Los grandes cambios sociales que nuestro país necesita, requieren que cada año más jóvenes los promuevan, y estén dispuestos a elegir como camino profesional la enseñanza.
Los profesores son el corazón del sistema educativo. Es más, los países que han avanzado sistemáticamente en mejorar la calidad de su educación son aquellos que logran atraer, formar y retener a profesores y educadores de párvulos de alto desempeño académico y vocación. Sin grandes docentes, no hay grandes sistemas educativos.
El educador es el factor intra-escuela que más incide en la mejora de los aprendizajes de los estudiantes. A lo largo de su carrera, en la sala de un solo profesor, se educan cerca de seis mil niños. Sí, ¡seis mil niños! Es este nivel de impacto el que lleva año a año a miles de jóvenes comprometidos con Chile a elegir carreras de pedagogía. Hoy, gracias a un gran esfuerzo del país, los interesados en estudiar pedagogía podrán no sólo satisfacer sus anhelos de construir un país mejor a través de la educación, sino que también contarán con mejores condiciones y un atractivo desarrollo profesional, para formarse y formar a otros.
Si bien aún faltan reformas y más herramientas para nuestras escuelas, hoy existen avances. Podemos decir con orgullo que nuestro país ha comenzado a delinear para las pedagogías un nuevo futuro. La Política Nacional Docente es la reforma que más invierte recursos en el sistema educativo, aumentando las remuneraciones de profesores en un 30% en promedio, para todos quienes se desempeñen en establecimientos con financiamiento público. Además, establece cambios que impulsan de manera integral esta nueva mirada:
Primero, no cualquiera podrá ser educador. Desde este año, aquellos que se matricularon en pedagogía, debieron estar en el 50% de mejor rendimiento en la PSU (500 puntos promedio) o en el 30% de mejor rendimiento en sus establecimientos, o haber aprobado un programa de acceso a la educación superior reconocido por el Mineduc. Al 2023, solamente el 30% de estudiantes de mejor rendimiento en la PSU (550 puntos promedio) o aquellos pertenecientes al 10% de ranking de notas de sus establecimientos podrán estudiar pedagogía.
Segundo, no cualquier universidad puede formar profesores. Todas las universidades que cuenten con Pedagogías deberán estar acreditadas, al igual que las carreras mismas. Además, se les exigirán nuevos estándares para obtener la certificación.
Tercero, habrá más tiempo para un trabajo de calidad. Se aumentó la proporción de horas no lectivas -es decir, aquellas destinadas a labores fuera del aula- resguardándose su destinación a fines exclusivamente pedagógicos. Este tiempo aumentará progresivamente hasta llegar a un 35% de la jornada de un profesor el año 2019 (hoy corresponde a un 25%).
Finalmente, esta reforma establece apoyo cuando más se necesita. Crea un sistema de inducción para apoyar a docentes en sus primeros años de ejercicio, que facilitará su inserción en la comunidad educativa y su progresión en la carrera profesional.
La gran mayoría de estas medidas establecidas por la Política Nacional Docente incluye también a los educadores de párvulos ejerciendo en establecimientos con fondos públicos, quienes al 2025 estarán en su totalidad incorporados a la carrera.
Este nuevo escenario, sumado a la Beca Vocación de Profesor, permiten que ser profesor y educador de párvulos tenga hoy un nuevo horizonte. Sin embargo, esto es sólo la mitad de lo requerido. Para que estos cambios legislativos sean fructíferos, necesitamos que jóvenes con las capacidades y vocación por la enseñanza elijan educar.
Los grandes cambios sociales que nuestro país necesita, requieren que cada año más jóvenes los promuevan, y estén dispuestos a elegir como camino profesional la enseñanza. Los invitamos desde Elige Educar a seguir este sueño y ser parte del nuevo futuro de las pedagogías, que es también parte del nuevo futuro del país.
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