Centrándose en el autocuidado, el respeto, la ecología y la autonomía, este proyecto –liderado por Alejandro Caro– busca que sus estudiantes ciegos y de baja visión, sean ciudadanos globales a través de la música.
El Colegio Santa Lucía de Fundación Luz es conocido como uno de los primeros colegios para personas ciegas y de baja visión de América Latina. En ese establecimiento, ubicado en Santiago, trabaja desde el año 2009 el profesor Alejandro Caro, quien está a cargo de la orquesta y ahora, es quien lidera un proyecto que ya se desarrolla y espera potenciar –durante 2022– las capacidades de sus estudiantes a través de sus emociones, con un huerto como centro del trabajo.
El proyecto, que se desarrollará en formato de taller, buscará potenciar la innovación pedagógica, porque los estudiantes crearán música y canciones inéditas, inspiradas en sus emociones y aprendizajes en el cuidado de un huerto orgánico. El trabajo, se dividirá en los 3 ciclos educativos para la creación del material musical. Lo anterior se basará en las necesidades propias por edad y nivel académico: área de pre básica, primer ciclo y segundo ciclo.
“Está comprobado científicamente que el canto y la música favorecen el bienestar individual y grupal, creando ambientes positivos. Esto es ideal para traspasar e internalizar -de manera exitosa- los conocimientos. Además, permite a niñas y niños aprender con confianza y de forma lúdica”, considera Alejandro.
Del huerto escolar, surgirá la inspiración
Como uno de los objetivos del proyecto es potenciar el autocuidado, desarrollo personal e incentivar la autonomía, el profesor Alejandro propuso la creación de un huerto escolar. Se trata de un primer paso para lograr los propósitos propuestos, además de inculcar un compromiso ecológico, para insertarse en una sociedad en armonía con el medio ambiente. Hasta la fecha, cuentan con un huerto al interior del colegio, llamado Jardín Sanador.
El espacio del huerto invita a desarrollar varias de las habilidades del siglo XXI, además de potenciar una visión de ciudadanos integrales y es una invitación al trabajo interdisciplinario. Por esa razón, se pretende que los estudiantes trabajen en ese espacio, desde preparación de la tierra hasta la cosecha de los vegetales. “Cada estudiante tendrá una tarea, habrá líderes por área de trabajo y reuniones semanales para evaluar el avance del huerto”, explica el docente.
Junto con esto, se harán sesiones de conversatorio para hablar sobre esta iniciativa, donde se reforzarán los valores y competencias que este proyecto pretende transmitir a los estudiantes. En estas sesiones de conversatorio participarán también la psicóloga y los otros docentes del proyecto de manera de realizar un trabajo colaborativo, que asegure la correcta transmisión de conocimientos e internalización por parte de los estudiantes.
Las canciones abarcarán distintas etapas del huerto
El método de trabajo que propone Alejandro estará dividido de la siguiente forma: en el área de pre básica, se crearán dos canciones enfocadas en la importancia de la alimentación saludable y el aprendizaje del trabajo en el huerto, desde la siembra a la cosecha vegetal. De esta manera, se facilitará la cercanía de los estudiantes con ambas temáticas.
En tanto, los estudiantes del primer ciclo crearán dos canciones enfocadas en el autocuidado, respeto por el medioambiente y conciencia ecológica. En el segundo ciclo, también se crearán dos canciones, pero enfocadas en la importancia de la autonomía y el trabajo en equipo con liderazgo positivo.
“La música puede servir como puente, uniendo distintos aspectos del aprendizaje, en cuanto a asignaturas y valores. Llevando esto a un nivel de internalización superior en el estudiante, que integra dichos conocimientos de una manera más rápida y eficiente”, asegura Alejandro.
Además, en este proyecto, participan docentes de diversas áreas como lenguaje, religión, ciencias y música, así como especialistas en fonoaudiología y psicología, lo que asegura una formación de alto nivel en lo valórico y en cuanto a las competencias que los estudiantes recibirán, dándoles una enseñanza integral y muy creativa. ¡Clave, especialmente para estudiantes ciegos y de baja visión!
Finalmente, las canciones que surjan del proceso creativo de los estudiantes serán presentadas ante toda la comunidad educativa con el Jardín Sanador como escenario al concluir el proyecto. Además, los temas musicales podrán formar parte del repertorio del coro institucional del colegio y quedar en un registro sonoro al grabarlas en un estudio, constituyéndose en un aporte como material didáctico para el colegio.
Por esto y mucho más, este proyecto es uno de los finalistas al premio Elige Innova 2021.
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