“Animar a los estudiantes a ser resilientes, decididos y honestos es la clave”, esto dice Waqar Yousaf, un joven profesor de biología enamorado de la pedagogía.
Antes de convertirse en profesor, Waqar Yousaf, de 24 años de edad, participaba de un programa de voluntariado en la Universidad de Warwick y trabajaba como asistente en una escuela secundaria en Coventry, Inglaterra. “Realmente lo disfruté”, asegura Yousaf al medio The Guardian, donde también narra que hoy le apasiona lo que hace y disfruta mucho tener la oportunidad de explicar a sus estudiantes cómo funciona la ciencia. Actualmente, Yousaf es profesor de biología en la escuela de la Universidad de Birmingham y día a día trabaja para inspirar a sus alumnos y motivarlos a explorar y entender el mundo que los rodea.
Se considera afortunado, no sólo por tenerlos a ellos, sino porque hace parte de una escuela nueva con una gran diversidad de estudiantes que reflejan la diversidad propia de la ciudad. Pero lo mejor, para este joven profesor, es que la escuela está enfocada en el trabajo de las emociones y los valores, hecho que considera esencial en el desarrollo de sus estudiantes.
“Creo que es importante que preparemos a nuestros estudiantes para la vida más allá de la escuela. Animar a los estudiantes a ser resilientes, decididos y honestos es la clave. En biología relaciono esto con la forma en que los científicos necesitan ser flexibles, porque sus experimentos no siempre tienen éxito; también necesitan informar sus hallazgos con honestidad e integridad”, asegura el profesor al medio británico.
Ser profesor le ha dado grandes satisfacciones, pero también ha tenido que enfrentar los clásicos desafíos cotidianos de la profesión.
Los más complejo, según dice, es descomponer la materia para que ellos puedan entender los temas de una manera sencilla y al mismo tiempo puedan sentirse entusiasmados con la biología. Por otra parte, sabe bien que hay una mala “publicidad” con respecto a la profesión, pero aún así, lo disfruta en grande.
“No encuentro problemas en las horas y la carga de trabajo porque siempre planifico con anticipación y mantengo el orden. Es un trabajo muy dinámico. Cada día es diferente. También estoy trabajando con un gran equipo en el departamento de ciencias; nos ayudamos mutuamente y sé que el apoyo está ahí para mí siempre que lo necesito. Es temprano pero estoy muy feliz como profesor”.
Y tú, ¿te animarías a vivir este emocionante desafío?
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