Geisha Bonilla es una de las finalistas del Global Teacher Prize 2021. Su pasión por el trabajo territorial y la formación cívica, la hacen destacar como docente.
Geisha Bonilla lleva más de 30 años desempeñándose como docente y su foco más fuerte ha estado en la formación ciudadana, el trabajo socioemocional y la educación contextualizada. Un trabajo que realiza como docente de Lenguaje en el Colegio Lorenzo Baeza Vega de la isla Rapa Nui.
“Calaron profundamente en mi niñez, marcaron mi infancia”, así explica cómo nacieron sus ganas de ser profesora. Su experiencia como estudiante definió su futuro gracias al esfuerzo de sus profesores para que contribuyera al bien, a la superación de la pobreza y fueran un aporte para la comunidad.
Toda su vida vivió en la región de Coquimbo, sin embargo, hace un año y medio se mudó junto a su familia a la isla, ya que se postuló para ser directora del Colegio Lorenzo Baeza Vega. Su interés en las lenguas la hizo interesarse en lugares donde se encuentra la comunidad Mapuche. Sin embargo, decidió optar por la lengua y cultura Rapa Nui, porque considera que el resto del territorio chileno está al debe con su cosmovisión y lenguaje.
Esta docente rescata la lengua, historia y filosofía del pueblo Rapa Nui
“No podemos permitir que la lengua desaparezca y yo trato de potenciarlo, generarlo e influir en los estudiantes para la preservación de la oralidad y la escritura; a la par con el español”, comenta la directora.
Gracias a su trabajo en educación cívica, Geisha ha logrado convertir a sus estudiantes en los protagonistas de sus aprendizajes y los ha empoderado en distintos aspectos de su vida, tales como idiomas, artes, deportes y tolerancia, entre otros. Es decir, apuesta por una pedagogía contextualizada, que parte por las actividades grupales y el valor de los espacios territoriales.
Una clave del trabajo que ha logrado hasta ahora, ha sido poner foco en la familia, el contexto social y la realidad de la isla. De esta forma, logra contextualizar todos sus contenidos, tomando en cuenta la importancia territorial.
A través de los espacios territoriales trabaja los aspectos valóricos
En el área emocional, Geisha ha trabajado con distintas redes y asociaciones, con el objetivo de incidir en los logros académicos de sus estudiantes. Por ello, junto con el fortalecimiento comunal de la salud emocional de niños y niñas, se ha dedicado al rescate de la lengua Rapa Nui y la inclusión.
“Los factores claves para que mis estudiantes aprendan son la autocomprensión de sus habilidades, la potenciación del autoestima y el autocontrol de las emociones”, cuenta.
Por ejemplo, este año lideró un plan de trabajo para comprometer a las familias en el proceso formativo de sus hijos, por lo que generó instancias de participación que van desde reuniones mensuales con cursos diferentes, jornadas de autocuidado y actividades de índole recreativa, para que los padres volvieran al colegio.
Un Gobierno Estudiantil ha empoderado a sus estudiantes en distintos aspectos
Incluso, esta docente instaló un Gobierno Estudiantil, conformado por niños y niñas elegidos democráticamente por sus compañeros. Niños de 7 y 8 años forman el Gobierno que, además, de tener Presidente, posee Ministros en diferentes áreas como Convivencia, Relaciones Públicas, Educación, Deporte y Medio Ambiente, entre otros.
Cada estudiante conoce su área y promueve acciones a nivel colegio, que permiten la concientización desde la mirada infantil. Esta iniciativa inició en 2020 y, este 2021, inició un Parlamento Estudiantil, con un grupo de senadoras y senadores de edades más grandes.
Todas las líneas de acción nacen y se basan en la inquietud de los niños
Hoy los estudiantes trabajan en la Primera Constitución Estudiantil, redactada con la voz de los niños. Los estudiantes del colegio han llevado su labor a la televisión y a la radio comunal, siendo los voceros en acciones como el cuidado medioambiental y la promoción de la vida saludable.
Además, han liderado campañas de limpieza del borde costero, así como la proliferación de huertas a nivel familiar, denominado Poki Henua; convirtiéndose en brigadistas ambientales.
La crisis sanitaria fue una oportunidad para poner foco en la ayuda a sus estudiantes
En el contexto de crisis se ha extrapolado el trabajo realizado con ellos, porque Geisha se centró en la ayuda psicoemocional de sus estudiantes, quienes pensaron en la iniciativa del Mahana to Hare, en donde han estipulado que una vez al mes todos los funcionarios del colegio y sus familias, hacen una limpieza profunda del colegio.
De esta forma, la docente invita a sus estudiantes a ser ciudadanos informados, participativos y conscientes; con especial enfoque en la educación cívica y problemas actuales como medioambiente y aprendizaje, teniendo en cuenta la emocionalidad.
“Considero que estoy contribuyendo a la mejora de la profesión docente a través de la experiencia y el ejemplo”, finaliza esta docente que inició su trayectoria profesional en 1989.
¡Por esto y mucho más, ella es una de las finalistas del Global Teacher Prize 2021!
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