En un contexto educativo, la confianza es absolutamente relevante para todos los miembros de la comunidad educativa, especialmente para los docentes docentes, pues sobre ésta, se construyen y se logran muchísimas cosas.
¿Qué es la confianza? Según los profesores e investigadores Megan Tschannen-Moran y Christopher Gareis, de la Escuela de Educación del College of William and Mary (Estados Unidos), la confianza es un “constructo con muchas facetas”, facetas que pueden variar según el contexto o el vínculo entre una persona u otra.
En un contexto educativo, la mayoría de los docentes reconocen la importancia de establecer relaciones de confianza, aunque a veces esto represente un desafío. Un espacio escolar sin confianza, dicen los investigadores, puede generar un clima de tensión que interfiere con el aprendizaje, tanto de los estudiantes como de los profesionales, en cambio, un lugar que crece en un clima de confianza, permite a los miembros de una comunidad amplificar las fortalezas y crear entornos donde la curiosidad y el amor por el aprendizaje es prioritario.
¿Cómo se genera este clima y quiénes son los principales convocados? En los líderes escolares podría estar la respuesta…
En sus manos está crear lazos de confianza que inspiren a los profesores a seguir mejorando cada día. De hecho, según lo mencionan Claudia Llorente y Paulo Volante en un artículo de Liderazgo Escolar, en un estudio de 2014, la profesora Tschannen-Moran encontró que la confianza de los profesores en su director establece “el tono” del resto de las relaciones en la escuela. Además, según el estudio, esa confianza con el director también se relaciona con la confianza entre el grupo de docentes, la confianza hacia los estudiantes y la confianza hacia los apoderados.
En otras palabras, lo que evidencia el estudio de Tschannen-Moran es que los líderes efectivamente tienen una enorme influencia en la escuela. Entonces, si el director establece relaciones de confianza, muchas cosas pueden suceder. Por ejemplo, los profesores pueden sentir que pueden confiar en sus compañeros y además pueden estar más dispuestos a compartir sus éxitos y desafíos con los directores, hecho fundamental para seguir aprendiendo y mejorando.
Metafóricamente, Tschannen-Moran y Gareis dicen que, sobre los terrenos fértiles, la enseñanza efectiva y el aprendizaje pueden enraizarse y crecer. En dichos terrenos fértiles, el liderazgo escolar es esencial y la confianza es determinante en el “cultivo” de ese liderazgo, un liderazgo que a lo largo del tiempo puede nutrir la cultura escolar. Pero, ¿cómo pueden los líderes educativos generar esa confianza al interior de las escuelas? Tschannen-Moran y Gareis comparten las condiciones que consideran necesarias para que esto sea posible:
1. Reconocer la vulnerabilidad
Según los investigadores, la confianza se ha definido como la disposición a sentirse vulnerable. En ese sentido, un desafío para los líderes es reconocer manifestaciones como estas y permitir que los profesores las expresen. En otras palabras, se trata de permitir que los docentes demuestren dicha vulnerabilidad.
2. Preocupación genuina
Un director puede ganarse la confianza de sus profesores al mostrar una preocupación genuina por ellos y también por otros miembros de la comunidad, como los estudiantes y sus familias. Los investigadores resumen esto en una palabra: la benevolencia entendida como buena voluntad y disposición para trabajar por el bienestar de los otros.
3. La honestidad
Es uno de los elementos más claves en la construcción de la confianza. La honestidad no es sólo decir la verdad, es ser íntegro y coherente con respecto a lo que se hace y se comunica. Esto significa también representar las propias creencias y sentimientos, y también hacerse responsable por los propios errores, en vez de culpar a otros.
4. Accesibilidad y apertura
Los directores pueden generar relaciones de confianza al intercambiar pensamientos con los profesores, pero también abriendo espacios donde ellos también puedan exponer sus ideas y opiniones. Se trata de que los profesores vean al director como accesible y abierto, pues esto genera mayores vínculos de confianza.
5. Competencias
Cuando los directores demuestran competencias y su habilidad para completar tareas, dicen los investigadores, los profesores parecen confiar más en ellos.
6. Cumplir
Los profesores necesitan saber que sus líderes cumplen sus promesas de una forma regular y constante. Esto es determinante a la hora de confiar.
Fundamental no olvidar estos aspectos y sobre todo, la relevancia de generar espacios donde la confianza sea una prioridad. Todos los miembros de la comunidad educativa, se verán beneficiados.
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