Todos los años, el profesor Salvador Carrión suele escuchar comentarios de amigos y familiares que piensan que sus vacaciones son muy largas. Esta vez, en lugar de discutir con ellos al respecto, explica por qué lo mejor de su profesión no es tener un tiempo de pausa y descanso.
Salvador Carrión, es un profesor de biología en el Colegio Madrigal de Fuenlabrada, España. Todos los años, como muchos otros docentes en el mundo, debe escuchar los comentarios de amigos o familiares que de una u otra forma cuestionan el “exceso” de vacaciones que él y muchos otros docentes tienen. Los comentarios suelen estar ligados al hecho de que, en otras profesiones, y en algunos lugares del mundo, las vacaciones se reducen a un número de 15 días al año, 15 días que deben ser autorizados por los jefes. Salvador, en su país, tiene un periodo de vacaciones de verano de 3 meses, hecho que despierta la envidia de muchos, quienes siempre comentan algo al respecto. Pero este tiempo para un profesor no es mucho, si lo comparamos con las horas que invierten dentro y fuera del aula durante el año o con el compromiso cotidiano que reflejan en las salas de clases. Cualquier tiempo que puedan tener para ellos mismos no sólo es necesario por cuestiones de salud, también es más que merecido.
En Chile, por ejemplo, explica Vanessa Orrego (psicóloga de Elige Educar), “los docentes pueden, a diferencia de otras profesiones en el país, gozar de vacaciones de verano estables y extensas, sin embargo, tras la salida de los alumnos de las escuelas, los docentes chilenos aprovechan también de asistir a capacitaciones y planificar el siguiente año escolar (por citar algunos ejemplos)”, actividades que son difíciles de realizar debido a las escasez del tiempo durante el año académico. Pero más allá de esto, la psicóloga resalta la importancia del tiempo como un necesidad física y emocional en una labor donde el trabajo está centrado en el trabajo con otros. “Los docentes necesitan, tal como otras profesiones, un descanso laboral que les permita desconectarse del empleo y reconectarse con los suyos. Es sano para su salud física y mental y les permite retomar el siguiente año académico lleno de energía, ideas para incentivar a sus alumnos y proyectos sobre los cuales seguir perfeccionando su labor. Pero eso no es lo único favorable de su profesión y el comentario del docente español es un claro ejemplo de ello”.
Cada año, Salvador intenta justificar por qué cree que ese descanso es justo, sin embargo, esta vez su respuesta fue diferente.
En un tuit que se volvió viral, el profesor decidió que no enfocaría sus esfuerzos en justificar sus necesarias vacaciones, sino en explicar por qué, lo mejor de ser profesor no es tener este tiempo de pausa y descanso. Este fue su tuit: “Llega la época de los comentarios tipo ‘ya empiezas tus vacas de 3 meses’. Hasta ahora tenía frases defensivas, tipo ‘el curso es muy duro’ o similar, pero este este año he decidido contraatacar”.
Carrión explica que efectivamente es afortunado, pero no por los meses de vacaciones que aprovecha después de un largo periodo de planificación, clases, evaluaciones, desafíos, logros, entre otros. En un hilo de varios tuits comparte esas razones o las ventajas de ser profesor más allá de las vacaciones y utiliza el hashtag #DocentesAfortunados… Muchos otros docentes responden con otras tantas buenas razones.
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