El docente de música Alejandro Torres es uno de los finalistas del Global Teacher Prize Chile 2021. Aquí te contamos una parte de su historia y trabajo.
A los 11 años Alejandro Torres comenzó a tocar la flauta, descubriendo el valor de la práctica musical y todo lo que le hacía feliz con esta disciplina. Después, la guitarra llegó a su vida; desde entonces, su música ha involucrado todo tipo de sonidos latinoamericanos, que han conformado parte de su sello pedagógico.
Años más tarde, a los 17, ingresó a la carrera de Pedagogía en Música y ha recorrido la composición musical, inspiración, interpretación, lectura de la música e historia de la misma, entre otras habilidades.
“Para mi la música es tan importante que todos y todas deberían practicarla, quererla, respetarla y amarla”.
Su principal objetivo es involucrar a los estudiantes con la Performance Musical
Desde hace 7 años que se encuentra trabajando en el Colegio de Música Johann Sebastian Bach, ubicado en la comuna de Valdivia en la Región de Los Ríos, al sur de Chile. Su principal función es ser director de la Orquesta Ernesto Guarda Carrasco (EgC) y ensamble Kuatriada, agrupaciones con las que, entre 2016 y 2019, ha realizado 5 giras internacionales.
El sello del establecimiento educacional es la música que se escucha en cada pasillo. Donde el interés de este docente es crear las oportunidades para que sus estudiantes – insertos en un contexto de 70% de vulnerabilidad– puedan seguir sus sueños sin ser coartados por las condiciones socioeconómicas.
La orquesta destaca por un sonido de música latinoamericana
Desde el 2000 en adelante, Alejandro se ha centrado en incorporar un sonido nuevo a la orquesta sinfónica: música latinoamericana. Se mezclan instrumentos de orquesta sinfónica tradicionales con guitarra, piano, percusión característica de esta zona y acordeón.
Con ese rasgo, la orquesta presenta un valor e identidad única. Además, las composiciones y arreglos son originales, con un repertorio que busca enaltecer las raíces del continente.
Argentina, Perú, Colombia, Alemania y República Checa han sido los destinos de las giras que ha hecho la orquesta de estudiantes. Estas giras están bajo la base de un festival itinerante llamado Festival Internacional Sonamos Latinoamérica que recorre gran parte de Latinoamérica y Europa.
Las giras, por lo general, duran de 15 a 20 días. Pese a que en un principio las hacían en bus de forma muy sacrificada, luego –gracias a la gestión de recursos y postulaciones a fondos– han logrado viajar en avión a distintos destinos. Dan varios conciertos a público general y colegios, entre otros.
Alejandro siempre busca que –a través de la música– sus estudiantes cumplan grandes metas
“En la educación no podemos quedarnos con que no existen los recursos”, comenta Alejandro. Por esa razón, este docente también les enseña a sus estudiantes sobre gestión de recursos y postulación de fondos. Gracias a ese trabajo, han podido gestionar sus giras, compras de instrumentos, cursos e incluso diplomados de perfeccionamiento para otros profesores, asistentes y estudiantes.
De esta forma se está expandiendo lo que este profesor busca, “que todos den lo mejor de sí en el colegio”. Con la autogestión como arma de lucha, para poder hacer una mejor pedagogía y, por ende, una mejor educación.
Los caminos de enseñanza que toma este docente son claros: en primer lugar; la pedagogía en música en el aula que se traduce en ensayo y error. En segundo lugar, la composición musical que promueve la socialización y participación entre los mismos estudiantes. Por último, la gestión; punto que se traduce en oportunidades y alegría para toda la comunidad educativa.
A pesar de la pandemia, la motivación se mantuvo
Durante la pandemia fueron capaces de organizar aulas virtuales de clases de instrumentos, conciertos, encuentros con invitados y festivales, entre otros. Tal ha sido el trabajo y motivación que con la Orquesta EgC y el Ensamble Kuatriada han grabado y estrenado, entre 2020 y 2021, 11 videos donde presentan su música.
En 2020 y bajo el marco de la gira internacional virtual del Festival Sonamos Latinoamérica, la Orquesta EgC compartió escenario con 86 grupos de 16 países de América Latina y Europa. Otra "gira virtual" fue la que hicieron en 2021 con otros colegios de Chile y otros países como Argentina, Ecuador y Colombia, entre otros.
Los logros de la Orquesta EgC van mucho más allá...
En los discos, la orquesta ha compartido con artistas de grupos como Inti Illimani, Álvaro Parra, músicos de bandas argentinas, y agrupaciones de otros colegios de Chile, entre otros. Sin embargo, para Alejandro, uno de los logros más importantes es que los estudiantes sean felices y, con ello, sus familias. Por ejemplo, una estudiante con una familia sin tantos recursos tiene el sueño de estudiar en Alemania y, gracias a un proyecto hecho por este docente, pudieron comprar un violín.
También está el caso de una alumna que empezó hace 6 años a tocar acordeón en la Orquesta EgC y gracias al incentivo de este docente, actualmente estudia acordeón y ganó el primer lugar en un concurso nacional.
Gracias a la música los estudiantes ganan disciplina y mucho más
“Es muy complejo poner en palabras sentimientos, poner en texto cómo la música y su práctica hacen feliz a un niño, donde su mirada cambia después de una clase, un ensayo, una presentación”, dice Alejandro.
Para Alejandro es fundamental impulsar a los estudiantes, día a día, con su identidad musical, porque ahí está el punto de partida de un gran proceso de aprendizaje. “Lo que aprenden al presentarse en otros países, sentir los nervios y los aplausos por su esfuerzo es uno de los aprendizajes más profundos que puede entregar un docente de música”, considera.
De esta manera, a través de la música Alejandro logra que los estudiantes aprendan a autorregularse, se pongan desafíos y cumplan metas. También que ensayen, cometan errores y sean ciudadanos comprometidos con sus raíces latinoamericanas.
¡Muy inspirador, Alejandro! Por eso es uno de los finalistas del Global Teacher Prize Chile en la categoría de Música.
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