La escritora y conferencista Susan Horowitz, conocida por su charla TED, El poder de los introvertidos, comparte algunas estrategias que deberían implementar los profesores para acoger a los estudiantes que hablan menos.
Susan Horowitz Cain, escritora, conferenciante estadounidense, y autora del libro "Tranquilo: el poder de los introvertidos en un mundo que no puede dejar de hablar", ha tenido, a lo largo de su carrera, un interés particular por los estudiantes introvertidos, es decir, por aquellos que en las salas de clases son más callados de lo normal.
Cain recuerda muchos momentos de su niñez en los que sus profesores y compañeros le exigían ser más social y abierta, aunque ser así no era parte de su naturaleza. En su charla TED, El poder de los introvertidos, la conferencista dice que el mundo está diseñado para extrovertidos, lo que es paradójico, pues la mitad de la población mundial tiene tendencias introvertidas. Esto se ve reflejado en las escuelas, donde según Cain, deberían hacerse cambios importantes que acojan a ese tipo de estudiantes.
En una entrevista de Ideas TED, Cain explica que muchas clases están centradas en el trabajo en grupo, e incluso cuando los profesores quieren cambiar esta dinámica para ofrecer algo diferente a sus estudiantes introvertidos, el sistema no se los permite. “No tienen el margen de maniobra para modificarlo, a pesar de que creen que deberían hacerlo” explica Cain. Además de esto, la escritora considera que en general existe una enorme necesidad de padres y profesores que necesitan comprender mejor cómo enseñarle a los niños introvertidos.
Entonces, ¿cómo apoyar la labor de los profesores en este sentido?
“Creo que tenemos que hacer una formación general de docentes para que sean conscientes de lo que hace que un alumno sea introvertido, lo que eso significa y la mejor forma de cultivar el talento de esos estudiantes”, explica la autora. Lo primero que dice Susan es que los maestros debería evitar establecer estándares sociales de aquello que en teoría es “normal”. Hay investigaciones que muestran que si un estudiante no tiene amigos en absoluto, puede haber problemas, pero también hay estudiante que tienen uno, dos o tres amigos y prefieren profundizar esas amistades en lugar de formar parte de un gran grupo. No hay nada de malo en ello y de hecho, ese estilo de socialización funciona.
Lo que quiere decir ella con esto es que es clave identificar los problemas cuando están allí (como un estudiante que realmente quiere hacer amigos pero no sabe cómo hacerlo), pero también es clave no crear problemas cuando no están allí diciendo cosas como: “deberías ser más sociable”.
Si se permite a los adultos que escojan el tipo de vida social que quieren tener, entonces, explica Susan, se debería permitir ese mismo tipo de flexibilidad en los niños. “A menudo les pido a las personas que se imaginen su próximo gran aniversario y que piensen cómo querrían celebrarlo. Algunas personas quieren celebrar con una gran fiesta llena de amigos, y otras personas prefieren salir con su familia o con un par de amigos cercanos. Pero piense en lo que esperamos que hagan los niños en sus fiestas de cumpleaños. Esperamos que inviten a toda la clase, y que este sea un gran acontecimiento. Recibo cartas de los padres todo el tiempo, diciendo: ‘Invitamos a toda la clase a pasar el cumpleaños, y mi hija parecía feliz durante los primeros 15 minutos, y luego se fue a su habitación y no quería salir’. Diría que se trata de: celebrar la forma en que el niño quiere celebrar. No le dé al niño la idea de que solo hay una forma de hacerlo”, dice Susan.
Además de esto, ella sugiere algunas acciones pequeñas para hacer la diferencia en la sala de clase:
1. Tiempo tranquilo: asegúrate de construir un tiempo tranquilo en el día escolar, especialmente cuando los niños son más jóvenes. Reserva 15 minutos cada día para que los estudiantes lean. Asegúrate de que el diseño de la sala de clase tengan rincones donde los niños puedan ubicarse cómodamente con un libro.
2. Recreo alternativo: los docentes deberían pensar en proporcionar alternativas al clásico recreo, donde muchos estudiantes no se sienten tan cómodos. Una idea es abrir un salón de clases y dejar que los estudiantes se sienten y jueguen juegos de mesa en grupos pequeños, o lean un libro, o simplemente salgan y se relajen. La idea de que todos sientan que se recuperaron, a su manera, en este recreo. A algunos les gustará, otros no. A algunos les gustará algunos días, pero preferirían una alternativa en otros días. Se trata de maximizar las alternativas para los estudiantes introvertidos.
3. En el aula: Susan sugiere que los docentes equilibren el trabajo grupal y el trabajo individual. Una forma de lograrlo es haciendo más actividades en parejas y no en grupos tan grandes. De esta forma, tanto introvertidos como extrovertidos pueden prosperar. “Me gustaría desafiar a los docentes a que reconsideren lo que quieren decir con la participación en clase y, en cambio, comiencen a pensar en ello como un “compromiso” en el aula. La participación termina recompensando la cantidad, por lo que los niños levantan la mano por el simple hecho de hablar, y eso no beneficia a nadie. Pero el compromiso reconoce que hay muchas formas diferentes de interactuar con el material y con sus pares. Si lo piensas más ampliamente, un estudiante que escucha bien o que ofrece un gran comentario reflexivo puede ser tan valorado como el que siempre levanta la mano”, afirma Susan.
En general, ella es un defensora de las salas de clase flexibles, de los espacios que dejan prosperar a todos los estudiantes y no sólo aquellos que se atreven a alzar la voz más que otros. “Sí. Estoy imaginando espacios que son más flexibles y que en cualquier momento dado permitan elegir: ¿Quiero estar en un espacio en solitario? ¿Quiero estar en un espacio pequeño para grupos? ¿Quiero estar en un espacio más concurrido y animado? Un diseño que realmente toma en cuenta el hecho de que todos nosotros, alternamos nuestros días entre desear cada uno de esos tres tipos de espacios”. Se trata, en otras palabras, darle las mismas oportunidades a todos los alumnos, teniendo en cuenta sus infinitas formas de ser y aprender.
Leave a Reply