Hasta el 1 de septiembre, Canal 13 transmitió este programa que indagó en las historias y metodologías de ocho docentes que trabajan en distintos rincones del país.
En julio de este año, gracias a una alianza entre la productora La Ventana Cine, Canal 13 y Elige Educar, se estrenó “Maestros”, un programa que mostró en la televisión chilena el trabajo y la vida de 8 profesores con potentes historias y un GRAN impacto en sus estudiantes y comunidades. En cada episodio el actor, Francisco Pérez-Bannen, presentó sus historias, convirtiéndose en un alumno más y emocionándose hasta las lágrimas.
Aquí les dejamos una pequeña muestra de lo que fueron estos ocho episodios, que se transmitieron cada sábado durante dos meses y que evidenciaron la importancia de la labor que realizan TODOS los docentes.
1. ¡Ver a a toda una clase entregada y motivada con la matemática!
En el primer episodio de “Maestros” vimos la historia de Fabiola Bolaños, una profesora de matemática de Arica, al norte de Chile, que ha logrado que los estudiantes de su colegio Raúl Silva Henríquez –con 90% de vulnerabilidad- se motiven con esta materia, que es considerada por muchos, como una de las más difíciles.
En los primeros minutos del capítulo, es realmente emocionante ver a toda una clase de tercero medio atenta a cómo un grupo transformó (y representó) la canción “New rules” de Dua Lipa en un tema que habla sobre factorización y solución de la ecuación cuadrática… todos cantan, bailan y siguen verso a verso esta nueva versión. También muestran una clase, donde se habla del plano cartesiano y ¡todos participan, hablan, comentan! El compromiso, tanto de los estudiantes como de la profesora, se nota y emociona.
2. La cara de emoción de este profesor al ver a sus alumnas triunfar
“No hay que ir a la India a rescatar pobres. Aquí, a través de la música podemos rescatarlos y eso es lo primero que yo le digo a los profesores acá, que estén dispuestos a romper los círculos de pobreza. ¿Cómo? A través de la música (…) Hay que creer en los chiquillos, confiar en ellos”, dice el profesor Carlos Weber en este episodio que muestra su vida, tanto personal como académica. Uno de los momentos más conmovedores, además de ver a sus dos hijos igual de apasionados con la pedagogía y conocer cómo se transformó en profesor de música cuando empezó siendo docente de religión, es cuando va al concierto en el que dos de sus alumnas, Ana Paula Toledo y Vanesa Pérez, se presentan junto a Los Jaivas.
Su sonrisa y su mirada demuestran la satisfacción detrás de todo el empeño que pone este profesor, para lograr a través de la música y Banda Estación, agrupación que ha construido con sus alumnos, grandes cambios a pesar de las contrariedades y los contextos en los que ha dado clases en Estación Central (Santiago de Chile), en establecimientos con alta vulnerabilidad.
3. Este profesor rural demuestra de todo lo que es capaz sin tener las mejores condiciones
“Encuentro que Santiago está tan ajeno de todo esto… yo llevo 28 años acá y los lugareños llevan cientos de años acá, ¡y todavía no tenemos energía eléctrica! Entonces eso me duele, me duele porque no es justo para ellos (sus estudiantes). Pienso que las zonas urbanas han sido mezquinas con estas comunidades, entonces es difícil no emocionarse, porque yo veo que a mi como profesor me exigen una educación del siglo XXI, pero mira lo que tengo, no tengo energía”, dice Mauricio González, profesor que junto a su esposa apostó por mudarse de su ciudad natal Iquique, a Colchane, para trabajar por la educación rural.
Allá, en el Altiplano de Chile, Mauricio enseña ciencia y tecnología a sus alumnos, muchos de origen aimara. Y lo hace en un escenario natural extremo, donde no sólo batalla contra la altura, los fuertes vientos y las bajas temperaturas, sino con la falta de recursos básicos, como él bien dice en una parte de este episodio: la electricidad. Sin embargo, es un Quijote que batalla contra todo y tiene miles de proyectos que han llevado a sus estudiantes a reconocer y estudiar sus espacios, sus ambientes y sus historias a través de diversas excursiones, como una que se muestra en el capítulo, que es una excursión de astronomía.
4. ¡Ver a unas alumnas con ganas MUCHAS de indagar en el mundo de las ciencias!
Roxana Nahuelcura es un nombre conocido en el mundo de la educación chilena por los múltiples reconocimientos que han logrado sus alumnas en el Liceo 1 de Santiago de Chile, establecimiento del que fue alumna y en el que hace varios años trabaja como docente de biología, para empoderar a las niñas y hacerles ver que la ciencia es también un espacio de mujeres. Y en este capítulo, el mejor ejemplo de ese proceso de formación de futuras científicas, es cuando Francisco Pérez-Bannen acompaña a Roxana a la Universidad Andrés Bello, donde está la academia de Biotecnología. Ahí, dos de sus estudiantes de media, Antonia Campos y Andrea Arias, trabajan en el inicio de una investigación sobre la fusobacterium nucleatum. Se trata de una bacteria que habita en la boca y es gastrointestinal.
“Lo queremos investigar porque tiene relación con el cáncer de colon”, dice muy sonriente Andrea. “Es una gran instancia para prevenirlo”, agrega Antonia.
“Esto es para mi una gran instancia, donde los científicos están dispuestos a abrir sus laboratorios, a tener a niñas estudiantes de enseñanza media, sin ningún pregrado, pero sí con muchas investigación y con muchas ganas”, explica Roxana. Un gran ejemplo de cómo las enseñanzas se pueden llevar más allá y de cómo, tantos los procesos como los resultados, pueden motivar y dar grandes resultados que podrían impactar en toda la sociedad.
5. Descubrir las INCREÍBLES invenciones de unos alumnos de Quillota realizadas con materiales reciclados
Una lavacleta, que es una bicicleta conectada con una lavadora y que permite que con cada pedaleada, se enjuague la ropa. ¡No se necesita electricidad! Un cortador de botellas hecho a base de calor, para transformar todos los envases de vidrio en vasos. Una “tricimoto” solar, un gran medio de transporte que sólo requiere la luz del sol para funcionar. Un cargador solar de celulares. Y hay mucho más, desde un brazo robótico, hasta una soldadora.
Todo se muestra en una feria escolar (en las calles de Quillota) que Pérez-Bannen visita en una parte de este episodio.¡Tantos grandes inventos hechos por jóvenes y armados con desechos! Todos ellos son los alumnos de Eduardo Cortés, ganador del Global Teacher Prize Chile 2017, quien imparte clases de tecnología en el colegio Diego Echeverría, en Quillota.
Lo increíble de este momento es ver cómo todos los estudiantes muestran y explican sus inventos. Son todos jóvenes empoderados y con mucho conocimiento. Tanto, que el trabajo que realizan en la sala de clases junto al profesor, ha impactado la comunidad, debido a que ellos han solucionados diversos problemas de electricidad de la zona gracias a todo lo aprendido.
Pero ese impacto ha llegado incluso más allá, según los que se mostró en “Maestros”. En este capítulo queda en evidencia, que el alcalde de la ciudad, Luis Mella, se comprometió a trabajar en conjunto con el colegio y los estudiantes para llevar estas innovaciones a la calle. La primera, será el cargador solar de celular, que pronto estará en cada esquina de Quillota para el libre uso de los quillotanos.
6. ¡La emoción de una madre educadora al ver que su hija sigue su mismo camino!
El impacto del trabajo de la educadora de párvulos Beatriz Saavedra, no se ha quedado sólo en la sala de clase, donde ha entregado lo mejor (en la ciudad de Lampa) durante más de 35 años. Ha servido de ejemplo e inspiración en su propio hogar y así se ve en este sexto episodio de “Maestros”, en el cual pasa su antorcha a su hija menor, Macarena Espinoza, quien también eligió pedagogía.
En este capítulo vemos cómo la educadora acompaña a su hija, desde casa, en su primer día de clases. A oscuras, tras varios buses y metro, llegan a la universidad y ahí se abrazan. Un momento emocionante no sólo porque la madre es la fuente de inspiración de la hija, sino porque en un principio Beatriz no estaba de acuerdo con la decisión de Macarena, porque no quería que su hija pasara por “tanto trabajo y sacrificio”. “Pero la pedagogía está cambiando”, le respondió su hija en su momento.
“Yo sé que la Maca siempre ha querido cambiar el mundo y yo sé que este es el primer paso. Perdóname porque no quise en un principio acompañarte en tu primera decisión, pero si esto es lo que tú quieres, yo voy a estar feliz. Y sé que todo lo que te propongas vas a lograrlo”, le dice Beatriz a minutos de cerrar este emotivo episodio que deja en alto la labor de las educadoras de párvulos.
7. La conexión de un profesor con la persona que lo inspiró
Para el penúltimo episodio de “Maestros”, Francisco Pérez-Bannen viajó hasta Quelhue, una población de 600 habitantes, ubicada en el sur de Chile. Ahí estuvo con Eligio Salamanca, ganador de la primera edición del Global Teacher Prize Chile.
Un capítulo emocionante de principio a fin, por la batalla que da este docente en este minúsculo rincón de su país, por el cariño que le demuestran sus estudiantes, por su forma de dar clases al aire libre y por cómo acerca la cultura en el contexto en el que enseña: una escuela rural multigrado con una gran población mapuche. Pero lo mejor de este capítulo es el momento en que Eligio presenta a quien fue su inspiración para seguir el camino de pedagogía, su profesora de segundo a quinto básico, la profesora Aura Vergara.
Es un gran momento cuando viajan juntos al lugar donde estaba la escuela y Aura cuenta cómo Eligio, desde segundo básico, se transformó en su ayudante para impartir algunas lecciones. Una gran muestra del impacto que pueden tener los profesores en el futuro de sus estudiantes.
8. La transformación de las salas de clase en escenarios literarios
“Estás involucrada como una alumna más”, le dice Francisco Pérez-Bannen a la profesora de Lenguaje, Marcela Henríquez, al entrar a una sala de clase completamente transformada en la fábrica de Willy Wonka, gracias a materiales que ella armó junto a sus alumnos. Un espacio del colegio Sergio Montané Castro (Quirihue, Región de Ñuble) en el que regularmente la docente imparte sus clases, pero que por esos días decidió transformar junto a sus estudiantes, inspirados en el libro de Charlie y la fábrica de chocolate. Esto es parte de una gran estrategia que permite a los estudiantes vivir la literatura, replicando lo leído en un espacio físico.
Charlie y la fábrica de chocolate no es el único libro que sirvió de inspiración. Casi todas las salas de este colegio de alta vulnerabilidad se transforman al menos una vez al año, en otros mundos. ¡Una gran forma de transformar el aprendizaje y hacerlo más divertido!
“Hacer la clase de forma tradicional no permite esa conexión (…) esta es una forma de enterarnos de sus emociones, frustraciones… también de sus anhelos, las cosas con las que vibran. Para mi la educación es, primero que nada, un vínculo social, afectivo. Hay que partir de ahí para poder lograr algo (…) con estos la literatura se convierte en un vehículo muy importante para lograrlo”, explicó Marcela.
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