Esta selección invita a conectar con la naturaleza, con nuestros cuerpos y a la interacción a través de la tecnología.
En distintos rincones de Chile hay proyectos que podrían servir de inspiración y ser replicados, para crear espacios de aprendizajes que motiven a los estudiantes. Aquí dejamos una selección de 3, que invitan a conectar con la naturaleza, con nuestros cuerpos y a la interacción a través de la tecnología.
Estos proyectos tienen en común que se desarrollan es escuelas rurales o colegios con un alto porcentaje de estudiantes que provienen de zonas rurales. Además, son iniciativas que en estos momentos están buscando recaudar dinero en la plataforma Dale Profe. Pero, se pueden desarrollar en otros contextos.
Dale Profe es un espacio para que docentes de todos los rincones de Chile puedan dar a conocer sus proyectos, para que cualquier persona los apoye haciendo una donación. Más detalles: https://www.daleprofe.cl/quienes-somos
1. Un huerto como espacio de aprendizaje
La Escuela la Huerta De Mataquito, ubicada en la Región del Maule –zona central de Chile–, cuenta con estudiantes cuyos padres trabajan en el campo. Por eso, están muy interesados en su entorno, porque están insertos en una comunidad rural.
Con esa intención, la profesora María Teresa Romero, ha incentivado que el huerto se convierta en un espacio importante de aprendizaje, con un alto impacto en la cotidianidad de cada estudiante.
"El huerto escolar ha tenido un impacto significativo en el aprendizaje de los estudiantes, porque a han logrado plantar, hacer germinar semillas ,hacer compost, cuidar arboles nativos, aprender de plantas medicinales y unido al trabajo del huerto, han aprendido a reciclar", cuenta la profesora en Daleprofe.cl
2. ¡Que la matemática sea interactiva!
En el Liceo Hualañe, también ubicado en la Región del Maula, más del 40% de los estudiantes viven en zonas rurales, lo que ha dificultado el proceso de aprendizaje a distancia, por problemas de conectividad. Por eso, la profesora Bárbara Loreto apuesta por poder entregar varias tablets a todos los alumnos.
A través de esos aparatos tecnológicos es posible realizar clases más interactivas, especialmente en la materia más difícil –según la docente– de adaptar en las nuevas modalidades en pandemia: matemática. Las tablets les han permitido trabajar el contenido con videojuegos y aplicaciones a distancia, sin importar los problemas de conexión.
3. Yoga para conectar y valorizar
El Colegio Adenauer está ubicado a 97 kms. al Noreste de Temuco –sur de Chile–, y cuenta con una población de estudiantes con padres que se desempeñan en trabajos como: temporeros, obreros de la construcción, empleadas domésticas, campesinos y agricultores, entre otros.
Esa comunidad educativa ha aprendido a desarrollar el yoga como herramienta para trabajar coordinación, concentración y valorización de sus cuerpos y mentes. Además, las clases de yoga han sido una gran forma de aprender Mapuchedungun, lenguaje de los mapuches; un pueblo originario y ancestral de la zona.
"Recuperamos la lengua de la tierra a través de cantos creados especialmente para las clases online o presencial que hemos desarrollado (...). A pesar de la falta de conectividad, las familias se esfuerzan y comprometen a participar de las clases online, en donde los estudiantes bailan, realizan las diferentes posturas del yoga jugando; cantan en mapuchedungun, conectándose con el origen del territorio y así aprecian, disfrutan y valoran nuestro entorno.", cuenta Pamela Canales Carrillo, la docente encargada.
Leave a Reply