Todo empezó en mi sala de clases. Después, invité a toda la comunidad educativa a hacer parte de una iniciativa que convierte a estudiantes, profesores, apoderados, auxiliares, administrativos y directivos en gestores de cambio.
Como profesora siempre estoy atenta a los problemas que se presentan en la sociedad. Creo que estas materias son una oportunidad de aprendizaje más para nuestros estudiantes. Actualmente estoy estudiando Género, Familias y Políticas Públicas en la Universidad de Chile y por esta razón, en mi jefatura de curso, en clases de orientación y en reuniones de apoderados, comencé a trabajar temas como: dominación, hegemonía, inteculturalidad, diversidad, adultocentrismo, violencia de género, entre otros tantos que han sido y siguen siendo contingencia en todo el mundo. En estos espacios empecé a darme cuenta, que tanto los padres como mis estudiantes estaban expectantes y muy interesados en tratar estas temáticas; necesitaban expresar sus ideas y opiniones para reflexionar al respecto.
A partir de esto decidí hablar con algunos estudiantes y motivarlos para que asumieran funciones protagónicas y de liderazgo en este espacio de la asignatura de orientación. Los motivé a hacer actividades creadas por ellos para sus compañeros y a realizar investigaciones y presentaciones sobre estas temáticas. La experiencia fue tan enriquecedora para mí y para todo el curso, que creí que era necesario compartir estas experiencias a modo de que esto saliera de mi sala de clase hacia otros espacios educativos.
A lo largo de estos años me he dado cuenta de que las personas adquieren compromisos reales, cuando le das participación activa: hacer cosas juntos, conversar y reflexionar, producir en comunidad. Los modos en que nos comprometemos nos permiten aprender sobre lo que podemos hacer y cambiar, pero al mismo tiempo, nos permite ver cómo las personas responden a nuestras acciones. Entendiendo esto, creí que estas temáticas (muchas veces no tocadas en los espacios educativos), se deben expandir a las comunidades completas, no pueden ser parte de sólo un aula o un grupo de personas al interior de una institución.
Pensar en nosotros mismos como miembros de una comunidad integrada, es también parte de los procesos educativos que nosotros como profesores debemos promover; para hacer cambios reales debemos promover estos cambios. Las concepciones que tengamos de una sociedad mejor son esenciales para potenciar el sentido de ser una comunidad integrada y para interpretar nuestra propia participación en el mundo social. Construir una imagen de nosotros mismos como comunidad nos orienta y nos permite sedimentar realidades haciendo explícitas diversas realidades y visibilizando estos compromisos que sin duda son también un gran aprendizaje social y parte de un proceso mutuo de coordinación de perspectivas, de interpretaciones y acciones que permiten alcanzar metas más grandes.
Bajo esta lógica y como una forma de incluir a todos, decidí realizar un video participativo, que fuera de todos y que pudiera incorporar a toda la comunidad educativa en estos temas y nos moviera a ser, como se muestra en el video, “promotores del cambio social y construir un camino hacia el respeto e igualdad entre las personas”. En éste, estudiantes, profesores, apoderados, auxiliares, administrativos y directivos comparten un mensaje que se enmarca en este objetivo de promover la equidad y el respeto. Poniendo sus caras en un clásico cartel estadounidense diseñado por J. Howard Miller en el 43, todos alzan sus voces y se comprometen con la causa.
Karin González Allende es Académica del departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile. Tras 21 años de experiencia, Karin González se desempeña como docente en Trewhelas´s School y el Liceo Experimental Manuel de Salas. Además de dictar clases en la Universidad de Chile. Esta doble militancia, entre el contexto escolar y universitario le ha permitido mantener los “pies en la tierra” al momento de formar a los futuros profesores
Fuentes: Video original de Camila Osses
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