Anita von Berens es el nombre de una docente que le mostró el impacto del calentamiento global y la acompañó en varios momentos claves, mucho antes de convertirse en el rostro de una causa mundial
Se llama Anita von Berens, es profesora de Ciencias Naturales, tiene 67 años, vive en Estocolmo y fue una de las personas claves antes de que Greta Thunberg se convirtiera en activista medioambiental y rostro mundial por la causa del cambio climático. Fue la persona que en el aula le mostró películas sobre el deshielo del Ártico, el destino de los osos polares y los mamíferos marinos hinchados con plástico. Ese momento cambió el rumbo de Greta.
La joven que en 2019 fue seleccionada como la Persona del Año de la revista Time, tenía 11 años y estaba en cuarto grado cuando vio las películas que mostró la profesora Anita en una clase, con el foco de mostrar impacto del cambio climático. Entonces, Greta no entendió las razones por las que sus compañeros pudieron seguir con su vida después de esa clase. Se deprimió, dejó de comer; sólo hablaba con su familia y Anita.
Entonces, la profesora se ofreció a darle clases particulares en su tiempo libre.
“La dio lecciones en su tiempo libre. Dos horas a la semana, durante los descansos y períodos libres, en la biblioteca. En secreto. Fue suficiente para que Greta pudiera aprobar todas sus asignaturas. Sin esa profesora nada hubiera funcionado. Nada”, escribió Malena Ernman (mamá de Greta) en Scenes from the heart, un libro en el que cuenta cómo fue la vida de Greta antes de ser reconocida mundialmente.
“Cuando comencé a enseñar a Greta en cuarto grado, vi de inmediato que era una niña muy tranquila. Y como profesora siempre he escuchado con un oído extra a aquellos que rara vez hablan”, dijo Anita en una entrevista publicada en Revista del Profesor (Lärarnas tidning), una publicación sueca.
Gracias a Anita, Greta empezó a recuperar peso, ganas de salir y entonces, la familia decidió hacerle una evaluación neuropsiquiátrica, tras varios comentarios que habían recibido del colegio sobre la posibilidad de que Greta fuera Asperger. Tras la evaluación, los padres descubrieron que tenía Asperger, autismo de alto funcionamiento, Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y mutismo selectivo. Entonces, los padres cambiaron a Greta a una escuela especial.
El vínculo con la profesora era tan fuerte, que los padres le pidieron solicitar un puesto en la nueva escuela de Greta.
Anita lo hizo y comenzó a trabajar en la misma escuela. Estuvo a cargo de un grupo de seis estudiantes, entre ellos, Greta. Anita también se quedó con ella durante todos sus descansos y comió por separado con Greta, ya que en ese momento no podía comer junto con otros estudiantes, debido al trastorno alimenticio por el que había pasado.
Más que una profesora, Anita se convirtió en una amiga para Greta, con la que compartía en el tiempo libre actividades como cocinar y coser ropa, entre otras. Hasta que Greta llegó a octavo grado y decidió estar en huelga frente al Parlamento todos los viernes durante un largo período antes de las elecciones.
Este fue un momento tenso en la escuela, ya que ninguno de los otros estudiantes entendían las protestas de Greta y mucho menos algunos profesores. Todos los viernes, Greta sostuvo un cartel a través del cual demandaba que se implementaran acciones climáticas más radicales. Su iniciativa llevó a que otros estudiantes se sumaran a protestas similares en sus comunidades, y muy pronto, esto se transformó en un movimiento global llamado Friday’s for Future (Viernes para el futuro)
Entonces, Greta fue cambiada a un colegio que fuera más flexible con los horarios, para que pudiera continuar con sus protestas y su causa. La nueva escuela quedaba en Södertälje -ciudad que queda a 35 km. de Estocolmo-, donde le ofrecieron una educación adaptada y nuevamente le pidieron a Anita que pidiera trabajo en esta nueva escuela. Pero esta vez, dijo que no, porque que era muy lejos para ella.
Pero la amistad se mantuvo.
Antes de que Greta viajara a Estados Unidos para presentarse en la ONU, sus padres llamaron a Anita y le dijeron que quería verla.
“Cuando Greta estaba en su punto más bajo, necesitaba a alguien fuera de la familia y sentí que no había nadie más allí en ese momento. Además, me llevé muy bien con su familia. Pero siempre me han importado mucho los estudiantes que no son tan escuchados. En las escuelas en las que he trabajado siempre me han asignado los estudiantes que necesitan un poco de cuidado y atención adicionales. Veo mucho y escucho a los estudiantes que de otra manera no se notarían”, declaró Anita a la Revista del Profesor .
Greta pasó de ser una desconocida a movilizar al Parlamento de Estocolmo, a crear el movimiento mundial Friday’s For Future, a asistir a la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU y a participar del Foro Económico Mundial de Davos. Así, una niña que no pudo dejar de lado unas imágenes que le mostró una profesora de Ciencias Naturales, decidió hacer algo y ser la voz de tantos jóvenes alrededor del mundo. Todo empezó gracias a una profesora, un agente de cambio.
Leave a Reply