La primera Escuela Normal de Preceptoras abrió sus puertas como un espacio para quienes eran consideradas por el Estado, las mejores maestras de Chile.
En el año 1854, abre sus puertas en Santiago la primera Escuela Normal de Preceptoras, un hito importante que contribuyó a la inserción de la mujer en el mundo profesional. Esta escuela estaba a cargo de las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús y se diseñó especialmente para quienes eran consideradas las mejores maestras de Chile, aquellas en las que según el Estado, se debía confiar la educación de los estudiantes de primaria en las escuelas públicas del país. Ese año, la Escuela Normal contaba con un total de 40 alumnas, en su mayoría de origen humilde quienes encontraban en la oportunidad de ingresar a esa escuela una alternativa para generar ingresos. Además de las alumnas estaba una directora que bajo el apoyo del Estado, tenía la facultad de tomar varias decisiones importantes con respecto a la enseñanza, como el reglamento interno y los ramos de estudio.
El currículum
El currículum de esta prestigiosa escuela contaba con materias como lectura, escritura, dogma y moral religiosa, gramática castellana, aritmética, geografía, dibujo, métodos de enseñanza mutua y simultánea, costura, bordado y otras labores de aguja. Estas últimas marcaban la principal diferencia entre ésta escuela y su contraparte masculina, en la cual tenían ramos como agricultura, música vocal, correspondencia epistolar y cosmografía. La primera Escuela Normal de Preceptores fue la Escuela Normal Superior José Abelardo Núñez y abrió sus puertas en Santiago en el año 1842. Su primer director fue Domingo Faustino Sarmiento, escritor, político y también presidente de la nación argentina en 1868. Esta institución, que formó profesores de enseñanza primaria, fue la primera en su tipo en Chile y la más antigua en Hispanoamérica. La formación normalista en ésta, al igual que en la Escuelas Normal de Preceptoras, buscaba mejorar el déficit educativo de la época y llegar a los sectores más vulnerables y rurales del país.
La arquitectura
La Escuela Normal de Preceptoras impactó la educación de múltiples formas, incluso desde la arquitectura. Con un edificio nuevo inaugurado en el año 1886, el establecimiento pasó a ser un modelo pionero en arquitectura escolar, hecho que marcó a su vez, la instauración de un modelo educativo alemán que estuvo liderado por la educadora Teresa Adametz, quien enfocó su esfuerzo en despertar las habilidades o facultades de sus alumnas a través de los conocimientos de la psicología y la teoría de la educación. En el discurso de inauguración del nuevo edificio, Adametz dijo unas conmovedoras palabras que daban cuenta de la realidad de la mayoría de sus estudiantes:
“No olviden jamás, hijas mías, las modestas habitaciones en las cuales han nacido, ni los hogares humildes en los cuales la mayor parte de ustedes irán después a pasar su vida. No olviden que todo lo que se les proporciona aquí: casa, alimento, educación, es un préstamo que ustedes reciben de sus conciudadanos, y que sólo pueden pagar semejante deuda haciendo lo que de ustedes se espera: primero, buenas alumnas de esta Escuela, y después buenas maestras del pueblo”.
La Escuela Normal Nº1 de Niñas Brígida Walker
De Escuela Normal de Preceptoras, en 1944 pasó a ser Escuela Normal Nº1 de Niñas Brígida Walker, nombre dado por el nombre de la primera directora chilena que tuvo la Escuela Normal Nº 1, quien ingresó a ésta en el año 1889 como parte de la primera promoción titulada bajo la dirección de Adametz. Entre 1891 y 1903, Brígida Walker Guerra redactó el Primer Reglamento Interno de las Escuelas de Práctica, documento que fue el cimiento de la organización de las futuras escuelas anexas a las Normales. La labor de Walker continuó hasta 1973, año en que las autoridades militares de la época decretan la reorganización de las escuelas normales.
El final
En la promoción inicial, de 40 alumnas, once egresaron. Después de 10 años de funcionamiento se titularon 63 normalistas. Así, la escuela continuó durante 120 años forjando incontables generaciones que se desempeñaron en escuelas primarias de todo el país. Pero el 11 de marzo de 1974 un decreto estableció el cierre definitivo de las escuelas normales, dejando atrás toda una historia de formación docente por donde pasaron grandes educadoras, incluida la profesora rural y poetisa Gabriela Mistral.
Descubre más detalles de la historia de la Escuela Normal en Memoria Chilena.
Muy buena y reconocida educacion, se echa mucho de menos esa enseñansa y esos profesores hoy dia. Fue una pena y gran error haber terminado con las Escuelas Normales.
Que gran Patrimonio cultural es la Escuela Normal N° 1 Brígida Walker, cimiento de maestras que quedarán en los anales de nuestro querido Chile, de las cuales tengo el honor de ser hija y sobrina. Me han mostrado el verdadero amor y respeto a nuestra profesión de profesoras, guías que con dulzura y firmeza abren nuestras mentes y corazones para ser grandes hombres y mujeres que aportan a las familias y a nuestro País día a día.
Dios bendiga a Brígida Walker por su liderazgo y por sus conmovedoras palabras a sus estudiantes.