A través de una simple actividad niños y niñas del jardín Pewen en Melipeuco, Chile, incorporar conocimientos y además, el sentido cultural de éstos.
Según el libro de la JUNJI, Experiencias Pedagógicas Innovadoras en Los Jardines Infantiles, más del 65% de los 203 niños que asisten al jardín infantil Pewen de Melipeuco, Chile, son de ascendencia mapuche. Este hecho motivó a las educadoras del jardín infantil a desarrollar un proyecto pedagógico enfocado en la cultura local para que los niños aprendieran de su entorno. El objetivo principal era fortalecer y transversalizar la educación intercultural tomando como base el respeto y las relaciones entre diversas culturas. Y aunque el jardín ya tenía un énfasis en la interculturalidad y el medio ambiente como herramienta pedagógica, la intención de este nuevo proyecto buscaba acercar a los niños, aún más, a una realidad cultural en la cual ellos deben ser considerado seres activos y partícipes.
La territorialidad fue el principal factor que impulsó a las educadoras a desarrollar experiencias que principalmente rescatan tradiciones del pueblo pewenche en Melipeuco. Dichas experiencias se han desarrollado al ritmo de los niños y están en completa armonía con sus potencialidades, esto, gracias a la labor de las educadoras quienes en esos procesos cumplen un rol esencial en función de generar en los niños un contacto directo con la naturaleza y evidenciar la influencia que el medioambiente puede tener en su desarrollo.
Un trabajo aprendizaje colaborativo
Para las educadoras del jardín Pewen, el aprendizaje colaborativo es esencial, al igual que las metodologías flexibles pero organizadas que permiten a los niños aprender en equipo y a través de implementos y situaciones del entorno que potencian sus conocimientos, capacidades y entusiasmo. Las ideas que las educadoras desarrollan nacen del aula y derivan de los intereses e inquietudes que tienen los niños. Más adelante, éstas se plasman en proyectos innovadores que responden a las necesidades del foco del jardín. Así surge por ejemplo, una iniciativa que está permitiendo que aprendan sobre el proceso de fabricación de la lana.
La lana: un elemento representativo de su cultura
Que los niños aprendan cuál es el proceso de fabricación de la lana, responde 100% a la búsqueda de rescatar las tradiciones propias de su cultura. Pero con esta actividad ellos no sólo aprenden esto, también juegan, imitan a las ovejas, aprenden sobre ellas y comprenden cómo el ser humano se ha beneficiado de un animal como este. Todo eso sucede con canciones, rimas, historias, relatos…
“Considerando las ideas previas de los párvulos, se comenta cada uno de los procesos que conlleva la fabricación de la lana, desde el cuidado del animal (la esquila con ñache, la recolección de la lana en esquila, su lavado con canasto en riachuelo, el teñido y secado, el proceso de hilado) hasta el tejido de diferentes prendas de vestir. Las familias están presentes en el proyecto acompañando y reforzando los aprendizajes de sus hijos sobre cómo duermen las ovejas, cuánto demoran en nacer y otras inquietudes que reflejaron el espíritu explorador de los párvulos y defensor, al mismo tiempo, de costumbres y territorios”, (JUNJI, Experiencias pedagógicas innovadoras en los jardines infantiles. Pág. 204)
La apropiación de las tradiciones
Después de todo el proceso de esquila, lavado, hilado, los niños tienen la posibilidad de vivir una tradición mapuche llamada trafkintu que consistente en un intercambio de regalos entre los niños y los asistentes en una ceremonia. Esta actividad es el ejemplo perfecto de cómo los niños no sólo incorporan conocimientos, sino también el sentido cultural de que cada uno de éstos. De esta forma, los alumnos del jardín se apropian de su cultura, de sus tradiciones, aprenden a valorar su territorio y se divierten mientras aprenden desde sus propios intereses con el apoyo de todos los adultos que los rodean: educadoras y padres.
Experiencias Pedagógicas Innovadoras en Los Jardines Infantiles, JUNJI. Pág. 203-205
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