Siete docentes, liderados por el finalista del Global Teacher Prize Chile, Mauricio González, lograron una particular hazaña que estuvo llena de grandes aprendizajes.
El ascenso al Volcán Isluga, ubicado en la Región de Tarapacá en Chile, comenzó a las 8:00 am del 8 de diciembre. En el grupo se encontraban los profesores Fabián Bravo, Casandra Valdenegro, Aylin Estica, René Cea, Anita Olate, Carolina Moreno y Mauricio González, finalista del Global Teacher Prize Chile 2017, quien junto a Jazmín Sánchez, lideró la aventura que llevaría a este grupo de docentes a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar.
La primera etapa fue de seis horas.
A las 2:00pm –a 4.800 metros–, acamparon y esperaron a que la Luna apareciera en el cielo. Comieron, descansaron un poco y al otro día, a las 7:00 am siguieron el camino. Después de unas horas, a las 2:00pm, llegaron a la cumbre del majestuoso volcán. “La felicidad fue impresionante porque los comentarios fueron de emoción y un conjunto de sentimientos que van aflorando porque la subida es muy complicada”, dijo Mauricio al medio Estrella Iquique.
Pero, ¿qué fue exactamente lo que llevó a estos profesores a realizar lo que probablemente ha sido la caminata más extenuante de sus vidas?
El ascenso al Volcán Isluga tenía como objetivo enseñar técnicas de trekking en terrenos agrestes a profesores que desarrollan actividades al aire libre. La iniciativa, realizada este año por segunda vez, promueve la realización de actividades motrices en el exterior y sin dejar rastro (respetando sendero demarcados y disminuyendo el impacto del hombre en el paisaje). A sus 58 años, Mauricio, líder del ascenso, asegura que quiere dejar un legado para que profesores más jóvenes que se arriesguen a realizar más actividades como esta.
“A mí me costó una barbaridad llegar a la cumbre, de hecho fui el último. Por eso quería enseñar esto a mis colegas más jóvenes para que continúen con estas actividades”, cuenta González en Estrella Iquique. Pero a pesar del cansancio y los años que asegura tener encima, el finalista del Global Teacher Prize Chile subirá de nuevo el volcán para contagiar a sus colegas con ese espíritu aventurero que es enriquecedor desde varios puntos de vista.
Además de ser una especie de capacitación para docentes, el ascenso al volcán representa muy bien lo que significa el trabajo colaborativo y el liderazgo dentro de una comunidad educativa.
Mauricio cuenta que a lo largo de la expedición, todos los profesores del grupo se animaban y se apoyaban para sacar la fuerza que les permitiría conquistar la cima. Además, en los momentos difíciles o en situaciones como la escasez de agua, todos compartían sin pensarlo dos veces. “Lo que pasa ahí es muy interesante, porque la poca agua que llevábamos se iba compartiendo”, dice Mauricio en Estrella Iquique. A lo largo del ascenso, cada uno de los integrantes debía ser la cabeza de la expedición. “Eso se llama ser líderes de marcha y es una labor bastante cansadora, porque deben llevar la mochila y elegir qué camino seguir”, añade el profesor. En ese sentido, la experiencia también buscaba desarrollar el liderazgo de los profesores en medio de un terreno poco familiar.
Sin duda, una aventura única y sobre todo, motivante para otros docentes que buscan enriquecer su trabajo con experiencias que engloben todos los elementos necesarios para nutrir el día a día en las escuelas.
¡Bravo por ellos!
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