Una profesora de arte llamada Linda Kranz, decidió fusionar el arte y la literatura para recordarle algo fundamental a todos los estudiantes de la escuela donde trabaja.
Only One You es un libro infantil escrito por la autora estadounidense Linda Kranz y cuenta la historia de Adri, un pequeño pez que se está preparando para explorar por su propia cuenta la inmensidad del océano. Sus padres lo preparan para esa travesía, recordándole la importancia de estar en búsqueda de nuevos amigos y motivándolo a encontrar su propio camino sin importar la ruta que decidan tomar los demás. En ese sentido, el libro hace especial énfasis en que todos somos realmente únicos.
“Hay un sólo tú en este gran mundo. Hazlo un lugar mejor”.
Inspirada en esta historia, la profesora de arte Jessica Moyes de la escuela elemental Sharon en EE.UU., tuvo una idea.
Decidió crear con TODA la escuela un proyecto colaborativo que está hecho con materiales económicos, pero tiene un poderoso mensaje que va más allá de los libros de texto y los ejercicios en la sala de clase.
SHARON ELEMENTARY ART/FACEBOOK
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Lo primero que hizo Jessica fue leer la historia del pequeño Adri a toda la escuela.
Luego, cada estudiante, inspirado por la historia, debía tomar una piedra y pintarla con coloridos acrílicos. En esta etapa del proyecto no había límites… era el momento perfecto para explorar y ser creativo. Al final había aproximadamente 740 rocas llenas de colores que se ubicaron en un espacio afuera del colegio diseñado especialmente para ese proyecto en particular.
SHARON ELEMENTARY ART/FACEBOOK
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¿Cuál era el objetivo de esta actividad?
Además de trabajar la creatividad y fomentar el amor por la literatura creando una pieza de arte, el objetivo era dar un mensaje que sirviera para preparar a los estudiantes con respecto a lo que tendrán que enfrentar en un futuro. Pero no sólo eso, la idea era evidenciar justamente lo que la historia de Adri sugiere… que cada persona es única y que esas diferencias, si se aprovechan, son las que permiten construir sociedades mejores. En esta etapa de la vida, los niños no sólo se desarrollan físicamente, también se construyen como personas, crean relaciones significativas y empiezan a enfrentar situaciones complejas sociales por su propia cuenta. En ese sentido, las piedras de colores son ahora algo más que una obra de arte colorida escolar, son un elemento que permite recordar a los estudiantes que la diversidad es extraordinaria, que aceptar es fundamental y que sin importar que tan diferentes se sienten, ellos siempre tendrán la capacidad de transformar el mundo con pequeñas acciones.
SHARON ELEMENTARY ART/FACEBOOK
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“En este gran mundo sólo existe uno como tú… hazlo un lugar mejor”.
¿Harías una actividad como esta en tu escuela para recordarle a tus alumnos la importancia de aceptarse así mismos y aceptar las diferencias para encauzarlas hacia un bien común?
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