David Cluter cuenta cuáles fueron los profesores que marcaron su vida y cómo sus enseñanzas lo han ayudado a ser cada día un mejor profesor.
Un día, en el colegio, David Cluter se sentía mal por haber sacado un puntaje más bajo de lo esperado en un quiz de vocabulario. Su profesora, Sharin Russell lo consoló diciéndole: “David, nadie puede tener resultados perfectos todo el tiempo. Es importante sentirse bien cuando se cometen errores, siempre y cuando aprendamos de ellos y avancemos. Se que puedes hacerlo”. Después de 10 años ejerciendo la docencia, cuenta el profesor en Edutopia, no tiene palabras para explicar cuánto significaron en ese momento sus palabras y cuánto significan ahora que es profesor. Inspirado por la Sra. Russell, David le ha dejado claro a sus alumnos que pueden cometer errores en sus clases y que el mundo no se derrumbará por ello.
Esta profesora tuvo un gran impacto en su vida, pero no fue la única. Como muchos, David tuvo muchos profesores que lo marcaron de alguna manera y de ellos tomó lo mejor para convertirse en el profesor que es hoy. ¿Qué aprendió de ellos?
Paul Murray, otro de sus profesores, le enseñó la importancia de escuchar y mostrar un interés profundo por sus alumnos.
David cuenta que Murray no sólo transformaba el aprendizaje en algo interesante, también demostrada un gran interés en él como persona, un interés que iba más allá del aula. Sacaba tiempo para escucharlo y nunca demostraba estar ansioso o apurado, incluso cuando David hablaba de sus temores o inseguridades. “A través del simple acto de escuchar, impulsaba mi confianza y me hacía sentir que podía manejar cualquier dificultad que se cruzara en mi camino”, dice David en Edutopia.
Gracias a Murray, este profesor escucha profundamente a sus estudiantes, se esfuerza por demostrarles que le importan sus éxitos y que está siempre ahí para ellos. “Todavía estoy trabajando en cultivar el paciente oído del Sr. Murray, pero estoy progresando. Cuando un estudiante se acerca a mí, incluso durante un momento ocupado, hago una pausa en todo lo que estoy haciendo para darle toda mi atención. Si no tengo tiempo en ese momento, hago un plan con ellos para hablar más tarde ese día”, cuenta el profesor.
Otra profesora que marcó la vida de David fue Nancy Bradley, quien le daba clases de Álgebra.
El profesor siempre tuvo dificultades con la matemática, pero esta docente hizo todo para que la asignatura fuera relevante. ¿Cómo lo logró? Dándole a sus estudiantes problemas de la vida real. Con un gran sentido del humor y un amor evidente por su profesión, Bradley convertía las clases de matemática en algo que estudiantes como David amaban. Al igual que Murray, esta profesora se preocupaba por él fuera del aula; animaba a sus alumnos en eventos deportivos e incluso en obras de teatro. “Mrs. Bradley me hacía querer estudiar incluso más duro. Quería que me fuera bien para demostrarle cuánto la apreciaba por sus habilidades como profesora y por sus interés en siempre querer dar un apoyo adicional”, cuenta David.
Bradley amaba su trabajo y sus estudiantes lo sabían por eso, inspirado en ella, David ha tratado de demostrar esa misma pasión en sus clases de historia. Por eso, hoy, sus alumnos saben bien que David ama los lunes, ese día donde hay una semana completa por delante llena de aprendizajes.
En la escuela, otros dos profesores fueron claves para David. Judith Guild, su profesora de Literatura y composición y Ted Barker-Hook, profesor de Historia Estadounidense.
Gracias a ellos, dice el profesor, pudo potenciar sus habilidades en escritura y pensamiento crítico. Su profesora de literatura le ofrecía siempre comentarios amables, pero honestos. Ella nunca se centró en evaluar con rojo sus trabajos y se centraba en destacar las áreas en las que podía mejorar. “Su franqueza jugó un papel muy importante”, cuenta David, pues esto le ayudó a afinar sus pensamientos. Gracias a ella, él es consciente en no proporcionar demasiados comentarios para evitar que sus estudiantes se sientan abrumados por ello y en general se preocupa por proporcionar comentarios específicos.
Por su parte, el profesor de historia le ayudó a desarrollar un pensamiento mucho más profundo. Él sabía que David tenía este tipo de pensamiento pero a veces no lograba expresarlos claramente a través de sus escritos. Después de un ensayo que escribió, Ted le hizo un comentario que cambió su vida: “David, eres un gran trabajador. Sé que estás enojado con tu calificación, pero estoy dispuesto a trabajar tan duro como tú para ayudarte a mejorar. Cada vez que tú y yo estamos disponibles para reunirnos, estaré ahí para ayudarte a tener éxito. Veo un fuego en ti, y sé que eres capaz de grandes cosas”. Gracias a Ted, sus palabras y su apoyo, David se esfuerza por encontrar espacios con sus estudiantes, espacios para hablar sobre sus escritos. “En mi experiencia, esta es la forma más efectiva de promover el crecimiento y la comprensión”, explica el docente.
Cuatro profesores marcaron la vida de este profesor de historia y muchos otros han marcado la vida de otras personas. Lo importante de esto es reconocerlo y recordarlo, tal como lo ha hecho David. Él ha tomado lo mejor de su propia experiencia como alumno evidenciando que muchos otros docentes pueden transformar sus propios aprendizajes en herramientas de trabajo e instrumentos de mejora que beneficien a sus estudiantes.
What My Teachers Taught Me About Teaching, Edutopia.
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