los criterios de éxito para entregar información objetiva y descriptiva a los estudiantes del avance o nivel de logro.
Para finalizar, el objetivo de diseñar un proceso de evaluación formativa consiste en ampliar la mirada de evaluación centrada en el aprendizaje de los estudiantes, estableciendo un ciclo que invita a la reflexión constante, por parte de los profesores, de lo que están aprendiendo los estudiantes en tiempo real. Esto permite avanzar en el currículum con análisis de resultados y experiencias de aprendizaje.
También fortalece la interacción entre el docente y los estudiantes con metas comunes y orientaciones hacia el logro de los objetivos de aprendizaje vinculado a las situaciones de la vida cotidiana desde un currículum enseñado hasta un currículum aprendido.
Jorge Olivares Parra es Magíster en Políticas y Gestión Educacional de la Universidad de Talca. Actualmente se desempeña como Jefe de Unidad Técnico Pedagógico del Departamento de Educación de Hualañé, Región del Maule. Esto le ha permitido conocer el contexto escolar y poder realizar estrategias de mejoramiento en función del desarrollo profesional docente para impactar en los aprendizajes de los estudiantes. Lo pueden contactar aquí, para cualquier consulta: [email protected]
Interesante artículo, mucha información técnica que nos sirve de apoyo a las comunidades educativas.
Felicitaciones a Jorge ! Gran profesional e innovador docente.
Interesante la información que nos da una visualización de una evaluación e aprendizaje a aprendizaje como se evalúa as evidencias de nuestros alumnos. Podría compartir más información sobre el tema