¿Qué dicen, cómo lo dicen y qué estrategias se pueden implementar para estimular el desarrollo del lenguaje en esta etapa fundamental de los niños? Acá algunos consejos.
Según la ciencia, en los primeros tres años de vida, se construye el 80% de la arquitectura cerebral (estructura y funciones). Por esta razón, las experiencias que viven los niños y niñas a esas edad, son vitales para su desarrollo a corto y largo plazo. Teniendo esto en cuenta, Chile Crece Contigo –el Sistema de Protección Integral a la Infancia del Estado de Chile–, diseñó un libro –Descubriendo Juntos: El desarrollo y estimulación de tu hijo o hija en sus primeros dos años de vida–, que contiene información relevante y actualizada por expertos en temas de crianza y estimulación desde el nacimiento y hasta los dos años de edad. Las temáticas, organizadas por edad, evidencian cúal es el proceso de desarrollo de los niños y por qué es importante proporcionarles experiencias de aprendizaje positivas que favorezcan su bienestar cognitivo y socioemocional.
Hábitos y rutinas, apego, sueño, el juego, la música, la estimulación psicomotora, el crecimiento y la salud oral, son algunas de las categorías de este libro que proporciona claves indispensables para las familias. Uno de los temas más importantes en ese listado es la estimulación del lenguaje. El tema se presenta por edades y además se entregan claves para la estimulación de éste.
De los 18 a los 24 meses, por ejemplo, se explica que los niños empiezan a comunicarse con sus padres, madres o cuidadores principales con las primeras palabras que tienen un significado especial para ellos.
Estas palabras van aumentando en número hasta que logran unirlas y formar frases para expresar y explicar lo que están observando y sintiendo. Se produce entonces una “explosión” fascinante del lenguaje, cosechando palabras que se han sembrado desde el primer día de vida. En esta etapa la jerga va desapareciendo, el niño utiliza sólo palabra que se unen de a dos, por ejemplo: “quiero jugo”, “zapato papá” –aunque no las pronuncie bien–. Cerca de los 24 meses tiene casi 50 palabras que pueden ser aproximaciones parecidas a las formas adultas. Además responden bastante bien preguntas cerradas –con un “sí” o un “no”–. y logran hacer preguntas simples como “¿qué es eso?”, subiendo el tono al final, para llamar la atención de los otros. El “no” es utilizado como estrategia de negociación antes del objeto, por ejemplo: “no, jugo”. También comienzan a hacer uso de posesivos como “mío” o pronombres para referirse a sí mismo (“yo”, “mi”, entre otros).
¿Cómo estimular todo ese proceso del lenguaje que se da entre los 18 y los 24 meses? En el libro Descubriendo Juntos: El desarrollo y estimulación de tu hijo o hija en sus primeros dos años de vida, se sugieren las siguientes estrategias:
1. Háblale normalmente, sólo un poco más lento y respeta siempre los turnos de la conversación, sin interrupciones.
2. Pídele ayuda a tu hijo o hija; intégralo en las actividades cotidianas del hogar y conversen sobre lo que están haciendo.
3. Enséñale rimas y canciones cortas.
4. Leéle diariamente un cuento y entablen una conversación sobre el texto.
5. Motívalos para que hablen con otros adultos o niños.
6. Trata de jugar simbólicamente. Algunos ejemplos: imitar una llamada telefónica, alimentar una muñeca o hacer una fiesta de animales.
7. No olvides que los niños y niñas son grandes imitadores y por esta razón, harán y dirán todo lo que vean y escuchen.
8. Si el niño o la niña no pronuncia algo correctamente, nunca le digas: “así no se dice”. Tampoco lo obligues a repetirla. Lo que se sugiere es que el adulto repita la palabra en distintas frases cortas. Otra alternativa es aparentar que no escuchaste la palabra para pedirle que la diga de nuevo. Se pueden decir cosas como: ¿ah?, ¿cómo dices? (con cara y gesto de pregunta).
Muchas de estas estrategias son parte de lo que día a día realizan miles de educadores de párvulos alrededor del mundo. Se trata de herramientas que fortalecen las habilidades de quienes están al cuidado de niños y niñas, y con ello, el trabajo que se realiza al interior de las Salas Cunas y Jardines Infantiles.
Descubriendo Juntos: El desarrollo y estimulación de tu hijo o hija en sus primeros dos años de vida, Chile Crece Contigo.
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