Esta teoría le da mucho sentido al importante rol de los docentes. Aquí te contamos las razones y por qué no dejarla de lado.
Según la teoría de la zona de desarrollo próximo, ideada en 1931 por el psicólogo ruso Lev Vigotsky, el rol de acompañamiento del docente durante los primeros años de educación es determinante para el futuro del estudiante.
Para Vigotsky, los niños y niñas desarrollan sus capacidades cognitivas independientemente de las etapas específicas de su crecimiento y que además estas se dan únicamente como resultado de las interacciones con los demás. Así, de paso contradice a Piaget, que postula un desarrollo de la inteligencia más bien individual y dado por etapas.
Según Vigotsky, el aprendizaje puede venir antes que el desarrollo dado por la madurez natural. Es decir, un niño podría aprender habilidades que se piensan adelantadas para su edad. Por ejemplo, aprender a leer a los 4 años cuando en realidad se espera que lo haga entre los 6 y 7.
Pero, para lograr esto es indispensable que haya alguien capacitado que guíe el proceso, aquí es donde cobra mayor importancia el rol de los docentes.
Vigotsky describió tres zonas: de desarrollo real, próximo y potencial
Primero, la zona de desarrollo real, es el conjunto de conocimientos y habilidades que el estudiante ya sabe y puede hacer por sí mismo en un estado inicial, previo a pasar por la segunda zona de desarrollo.
La zona de desarrollo próximo se refiere a lo que podríamos aprender gracias a la ayuda de otra persona –aquí el aspecto social del aprendizaje– más capacitada, lo que Vigotsky llamó “el otro más conocedor”. Son las habilidades y conocimientos que un niño o niña no puede dominar por sí mismo, pero que puede adquirir con la ayuda de alguien que ya las tiene.
Por último, la zona de desarrollo potencial es lo que finalmente aprendió el estudiante después de recibir ayuda. Aquello de lo que se apropió y que ya puede aplicar con autonomía.
Algunas consideraciones a tener en cuenta para los docentes
Para Vigotsky, la educación es el proceso por el cual el estudiante va adquiriendo los conocimientos necesarios para desenvolverse con éxito en el futuro. En este camino, el docente tiene la función de guiarlo, ser un facilitador de las herramientas que requiera. La idea es que gradualmente el alumno se vaya apropiando del conocimiento de su guía.
A este acompañamiento que hace el docente, durante el proceso de adquirir conocimientos, se le conoce como andamiaje y debe ser temporal y adaptable.
Primero, debe ser temporal ya que si se está todo el tiempo ayudando al alumno, éste no va a lograr el objetivo de aplicar con autonomía lo aprendido. Es decir, de vez en cuando hay que quitar los andamios, para que experimente lo aprendido por su propia cuenta.
Además, debe ser adaptable, ya que los objetivos del aprendizaje son móviles. Es decir, una vez incorporado un aprendizaje, éste deja de ser parte del desarrollo potencial y debe pasar a ser parte del real, así llega el momento de apuntar a otro desafío.
Solamente podrán alcanzar el máximo de su capacidad intelectual los estudiantes que cuenten con el apoyo de un profesor capacitado. Y el gran reto que tienen los docentes, es tener cuidado de no concentrarse sólo en un estudiante y perder de vista a otro.
Vigotsky considera que, si por ejemplo hay dos niños que están aprendiendo a andar en bicicleta, aunque sean iguales en condiciones, el que reciba ayuda primero terminará siendo más hábil que el otro. Empezando así, una cadena de desventajas.
Esta es una gran invitación a no perder de vista esta teoría, que hace énfasis en que el conocimiento no se obtiene como resultado de una acción individual, sino de la socialización con los demás y el acompañamiento como clave.
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