Desde hace más de 3 años, el profesor Mauricio Pizarro logró que los trucos de magia se convirtieran en su gran estrategia para trabajar la autorregulación y hasta algunos conceptos de porcentajes.
Mauricio Pizarro estudió Pedagogía en Inglés y a los 22 años ya estaba en las salas de clases. Fue ahí que decidió cambiar de rumbo y volver a estudiar, para ser profesor de educación básica mención Matemática.
“Me di cuenta que desde chiquitos, los estudiantes se quejan de la matemática, de que les cuesta, que es aburrida. También me di cuenta que muchas veces lo que pasaba era que no lograban entender al profesor. Entonces, como yo estaba entre matemática e inglés cuando me tocó entrar a la universidad, decidí que debía optar por matemática y ver si podía hacerla más divertida”, cuenta Mauricio.
Ante esa decisión, Mauricio tiene otro precedente: es músico. Durante el tiempo que ejerció como docente de inglés, más de una vez entró a la sala de clases tocando bajo o guitarra. “Eso me hacía conectar con los estudiantes, que ellos sintieran cierta cercanía y confianza. Eso facilita mucho el proceso de aprendizaje, los estudiantes se enfrentan a la clase con otra actitud, por fue que después decidí que incorporar la magia podía ser una buena idea”, cuenta.
Las clases de matemática se convirtieron en un show de magia
Mauricio estudia magia desde hace más de 7 años, inspirado en muchos programas de televisión y un tío que le enseñó desde pequeño algunos trucos básico. Pero, hace apenas 3 que decidió incorporarlo como parte de su contenido y ha sido todo un éxito. “Para mi, ha sido una gran estrategia para trabajar la autorregulación”, cuenta.
Uno de los grandes retos que tienen muchos/as docentes de básica es lograr que todos/as presten atención al contenido. Con la magia, Mauricio logra que desde el primer segundo la mayoría esté en silencio, escuchando y pidiéndole a otros compañeros que lo escuchen.
Su invitación principal es que antes de iniciar una clase les enseña un truco de este arte o ciencia oculta, y al finalizar les muestra cómo hacerlo.
En tiempos de pandemia, la magia ha sido la clave para mantener la motivación de sus estudiantes
“Al principio, no se conectaban más de 6 estudiantes pero en abril empecé a retomar la magia, esta vez en modalidad en línea y se fue corriendo la voz. Ahora tengo siempre al menos 20 estudiantes, de los 31 de mi clase”, explica el profesor.
Mauricio es docente de la Escuela Provincia de Chiloé –en Santiago de Chile– una con un índice de vulnerabilidad de más del 90% y ha sido con esos estudiantes con quienes ha experimentado y demostrado que la magia puede estar en todo.
Desde antes de la pandemia, Mauricio ya había encontrado los trucos para explicar contenidos relacionados con geometría y porcentajes. “Un mazo tiene 52 cartas y con eso yo les puedo explicar hasta reglas de 3”. cuenta.
Ahora Mauricio está enseñándole algunos trucos a otros docentes en Chile
“Todo partió por el mensaje de un profesor en Facebook, que en agosto estaba pidiendo ayuda para motivar a sus estudiantes. Le escribí que lo podía ayudar enseñándole algunos trucos de magia, por la buena onda. Él no me leyó, porque recibió muchos mensajes. Pero gracias a ese mensaje muchos se interesaron en mi propuesta y una profesora me pidió que diera un curso”, recuerda Mauricio.
Así partió enseñándole a docentes de distintos rincones de Chile cómo hacer desaparecer una moneda, mover un elástico entre los dedos con mucha facilidad, algunos juegos mentales, varios trucos con cartas y mucho más.
“Muchos me han contado que ahora han logrado que sus estudiantes prendan las cámaras y participen, todo gracias un truco de magia que los estudiantes ahora quieren aprender”, cuenta.
Así, Mauricio está difundiendo –y motivando– la magia del aprendizaje.
Si quieres saber más detalles sobre los talleres que realiza para profesores, escríbele: [email protected]
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