Javier Moreno fue puntaje nacional PSU. Después de empezar la carrera de Ingeniería Civil Industrial, descubrió que su verdadera vocación era enseñar. Esta es su inspiradora historia.
Antes de elegir pedagogía, Javier Moreno entró a Ingeniería Civil Industrial. En medio de la carrera, descubrió que ser ingeniero no era el futuro que imaginaba… lo que en realidad quería era enseñar y siempre lo supo. Desde que era tan sólo un niño, le ayudaba a sus compañeros y a sus hermanos, algo que no cambió cuando entró a la universidad, donde empezó a averiguar cómo podía dar clases. A sus 18 años, después de haber sido puntaje nacional PSU (Prueba de Selección Universitaria en Chile) y de haber empezado otra carrera que no lo motivó, Javier tomó la decisión de estudiar Pedagogía en Matemática en la Universidad de Concepción.
Apoyado por sus padres, quienes también son profesores, este joven de Parral (Región del Maule), confirmó que su vocación era enseñar y tomó la decisión de seguir este camino con muchas certezas.
Tanto su papá como su mamá, le mostraron todos los aspectos de la profesión, por lo que Javier asegura que ellos, más que una inspiración, fueron una herramienta para ver la carrera desde muchos puntos de vista, incluyendo pros y contras. “Ellos saben cómo es la carrera y querían que estuviera seguro de mi decisión”, dice el estudiante. Esto le ha permitido entender la realidad y los desafíos asociados a las condiciones de enseñanza. Sin embargo, Javier es optimista y también entiende que gracias las reformas políticas que se han impulsado en los últimos años, las cosas están cambiando.
Su familia fue clave en la decisión, pero además de ellos, menciona a su profesora de matemática, Pamela Loyola. “Siempre creí que ella era una profesora distinta”.
Y eso es lo que quiere ser él, un profesor diferente. Sabe bien que vienen desafíos, por ejemplo, dejar su ciudad para irse a estudiar, y a futuro, encontrarse con alumnos poco motivados con la materia. Pero él quiere hacer las cosas de una manera distinta para ser, en sus palabras “un profesor reconocido, un profesor que no llega a hacer la clase y se va, un profesor cuyos alumnos digan: “este profe es bacán, este profe vale la pena. Quiero ser reconocido por hacer un buen trabajo”.
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