Aunque muchas veces se cree que la ciencia es demasiado seria para ser divertida, este profesor, estudiante de MIT desmiente esto y explica qué hace él para cautivar a sus alumnos de 13 años con la ciencia.
¿No puede un profesor hacer que las clases sean divertidas? Esta la premisa de Tyler DeWitt, un profesor de ciencias que está convencido de que estas asignaturas deberían ser ágiles y entretenidas, si es que el objetivo es cautivar a los estudiantes. Para introducir la temática en su charla TED, Tyler cuenta la siguiente historia:
“Un día pasa esto: le di a la clase un capítulo del libro de texto para leer sobre mi tema favorito de toda la biología: los virus y cómo es que atacan. Me entusiasmaba discutir esto con ellos, y llego y pregunto: ‘¿Alguien puede explicarme la idea principal y por qué es tan genial?’
Silencio total. Finalmente, mi alumna favorita me mira directamente a los ojos, y dice, ‘la lectura estuvo espantosa’. Y luego aclaró diciendo. ‘Usted sabe, no quiero decir que sea espantosa, sino que no entendí una sola palabra. Es aburrida. Um, a quién le importa, es espantosa’.
Oigo sonrisas cómplices por todo el salón, y me doy cuenta de que el resto de mis alumnos están en la misma situación y que quizás tomaron notas o memorizaron definiciones del libro pero ninguno realmente entendió la idea principal. Ninguno de ellos puede decirme por qué esto es tan genial y por qué es tan importante”.
¿Qué hizo Tyler al respecto? Aunque cuenta que estaba aterrado con la situación, lo primero que se le ocurrió fue contarles una historia.
La historia se trataba de una bacteria y un virus, dos personajes pequeños, microscópicos y muy conocidos por todos, pues de vez en cuando nos enferman. El giro en la historia de Tyler se da cuando le cuenta a sus estudiantes un dato desconocido de uno de los personajes principales. “Lo que muchos no saben es que los virus también enferman a las bacterias” dijo él a sus alumnos. La historia continúa y Tyler empieza a contar cómo las cosas se ponen feas entre los virus y las bacterias y el resultado de toda esta situación que parece sacada de una divertida película de terror.
¿Qué concluye el profesor? Que con la historia, todos sus estudiantes, –además de sus espectadores de TED–, pudieron entender el tema.
Quedó guardado en sus cabezas para siempre y eso ocurrió porque básicamente, supo hacer las cosas diferentes. Lo primero que pudo definir Tyler cuando descubrió que sus alumnos no habían demostrado interés en el tema, es que los libros de texto que les puso a leer no eran divertidos… No eran divertidos porque simplemente se piensa que la ciencia es demasiado seria e importante como para ser divertida. Otro problema era el lenguaje de esos mismo libros; era realmente incomprensible. Algo que el profesor diría de esta forma: “estos virus hacen copias de sí mismos infiltrando su ADN en una bacteria”, en el libro era presentado de la siguiente manera: “la reproducción bacteriófaga se inicia mediante la introducción de ácido nucléico viral en una bacteria”. Pero el problema, dice él, no es solo lo incomprensible, sino también la información poco precisa y sobre todo, la visión que existe de la ciencia, incluso dentro de los propios científicos.
“Con frecuencia me decepciono tanto cuando las personas piensan que estoy abogando por simplificar la ciencia. Eso no es cierto. Actualmente estoy haciendo un doctorado en el MIT, y entiendo perfectamente la importancia de una comunicación científica detallada entre expertos, pero no cuando se está tratando de enseñar a muchachos de 13 años. Si un estudiante joven piensa que todos los virus tienen ADN, eso no va a arruinar sus posibilidades de éxito en ciencias. Pero si un joven estudiante no puede entender nada de ciencia y aprende a odiarla porque suena siempre así, eso sí arruinará sus posibilidades de éxito” afirma Tyler en su charla TED.
El profesor está convencido de que la buena narrativa y por ende, la buena enseñanza, se basa en las buenas conexiones emotivas.
Es importante, dice él, convencer al público (los alumnos), pero sobre todo, entender que la ciencia sí puede ser entretenida. “Existe un creciente número de recursos en línea que se dedican simplemente a explicar la ciencia de manera sencilla y comprensible. Sueño con una página similar a Wikipedia que explique cualquier concepto científico imaginable en un lenguaje sencillo que cualquier alumno de secundaria pueda entender. Y yo mismo paso la mayor parte de mi tiempo libre haciendo estos videos científicos que público en YouTube. Explico el equilibrio químico usando analogías de bailes escolares incómodos y hablo de pilas de combustibles con historias acerca de niños y niñas en un campamento de verano. Los comentarios que recibo a veces están mal escritos y a menudo acompañados de “lolcats”, pero aún así están tan complacidos, tan agradecidos, que sé que esta es la manera correcta de comunicar la ciencia”.
Al final, todo se trata de hacer las cosas diferente, de contar historias, tal como lo hizo él cuando narró la aventura y la tragedia de los virus y las bacterias a sus estudiantes. La ciencia, dice Tyler, sí puede ser divertida y por eso, invita a todos quienes la enseñan, a que demuestren esto de la mejor forma posible.
Mira la charla completa aquí:
Fuentes:
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