Felipe Andrés Muñoz, Pablo Amaya y Natalia Navarro son algunos de los profesores que vieron incrementadas sus remuneraciones desde julio de 2017.
En marzo de 2016, se promulgó en Chile una ley que tiene como objetivo mejorar las condiciones laborales y de ejercicio de todos aquellos docentes que se desempeñan en establecimientos que reciben fondos públicos. Bajo dicha ley se creó el nuevo Sistema de Desarrollo Docente, uno de los pilares de la Reforma Educacional que se ha llevado a cabo en este país con el fin de garantizar una educación de calidad para todos a través de la dignificación de la docencia, el apoyo del ejercicio de los profesores y el aumento de su valoración.
La Política Nacional Docente establece más y mejores estándares para la formación de profesores, un aumento de la remuneración y el incremento de horas no lectivas, entre otros factores; acciones que se implementarán de manera gradual hasta el año 2026. En julio de este año, un número importante de docentes chilenos vieron incrementadas sus remuneraciones (un 30% en promedio), hecho que refleja el nuevo futuro de la pedagogía.
De los profesores beneficiados por el reajuste salarial, varios de ellos eran profesores menores de 35 años, ¡si menores de 35 años! ¿Quiénes son? ¿dónde trabajan? y ¿qué enseñan? Acá te lo contamos.
Natalia Paz Navarro, 32 años
Natalia Navarro tiene 32 años, estudió Pedagogía en Ciencias mención Química en la Universidad Católica del Maule, en Talca. Lleva 8 años ejerciendo la docencia y actualmente trabaja en el Liceo Fermín del Real de Chépica en la comuna de Colchagua, una escuela pública conformado por un equipo de docentes convocado por el director Sergio Vildósola Henríquez. En este liceo, Natalia ha encontrado una oportunidad para desarrollarse profesionalmente y potenciar la habilidad de sus estudiantes ¿Cómo? A través de la inclusión y diversas actividades (talleres artísticos, capacitación gastronómica, deportes, salidas a terreno, cursos de conducción… ), entre esas, la Academia Científica y la implementación del laboratorio.
El colegio ha permitido a Natalia fomentar sus capacidades en pro de las necesidades de los niños, pero según cuenta, la Carrera Docente también le ha permitido querer aún más la labor que realiza a diario. En términos económicos, el sueldo de Natalia aumentó aproximadamente 200.000 pesos, hecho que la ha motivado a seguir estudiando y desarrollándose como docente.
“Los profesores somos el alma de la educación y los chicos lo perciben día a día, por lo que debemos capacitarnos y aumentar nuestras habilidades. Por eso pretendo hacer un Magíster en Didáctica de las Ciencias, en el cual invertiré con mi nuevo sueldo”, afirma Natalia.
Aunque en un principio tuvo dudas con respecto a la Carrera Docente, los cambios que ella esperaban efectivamente ocurrieron. Esto, dice ella, evidencia un cambio en la valoración social de los profesores y en el impulso del perfeccionamiento docente.
“Con la Carrera Docente se nos fomenta a que cada día seamos mejores. Nos sentimos más seguros, más respaldados ante nuestro desempeño laboral”.
Natalia es optimista con respecto a la nueva ley, pero sugiere la posibilidad de encontrar más oportunidades de estudio y capacitaciones que permitan actualizar el conocimiento y las destrezas.
Felipe Andrés Muñoz, 33 años
Felipe estudió Pedagogía en Ciencias Naturales y Física en la Universidad de Concepción. Actualmente trabaja en el Liceo de Río Claro en la comuna Yumbel de la VIII Región. Con el reajuste salarial, el sueldo de Felipe aumentó en un 40%, hecho que -según él- es un reconocimiento a su labor y a la labor de muchos docentes que día a día deben ir perfeccionándose para responder a las necesidades de los estudiantes y los lineamientos curriculares.
A largo plazo, Felipe Andrés espera que este reconocimiento se convierta en una mayor valoración de la carrera por parte de la sociedad en sí misma y afirma que además del aumento de sueldo, son rescatables factores como el apoyo a los profesores en la etapa inicial y la normativa universitaria para aceptar profesores con competencias básicas para poder estar en el aula. Aunque es entusiasta con respecto al beneficio otorgado, opina que el sistema evaluativo se podría replantearse.
Pablo Amaya, 27 años
Pablo tiene 27 años, estudió Interpretación y Docencia Musical con Mención en Violonchelo y Dirección Orquestal en la Universidad de Talca. Actualmente trabaja en dos escuelas de Chimbarongo: Ayudando a Crecer y la Escuela F-450 Villa Convento Viejo. Con la Carrera Docente, la remuneración salarial de Pablo aumentó un poco más 170.000 pesos, hecho que considera significativo como un primer paso para la valoración de la carrera. “Para nosotros es más que una carrera docente, es un proceso de dignificación de la labor”, asegura el docente.
Aunque este joven profesor cuestiona el hecho de que el sistema establezca los sueldo,
rescata la posibilidad de certificar el conocimiento y la experiencia. En el sentido práctico, asegura también que este beneficio, además de ser un buen primer paso y una oportunidad para un mayor desarrollo de las competencias profesionales, contribuye a que otras personas quieran estudiar pedagogía.
Hoy, más que nunca, la pedagogía tiene un nuevo futuro. Mayor selectividad, mejores remuneraciones y más tiempo para preparar el trabajo que se realiza fuera del aula, son solo algunos de las modificaciones que están transformando la docencia.
Ya no hay excusas para quedarse fuera ¡súmate tú también!
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