Winfred Randolph Lowe, mejor conocido como “Randy, el hombre cometa”, fusionó sus dos grandes pasiones para cautivar a sus estudiantes. Aunque se retiró de la docencia hace seis años, sigue enseñando a los niños en las playas de Florida.
Winfred Randolph Lowe fue profesor de matemática durante 35 años y en sus años como docente descubrió otra de sus grandes pasiones: las cometas (volantines). Este hombre, decidió convertir su pasión en una herramienta para enseñarle a sus estudiantes. “Sólo combiné las dos cosas para intentar llegarle a todos mis alumnos”, explica en un video de Great Big Story. Cuando estaba en el aula, Randy pensó ¿por qué no llevar la clase de matemática fuera del aula? Así lo hizo y así logró que sus alumnos entendieran la relación entre la asignatura y elementos tan cotidianos como este juego.
Hace 20 años, Randolph hizo volar una cometa por primera vez y después de ese día, nunca dejó de hacerlo.
Actualmente está retirado de la docencia, pero sigue volando cometas en Delray Beach, Florida y es conocido por todos como “Randy el hombre cometa”. Randy tiene entre 60 y 70 de estas, todas increíbles; ballenas, buzos, pulpos y otras criaturas marinas hacen parte del repertorio de cometas que adornan el cielo de estas playas gracias a él. Pero además de la belleza de estos objetos, el profesor asegura que en ellas hay matemática. “No sólo miras la cometa, también miras la cuerda. Hay matemática ahí y puedes hacer algo con eso”, dice el profesor en el video. “Las cometas son figuras geométricas, triángulos y esa es una de las cosas de las que intento sacar provecho. En lugar de hacerlo en el pupitre de la sala de clase, los llevamos al exterior”.
Un buen ejemplo de cómo Randy trabaja la matemática con las cometas es el Teorema de Pitágoras, la fórmula que se utiliza para determinar los lados de los triángulos.
El profesor explica que, cuando una cometa vuela, se extiende formando una hipotenusa. Si se hace una línea recta desde la cometa hasta abajo, se obtiene un lado A. Después se dibuja una línea desde ese último punto hasta el lugar donde la persona dejó volar la cometa y así se forma el lado B. Con esos datos se determina el largo de la cuerda… Esto es sólo un ejemplo, pero según este profesor hay muchos otros temas (como fracciones, común denominador, entre otros), que pueden ser trabajados.
“Randy, el hombre cometa” se retiró de la docencia hace 6 años, pero eso no le ha impedido seguir enseñando.
Muchos niños visitan a diario las playas donde él vuela sus animales marinos, así que aprovecha este espacio para enseñarles matemática. Así ha logrado cautivarlos… a través de una representación tangible de las fórmulas que ven en el colegio y lo mejor, según explica, es que muchos de ellos entienden y reconocen los temas que él aborda. Eso sucede con los más grandes, y con los más pequeños, está logrando desarrollar un pensamiento matemático en el exterior con objetos gigantes y coloridos que llaman la atención de cualquiera a su alrededor.
Teaching Math Lessons in the Sky, Great Big Story.
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