Manuel Puebla aplica una metodología basada en neurociencia para que sus alumnos aprendan a aprender.
Manuel Puebla tiene 34 años, hace clases en el Colegio CREE de Cerro Navia y es uno de los tres finalistas del Global Teacher Prize Chile 2022 en la categoría música. Fue nominado para participar del proceso por ex alumnos, docentes, apoderados y sus mismos estudiantes. Los motivó el particular carisma y personalidad del profesor que sale a relucir en el manejo teórico e innovador a la hora de impartir sus clases, donde la neurociencia y la tecnología juegan un papel fundamental.
“No me lo esperaba, tengo ex alumnos que siempre me decían que debería postular, pero uno nunca se mira a sí mismo, sobre todo al conocer tantas experiencias de colegas que son increíbles. Así que ser nominado ha sido muy bonito, porque pese al tiempo que ha pasado desde que no veía a varios de mis ex alumnos con este gesto me hacen ver que no me han olvidado, y eso emociona muchísimo”, relata Manuel.
Su sello como educador va de la mano con lo que se conoce como “escuela activa”. “Es enseñar de manera diversificada, o sea, enseñar una cosa de más mil formas diferentes, para que cada alumno pueda incorporar lo que necesita aprender a su manera y a su ritmo y ayudarlos a crecer como personas por medio de la música”, explica el docente.
Diversificar de manera lúdica los contenidos
Manuel creció en la comuna de Cerro Navia como un apasionado de la música, pero sin los recursos suficientes como para tomar lecciones teóricas o aprender a tocar instrumentos. “Ese contexto me enseñó a aprender a aprender, de forma muy autodidacta y eso es lo que me gusta transmitir, quiero enseñar a otros a encontrar otros caminos para aprender cuando hay pocos recursos”, relata.
Estudió pedagogía y aunque se tituló como profesor de enseñanza media, fue en los niños y niñas de básica donde encontró una fuente de inspiración para especializarse y elaborar una forma de enseñar que se ha convertido en su sello. “Los más pequeñitos están tan motivados, ¡quieren hacer todo! Y por eso mismo he aprendido montones de ellos, de las diversas formas con las que buscan y ansían incorporar los contenidos”, cuenta.
Luego de cursar un magíster en neurociencia, donde estudió el desarrollo del cerebro de los infantes, se ocupó de perfeccionar el arte de enseñar mediante el juego. Manuel es un convencido de que esta es la mejor manera de desarrollar el potencial de sus estudiantes, no sólo en el ámbito artístico, sino también social.
“Busco siempre enseñar de forma que todos puedan tener una experiencia a través de la música, diversificando de manera lúdica e inclusiva los contenidos, para que todo el universo que pueda estar representado en un grupo curso pueda adquirir y disfrutar aprendiendo”, concluye.
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