Tres familias protagonizan un documental que pone en evidencia el impacto positivo que puede tener la asistencia a una sala cuna o jardín infantil en el desarrollo de niños y niñas. Un lugar que ha sido diseñado especialmente para ellos.
“Lo importante es que estos espacios permiten el juego libre de niños y niñas. Le dan más autonomía y al estar todo construido para ellas y ellos, les permite la visualidad. Aquí estamos construyendo memoria, por eso el entorno es muy importante. Y esta memoria se apoya en la lugaridad y el apego espacial de niños y niñas. La lugaridad es la relación de pertenencia con el lugar; los niños tienen derecho a una estética. El apego espacial, es aquel afecto que se establece con el lugar que es parte muy importante en el desarrollo de los niños”. Estas son algunas de las palabras de la Arquitecto de la JUNJI, Myriam Pilowsky, quien resume a grandes rasgos la esencia del documental Donde todo comienza: Más salas cuna y jardines para Chile, una producción de la Junta Nacional de Jardines Infantiles que pone en evidencia a través de tres historias, el impacto que ha tenido y puede tener el aumento de cobertura de la educación parvularia en Chile.
Rodrigo Bascuñán y Ana Cotal, padres de Diego, un niño con Síndrome de Down; Jorge Escobar, un padre soltero que cuida de sus tres hijos y Savka Pewmay, una joven que fue madre adolescente y ahora intenta terminar sus estudios, son algunos de los padres que gracias a la construcción de nuevas salas cuna y jardines infantiles públicos de calidad, han tenido el inmenso beneficio de que sus hijos accedan a la educación inicial en un periodo de vida que es fundamental para el desarrollo presente y futuro.
Donde todo comienza: Más salas cuna y jardines para Chile narra la experiencia de estas familias, la realidad de su cotidianidad y el impacto positivo de la educación que reciben sus pequeños hijos.
En una hora se evidencia también la nueva infraestructura de estos establecimientos educativos. Salas con amplios espacios, luz natural, colores llamativos y paredes eficientes que mantienen el calor, son solo algunos de los elementos que se destacan en espacios que sin duda alguna fueron pensados para generar experiencias pedagógicas significativas y de primer nivel. En estas salas cunas y jardines, los hijos de Rodrigo, Ana, Jorge y Savka Pewmay y los de muchos otros padres, son verdaderos protagonistas de un aprendizaje donde el juego, el movimiento libre y el afecto, son fundamentales.
“… es un periodo de la vida en la que necesitan desplazarse, que necesitan moverse, que necesitan interactuar con otros en espacios amplios. El concepto de bancos de trabajo, de mesas de trabajo, la estamos reemplazando por el espacio de exploración y de aprendizaje para los niños. Estamos hablando de ambientes de aprendizaje que conlleva tanto a las interacciones como el espacio físico”, afirma Antonia Cepeda en el documental (Directora Técnico Pedagógico JUNJI).
El documental no sólo muestra el avance en materia de cobertura, también confirma la importancia de invertir en la primera infancia con espacios educativos que realmente tengan un impacto en los niños, las familias y la sociedad.
“Existe suficiente evidencia para asegurar el impacto positivo que la educación de calidad tiene en el desarrollo y en la vida de niños y niñas. Sabemos que en esta etapa se sientan las bases para el aprendizaje futuro, así que al invertir en este nivel se está invirtiendo en todos los niveles posteriores. Sabemos también que el costo-efectividad de invertir en este nivel, es mucho mayor que en los niveles superiores y que disminuye las brechas socioeconómicas. Invertir en educación inicial es un imperativo moral pues permite potenciar el desarrollo de niños y niñas y apoyar a sus familias para mejorar la calidad de vida de sus integrantes, y es la mejor herramienta que tiene un país para asegurar que su población se desarrolle, y a la vez, mejore la productividad del país”, afirma María Jesús Sánchez, Directora de Investigación en Elige Educar y Magíster en Política Social y Planificación, tras la exhibición del documental.
La producción audiovisual de la JUNJI es una invitación importante a entender el impacto que puede tener una educación inicial de calidad en cualquier contexto socioeconómico y en distintas zonas del país. Los padres que protagonizan esta historia son testigos de este impacto, son testigos de cómo sus hijos, gracias a estos espacios y el trabajo de grandes educadoras, desarrollan su máximo potencial, aquel que marca el inicio clave de una vida llena de logros y aprendizajes.
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