Con una caja de colores multicultural, esta tienda online quiere fomentar la visibilización de culturas y razas en la sala de clase con el fin de construir una sociedad libre de prejuicios que aplaude la diversidad e invita a los niños a celebrar la “alegría de estar en su propia piel”.
“En las lenguas zulú y xhosa, Ubuntu significa ‘yo soy como nosotros somos’”, bajo esta premisa, nació la tienda online Ubuntuland, especializada en la creación de productos multiculturales que buscan reflejar la diversidad cultural y racial de la sociedad española. El objetivo principal de la tienda es contribuir a la visión de la diversidad como algo positivo y enriquecedor y trabajar para construir una sociedad libre de prejuicios, una sociedad que sea capaz de convivir en la diversidad. ¿Cómo lo quieren lograr? A través de uno de los principales motores de cambio: la escuela.
“Pintemos los colores de la piel”
En Ubuntuland son conscientes de que la sociedad es cada vez más diversa, pero no los recursos y materiales que aborden dicha diversidad y multiculturalidad de una forma abierta, directa e innovadora. Por esta razón, consideran indispensable la creación de herramientas que los profesores puedan utilizar para tratar esta temática. Así nació la idea de diseñar una caja de colores (para escuelas, guarderías y familias) que ayudan a hacer visible la diversidad de colores, rasgos y culturas. La caja llamada “Pintemos los colores de la piel”, que tiene 8 tonalidades diferente, cuestiona la famosa expresión “color piel”, aquella que genera un sesgo, unifica el color de piel como uno solo e ignora las diferencias raciales que constituyen la sociedad.
El impacto de los colores
No son tan solo unos colores, son una herramienta poderosa que pretende cambiar la forma cómo nos vemos y cómo se ven los niños en la escuela. Además de estimular la creatividad de los niños, estos colores los motiva a celebrar “la alegría de estar en su propia piel”, un hecho pertinente en una sociedad que “clasifica” y excluye según la apariencia física, lo que genera un impacto no sólo en el autoestima de un niño, sino en su rendimiento escolar y por ende, en su futuro como profesional. Es fundamental entonces que las escuela reconozca las diferencias y la identidad cultural como un derecho de los niños y un deber de los profesores en relación a los procesos que buscan generar una sociedad justa y armónica.
La evidencia
Un estudio chileno llevado a cabo por los psicólogos Joke Meeus (belga), Roberto González y Jorge Manzilo, comprobó que vivimos en un país donde los más morenos tienen bajo desempeño porque la misma sociedad espera muy poco de ellos.
“Se trata de una profecía autocumplida. La sociedad espera menos de los morenos y éstos internalizan esta expectativa negativa y consideran que tienen menos probabilidades de tener un buen desempeño. No es extraño, entonces, que finalmente logren peores resultados”, dice Manzi.
Por hechos como este, resulta indispensable tomar medidas, generar conciencia desde la sala de clase y trabajar en la formación de niños que reconozcan las diferencias como algo positivo. ¿Cómo hacerlo? Entender la diversidad a través de una caja de colores que se dirigen a todas las razas, es un buen punto de partida.
Y tú, ¿cómo fomentaría la diversidad en tu sala de clase?
Jamás volveré a ver la ropa de la misma manera.