Fabiola Urrutia trabaja en el Liceo Industrial de San Miguel Agustín Edwards Ross, ubicado en Santiago de Chile, y aquí cuenta cómo ha sido su experiencia de llevar una educación técnica a aulas virtuales.
En época de grandes transformaciones, donde se habla de automatizar, virtualizar y transformar, se hace más visible la gran labor que desarrollan docentes con pasión, cuya empatía trasciende más allá de códigos binarios y algoritmos. ¡Hablamos de las y los docentes de Educación Técnico Profesional (TP)!
En Chile, existen más de 6.500 docentes TP, que imparten clases en 35 especialidades. Una de ellas es Fabiola Urrutia, docente de educación media.
Fabiola Urrutia se desempeña como jefa de departamento en el Liceo Industrial de San Miguel Agustín Edwards Ross, en Santiago de Chile. Su foco está en la literatura, porque estudió Pedagogía en Lenguaje y Comunicación. Enseñar es lo que le apasiona, pero su meta siempre fue llegar a ejercer en educación diferenciada TP. Aquí nos cuenta cómo lo hace y relata algunos métodos que le han sido útiles en estos tiempos de pandemia.
Grupo Educativo (GE): ¿Cómo adaptaste tus clases a la contingencia sanitaria?
Fabiola Urrutia (FU): Comenzamos un año que se venía un poco tenso, por lo que empezamos con la premisa de que podía existir una alta tasa de inasistencias, en contexto con el estallido social. Entonces planificamos en base a portafolio. Los y las alumnas tenían una pauta donde estaba almacenada la información que íbamos a pasar, basada en competencias, y eso lo íbamos a ir trabajando y chequeando. Resulta que esa misma pauta la hicimos así, porque si la trasladábamos a un entorno virtual funcionaba de todas maneras.
GE: ¿Cómo se aseguraron de contar con la asistencia virtual de alumnos y alumnas?
FU: Ahí estuvo el trabajo colaborativo de inspectores y el equipo técnico. Esto partió tomando los datos de todos los estudiantes. Los profesores jefes hicieron una encuesta a todos sus alumnos y alumnas un día viernes, y ya el lunes tenían identificado el número de quienes no tenían acceso a Internet. A ese grupo, se les entregó el material impreso junto a las cajas Junaeb (Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas). Ahí es destacable el trabajo en equipo que se hizo en el establecimiento, todos trabajamos para lograr el aprendizaje de los y las chicas. Fue un trabajo intenso en una semana.
GE: ¿Cuál es la retroalimentación que has recibido de tus estudiantes?
FU: Hemos hecho cuestionarios después de clases, en contexto con el decreto 67, que tienen que ver con lo formativo y lo valórico, de su percepción. Lo que he podido recoger es que los y las chicas sí lograron los objetivos que habíamos planteado en un inicio, que es uno sólo por asignatura. No quisimos abarcar más. La percepción es que les gusta. Se sienten en un entorno más o menos similar de aprendizaje. Lo que me llama la atención es que los alumnos/as que más desordenados/as eran en el aula, han sido los/las que mejor se desempeñan en el aula virtual. Respetan los turnos, participan, como que encontraron su lugar.
GE: ¿Cuáles son los desafíos para lo que resta del año?
FU: Nosotros ya planificamos los objetivos mínimos de aprendizaje que vamos a trabajar virtualmente. Bajamos la carga de horas, pero nos centramos en el desarrollo de competencias, estamos desarrollando habilidades. El desafío es hacerlo y hacerlo bien.
GE: ¿Cuál es el método que te ha funcionado para cumplir esa misión?
FU: Además del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), que nos ha funcionado muy bien, un proyecto que hemos realizado últimamente es el trabajo de portafolio. Me permite desarrollar un seguimiento de su aprendizaje. Ellos van almacenando toda la información e informes de sus asignaturas en una carpeta. Entonces eso me permite dialogar respecto a cómo va desarrollando los aprendizajes y, a su vez, el/la alumna va dando cuenta en el mismo portafolio, qué es lo que más le costó, esto menos, y se trabaja la meta de cognición.
Otro método es el trabajo basado en problemas, parecido al ABP, pero aquí hay una situación a la que debemos dar solución. Se trata de buscar algo de su propia comunidad en lo que puedan desarrollar un proyecto. Y ahí también entra el lenguaje, porque deben hablar con personas de su comunidad, entrevistarlos, entonces ahí nos vamos articulando.
GE: ¿Y cómo se articula esto con la educación diferenciada técnico profesional?
FU: En mi área trato de combinar, buscar literaturas que se relacionen con el área de desempeño del estudiante. La mirada no es sólo a través de la narrativa, lo que se busca es desarrollar habilidades para que las y los chicos se puedan insertar en un mercado.
La comunicación con los profesores jefes aquí es clave. Por ejemplo: los alumnos/as tienen que hacer un informe sobre el armado de una estructura metálica, pero tienen ciertas dificultades. Entonces yo digo, ya, voy a hacer una actividad para enseñar sobre informes. Básicamente es el diálogo lo que nos ayuda a integrarnos.
La pasión de Fabiola está en el desafío de integrar lo humanista en un mundo técnico.
GE: ¿Por qué elegiste ser docente?
FU: Primero, yo estudié en un liceo técnico, específicamente, técnico en contabilidad. Realicé mi práctica y trabajé en eso. Pero lo que más me ha gustado siempre, es enseñar. Me encanta leer, apreciar lo que es la estética de la literatura, por eso estudié pedagogía en educación media en lenguaje y comunicación. Mi vocación es enseñar, es transmitir sobre un mundo nuevo a través de la literatura y mostrar cómo esta literatura integra un montón de disciplinas más. Es historia, es geografía, inclusive matemática.
GE: ¿Por qué tu pasión de educar está en la educación TP?
FU: El perfil del estudiante es distinto, tiene un objetivo claro, hay un camino a seguir. Mi misión ahí es integrar el área general con el área que al estudiante le apasiona. Por algo el alumno/a deja el mundo humanista para ser técnico, porque le apasiona un rubro, entonces, ahí está el desafío.
Fabiola nos entrega un bonus track para continuar enseñando a nuestros técnicos del futuro en tiempos de pandemia: la clase invertida.
Paulina Araneda –quien escribió esta historia– es socia de Grupo Educativo, consultora en educación que acompaña en terreno a los actores en la implementación de procesos de gestión escolar sustentables, formando líderes educativos y participando de la discusión en temas de políticas.
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