Les dejamos una selección de las investigaciones sobre cómo se puede mejorar la educación, desde el aprendizaje emocional hasta clases virtuales.
Este año tuvo desafíos para maestros, líderes escolares y para estudiantes. Tal como revelan estas investigaciones, en 2021 aparecieron temáticas como la salud mental y emocional. También, viejos debates como: ¿aprendizaje en papel o digital?
La selección de los estudios que les dejamos a continuación, intentan reflejar 3 temas que fueron de vital importancia para la educación este año: en primer lugar, la guerra entre el papel versus lo digital; en segundo lugar, la importancia de probar otro tipo de evaluaciones; y, por último, la necesidad de tratar la salud emocional y trabajarla con los estudiantes.
1. La guerra entre el “papel versus lo digital”:
El argumento de este estudio, hecho por NPR Breaking News, es el siguiente: las pantallas digitales convierten la lectura en una tarea fría e impersonal. Pese a que son buenas para buscar información, los libros de papel tienen un peso y un tacto que los hacen íntimos, encantadores e insustituibles.
Pero los investigadores a menudo han encontrado pruebas débiles o equívocas de la superioridad de la lectura en papel. Si bien un estudio reciente concluyó que los libros en papel ofrecían una mejor comprensión que los libros electrónicos, un metaanálisis de 2021 descubrió que los libros digitales y en papel son "en su mayoría similares".
Sin embargo, el futuro de la lectura virtual sigue siendo prometedor. Los niños comprenden la versión impresa más fácilmente, pero cuando se incluye movimiento y sonido en los libros electrónicos, estos últimos toman la ventaja.
Existe mucha evidencia de que escribir con lápiz y papel codifica el aprendizaje de manera más profunda que la mecanografía. Sin embargo, los nuevos formatos de libros digitales vienen precargados con herramientas poderosas que permiten a los lectores realizar anotaciones, buscar palabras, responder preguntas incrustadas y compartir su pensamiento con otros lectores.
2. El poder de las pruebas preliminares:
Pedir a los estudiantes que realicen un examen de práctica, puede parecer una pérdida de tiempo. Pero una nueva investigación que compara los beneficios pedagógicos de la práctica de generación y recuperación errónea, concluye que el enfoque, llamado prueba preliminar, es en realidad más efectivo que otras estrategias de estudio típicas.
Sorprendentemente, las pruebas preliminares, que se realizan antes de conocer todo el material, incluso superaron a las pruebas de práctica. En el estudio, los estudiantes que tomaron una prueba de práctica -antes de manejar todos los contenidos- superaron a sus compañeros que estudiaron de manera más tradicional, en un 49% en una prueba de seguimiento.
El error estimuló la curiosidad de los estudiantes, según los investigadores la hipótesis de que la "generación de errores" fue la clave del éxito de la estrategia, lo que estimuló la curiosidad de los estudiantes y los preparó para "buscar las respuestas correctas".
Es decir, el aprendizaje es más duradero cuando los estudiantes hacen el trabajo duro de corregir conceptos erróneos, según sugiere la investigación que nos recuerda –una vez más– que estar equivocado es importante en el camino del aprendizaje.
3. Los padres le temen al aprendizaje social y emocional:
En este estudio de los investigadores del Instituto Fordham (ubicado en Nueva York), se pidió a los padres que clasificaran frases asociadas con el aprendizaje social y emocional.
El término "aprendizaje socioemocional" fue muy impopular, los padres querían mantener a sus hijos alejados de eso. Pero cuando los investigadores agregaron una cláusula simple, formando una nueva frase, "aprendizaje socioemocional y académico", el programa se disparó hasta el segundo lugar en la clasificación.
Frases como "habilidades blandas" y "mentalidad de crecimiento" se sentían carentes de contenido académico
Pero el estudio sugiere que los padres podrían necesitar garantías más simples para romper el ruido que les hacen estos conceptos. Concentrarse en frases productivas como "habilidades para la vida" y conectar implacablemente el aprendizaje social y emocional con el progreso académico, para tranquilizar a los padres y salvar este tipo de aprendizaje en el proceso, es la solución que propone este estudio.
¿Qué otro estudio sobre aprendizaje o educación leíste este año?
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