La retroalimentación entre docentes y estudiantes es fundamental para una cobertura menos superficial del contenido. ¡Objetivos claros y correcciones son la base!
Jonathan Eckert ha sido docente por más de 20 años, ha enseñado ciencia a estudiantes de cuarto, quinto y séptimo grado de secundaria y, actualmente enseña a estudiantes universitarios de la Universidad de Baylor, en Estados Unidos. En paralelo, se interesa en temas sobre la calidad de la enseñanza y retroalimentación.
En este último punto nos centraremos, ya que este docente propuso a Edutopia que la retroalimentación tiene un efecto poderoso en el aprendizaje de los estudiantes. Sobre todo durante la pandemia, porque estima que no hubo tanto avance en las asignaturas como si fuera presencial.
La retroalimentación debe recibirse, procesarse y aplicarse con éxito
Para que los estudiantes se beneficien de la retroalimentación, deben tener la oportunidad de actuar en consecuencia. El docente indica que se debe combatir el ciclo que de los/as estudiantes reciban sus tareas, vean la calificación y guarden el trabajo para siempre. Generalmente, sin tomar en cuenta los comentarios que se han escrito.
Por ello, este docente rescató en Edutopia 7 pasos sobre cómo hacer una retroalimentación efectiva de James Nottingham, un líder educativo de Reino Unido. A esto, sumó otro paso que conducirá a un aprendizaje profundo:
1. Se debe conocer el objetivo:
Tanto docentes como estudiantes deben tener claros los objetivos. Los estudiantes necesitan saber cómo se verá el éxito a través de ejemplos y parámetros bien definidos, y una de las mejores formas de hacerlo es generar objetivos compartidos.
Para los estudiantes de secundaria, esto podría ser una rúbrica co-creada o una gama de asignaciones –generadas en conjunto– que cumpla con criterios claros para el éxito.
2. Dejar que desarrollen el trabajo final y corregirlo:
No es llamar a que hagan un borrador, sino que se centren en hacer la mejor versión del trabajo que puedan hacer. Los profesores o compañeros no pueden dar una retroalimentación significativa si los estudiantes no brindan la mejor versión de lo que pueden hacer por sí mismos.
3. Verifique el objetivo:
El docente cree que si no se proporcionan parámetros claros, la retroalimentación se convierte en ignorancia más que mejoras. Enviar ejemplos a los estudiantes de un producto final es una buena opción para que tengan claros los parámetros; aún así llama a ser conscientes de que es un esfuerzo constante y que muchas cosas pueden no salir a la primera.
Por ejemplo, al dar retroalimentación sobre la escritura de otros, los estudiantes no deben buscar más de uno o dos puntos en cada lectura. Pueden verificar el lenguaje vívido, la voz de los estudiantes, ciertas reglas gramaticales o elementos de contenido en particular, pero no todos al mismo tiempo, especialmente si carecen de experiencia
4. Mejorar:
Este paso llama a repetir los pasos tantas veces como sea necesario para mejorar el trabajo.
5. El maestro comprueba el objetivo:
Esta es la parte del proceso favorita del profesor Jonathan, ya que aquí entrega su retroalimentación. En este momento, el trabajo es mucho mejor de lo que hubiera sido antes, ya que hubo un trabajo previo de borradores iniciales.
En este paso, sigue siendo fundamental centrar la retroalimentación en la rúbrica o los criterios para el éxito. El docente explica que no intenta arreglarlo todo, solo les da comentarios a los estudiantes para que mejoren.
En lugar de consejos, el docente llama a hacer preguntas como "¿Por qué eligió hacer esto? o ¿Qué más puedes decirme sobre esto?", entre otras.
6. Mejorar de nuevo:
En este punto los estudiantes utilizan los comentarios del docente para llevar su trabajo a un nivel superior.
7. Calificación:
El propósito es evaluar lo que los estudiantes han logrado después de recibir comentarios significativos. El docente dice que la idea es que se hayan cumplido los parámetros que respondan al apoyo significativo que han recibido a lo largo del camino.
8. Reflexiones:
En este punto se debe regresar al objetivo de la tarea a través de la rúbrica u otros criterios de éxito, para celebrar el crecimiento que han desarrollado y hacer un plan para el próximo desafío.
¡Este tipo de trabajo con retroalimentación dará como resultado un aprendizaje más profundo!
Retroalimentar es apoyar para mejorar y asegurar el aprendizaje.