Resaltar palabras clave, fechas y nombres son los usos más comunes que se le da al destacar, pero ¿es lo más efectivo? Acá te contamos 3 nuevas formas.
“No hay mucho pensamiento involucrado con el uso de destacadores y, por lo tanto, no hay mucho aprendizaje”, escribe el profesor de psicología AP Blake Harvard en su blog The Effortful Educator. Esta crítica está basada en un estudio de 2013 sobre destacar o subrayar textos, en donde los investigadores concluyeron que, a pesar de ser una estrategia muy utilizada, la forma en que se usa normalmente no produce ningún beneficio.
Los estudiantes a menudo cometen el error de pensar que porque han resaltado algo, lo han absorbido y están listos para seguir adelante. Pero eso es un error, según lo que argumenta Harvard, de hecho, les impide involucrarse realmente con el material a un nivel más profundo para que el aprendizaje se mantenga y estén llenando activamente las lagunas de conocimiento.
Lo anterior, se debe a que los estudiantes a menudo usan un resaltador o destacador para identificar ideas clave, nombres y fechas, o material que creen que podría ser importante para una prueba, pero no se esfuerzan por procesar el material con mayor profundidad.
Por ello, Harvard, propone 3 nuevas estrategias de resaltado para los textos, que te comentamos a continuación:
1. Brain book buddy:
Con este método, el resaltado se invierte: los marcadores se utilizan como herramientas para ayudar a los estudiantes a identificar las lagunas en el conocimiento. El psicólogo desarrolló la secuencia cerebro-libro-amigo, una estrategia de preparación de exámenes de tres pasos que expone puntos ciegos en la comprensión.
Esto se basa en que se debe hacer una prueba de práctica, en donde los estudiantes escriben sus respuestas en una hoja de papel con tres columnas. En la primera columna, responden preguntas usando solo lo que saben -sin verificar ningún recurso externo- y a medida que escriben las respuestas, resaltan en verde todo aquello de lo que se sienten inseguros.
En la segunda columna, los estudiantes revisan sus notas y libros de texto para validar sus respuestas, resaltando la información adicional y correctiva en amarillo. Finalmente, los estudiantes se emparejan y registran sus respuestas finales en la tercera columna, usando marcadores naranjas para resaltar visualmente el material que mejoró sus respuestas.
La comparación de sus respuestas en cada una de las tres columnas permite a los estudiantes ver cómo cambió su comprensión a lo largo de la actividad, explica Harvard. En la primera columna, ven lo que saben; mientras que, en las columnas dos y tres, ven cuánto les queda por aprender.
2. Anotaciones creativas:
Este método toma el resaltar partes de un texto como un punto de partida, ya que, el siguiente paso es anotar el texto, sintetizar información y escribir breves resúmenes, reflejando o incluso dibujando representaciones del texto marcado. Esto convierte lo que de otro modo serían "aspectos destacados sin sentido" en una "experiencia de aprendizaje significativa", de acuerdo con el psicólogo.
También se incorpora a las anotaciones colaborativas que los estudiantes anoten el mismo texto y analicen las anotaciones de cada persona para encontrar inspiración, descubrir similitudes o hacer preguntas.
En las clases en línea se pueden utilizar herramientas digitales como documentos de Google, para que los estudiantes puedan analizar el mismo texto y compartir esas anotaciones con sus compañeros.
3. Preguntas generadas por los estudiantes:
Las estrategias de estudio pasivo, como el resaltado, es superficial ya que es promovido por la ilusión del conocimiento, lo que significa que los estudiantes -a menudo- tienen la impresión después de leer un texto, por ejemplo, que han captado el mensaje.
Después de resaltar una idea clave, los estudiantes deben generar sus propias preguntas; una estrategia que mejorará su comprensión del tema, impulsar el interés y atraer a los estudiantes reacios. Se sugiere comenzar con preguntas fácticas como recordar fechas, cifras o eventos clave.
A medida que los estudiantes se familiaricen con la estrategia, puede animarlos a que escriban preguntas más complejas o incluso a usar sus preguntas para un juego o un cuestionario para toda la clase usando aplicaciones como Kahoot o Quizlet .
Al convertir los aspectos más destacados en preguntas y luego autoevaluarse, o incluso al compartir sus preguntas con la clase, los estudiantes no solo resaltan el texto de manera pasiva, sino que se involucran activamente con el material con niveles más altos de esfuerzo cognitivo, lo que lleva a una comprensión más profunda.
¡Grandes estrategias para usar en el aula!
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