Merle Davies, una experta en desarrollo infantil temprano, comparte estas estrategias claves.
Merle Davies, es directora del Centro para el Desarrollo Temprano del Niño, en Blackpool (Inglaterra) y lidera Blackpool Better Start, una programa que tiene como objetivo mejorar las oportunidades de vida de los bebés y los niños pequeños ofreciendo un aumento significativo en el uso de prevenciones a lo largo del embarazo y en los primeros tres años de vida. La experta en desarrollo infantil se ha convertido en un referente y su visión ha permitido que muchos entiendan la relevancia de lo que sucede en los primeros años de vida de un ser humano y la importancia de las interacciones que tienen los bebés con los adultos (incluyendo padres y educadores infantiles).
“Desarrollar un cerebro se parece mucho a construir una casa: hace falta una buena base”, dijo la experta en un artículo de la BBC, donde además aconseja 7 estrategias que son fundamentales para estimular el desarrollo cerebral de los niños. Los consejos, muy útiles para la familias, también reflejan la trascendencia del rol y de las acciones de otros adultos que son indispensables: los educadores infantiles.
1. Interactuar “como en el tenis”
Esta estrategia de desarrollo temprano que recomienda Merle está inspirada en las dos acciones de un partido de tenis, conocidas en inglés como “serve and return” (servir y devolver). ¿Cómo se hace esto? Por ejemplo, cuando un bebé balbucea o emite sonidos como “gu gu” o “ga ga”, el adulto debe responder. O cuando un niño pasa uno de sus juguetes, los adultos deben decir “gracias”. “Cuando un bebé o un niño pequeño balbucea, hace un gesto o llora, y un adulto le responde atentamente con contacto visual, palabras o un abrazo, se establecen y fortalecen en el cerebro del niño conexiones neuronales que van a apoyar el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas”, se explica en el Centro del Desarrollo del Niño de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
2. Leer
La experta recomienda leerle a los niño menos 15 minutos al día. Esto, explica, marca una diferencia en su desarrollo. “Tenemos evidencias de que los niños a los que les leen tienen más éxito en la escuela. También tienen una mayor autoestima, establecen mejores relaciones con otros niños y con frecuencia demuestran un mejor comportamiento”, explica Davies.
3. Hablar
Hacer preguntas, dar ejemplos, compartir canciones y hablar sobre lo que comentan los niños es la mejor estrategia para desarrollar habilidades cognitivas. Incluso cuando los niños dicen algo que parece intangible, Davies recomienda iniciar conversaciones con ellos. Esa es otra forma de interactuar.
4. Controlar
Según el Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, las relaciones de apoyo estables con adultos a una edad lo más temprana, puede prevenir o revertir los efectos dañinos de algo que se llama estrés tóxico. Este tipo de estrés se da en situaciones de extrema vulnerabilidad, violencia, abuso o negligencia y puede causar retrasos en el desarrollo y problemas de salud hasta en la edad adulta. Por eso, dice la experta, quienes cuidan a los niños deberían estar alerta sobre el tipo de ambiente en el que se encuentran; en otras palabras, controlar estos ambientes para que sean acordes a sus necesidades.
5. Responder
Un adulto poco receptivo o indiferente puede fomentar las dificultades sociales de un niño. Esto, a su vez, puede afectar su desarrollo físico y emocional. Por esto, la relación que se establece entre un bebé o un niño de menos de dos años y los adultos, es clave para su desarrollo físico, emocional e intelectual. Los niños más pequeños necesitan sentirse seguros, protegidos y cuidados por sus adultos. Una forma de lograr esto es interactuar con los niños y responder a ellos.
6. Jugar
“Jugar es esencial para el aprendizaje y el bienestar de un niño”, dice Merle Davies. Si esto se hace al aire libre, los beneficios son aún mayores. Los expertos avalan el juego al aire libre y aseguran que esto puede ayudar a reducir el riesgo de tener miopía. También hay estudios que evidencian que al jugar en el exterior, la miopía infantil puede progresar a un ritmo más lento.
7. La dieta
Merle Davies asegura que una dieta pobre puede impactar negativamente el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso de un niño. Con la introducción progresiva de alimentos sólidos, después de la leche materna, es importante variar los alimentos para que éstos respondan a las necesidades nutricionales del niño.
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