Desarrollada colaborativamente con otra docente, esta actividad que surgió por el mismo interés de los estudiantes , pretende trabajar la argumentación y el pensamiento crítico, entre otras habilidades del siglo XXI.
Majory Mancilla es profesora de Lengua y Literatura en el Colegio Santa Cecilia, en la ciudad de Osorno, al sur de Chile. Este es un colegio artístico que pone el foco en el desarrollo de la expresión de sus estudiantes. Sin embargo, con la vuelta a clases los docentes notaron que se había perdido el avance alcanzado respecto a esta habilidad.
Tras la pandemia los estudiantes se notaban disgustados por expresarse, sobre todo frente a un público; y por lo general sus respuestas no variaban del sí y el no. No había desarrollo de argumentos y muchos reaccionaban con llanto al tener que hablar frente a los demás, cuenta la profesora. Considerando ese problema, los docentes del colegio decidieron trabajar la argumentación como un objetivo durante el año.
De esa forma, Majory decidió partir enseñándoles a sus alumnos –del último año de la secundaria– sobre la historia de la argumentación, bases y máximos exponentes, entre otros contenidos. El siguiente paso fue leer la Apología a Sócrates, para cerrar la unidad con cada estudiante desarrollando su propio discurso.
Considerando la apología como una defensa estructurada y argumentada, cada alumno debía defender a Lucifer. “Esto de defender a un personaje que históricamente ha tenido una connotación negativa resultaba raro para los chicos, aún más viniendo de un colegio católico”, aseguró la profesora.
La instancia fue tan bien recibida, que los estudiantes le hicieron una petición
En Chile, durante el segundo semestre de 2022 se desarrollará el Plebiscito Constitucional, que es la última instancia del proceso constituyente –para escribir una nueva Constitución–que se inició con el Plebiscito Nacional 2020.
Por la cantidad de noticias que se han difundido sobre lo que está o no contemplado en el borrador de la nueva propuesta de la Constitución, los estudiantes se encontraban desorientados y le hicieron la petición de enfocar el ramo en revisar y argumentar esas informaciones.
“Querían saber más sobre todas las fake news que estaban apareciendo, y yo les comentaba que para salir de eso teníamos que ir directamente al texto. Entonces nace de ellos la idea de poder conversar sobre la Constitución” explicó la profesora.
Primer paso: investigar los conceptos
Durante los primeros meses del años y a medida que se iban confirmando los primeros artículos de la Constitución, la profesora los iba exponiendo en clases, luego hacía que sus alumnos los leyeran en silencio y que buscaran en sus teléfonos las palabras o conceptos que les generaban dudas.
Así, han pasado de un artículo a otro, leyéndolos y entendiéndolos entre todos, con el foco en dedicar la última parte de la clase a una discusión abierta acerca de lo que se había revisado.
Majory no hace esta actividad en solitario, porque se asesora con la profesora de Historia, para comprender mejor ciertas temáticas y desarrollar en conjunto las formas más amigables de abordarlas en clases. Además, en esta instancia de trabajo colaborativo, ambas pueden hacer unas mejores bajadas del lenguaje jurídico del texto.
Muchos estudiantes de Majory van a votar en las próximas elecciones, por lo que para ella es importante que desarrollen su pensamiento crítico y voten informados. “A ellos les cuesta salir de su ego, no pueden decir algo que vaya en contra de lo que creen. Yo les digo que no, acá no importa si tú crees o no crees, si estás a favor o en contra, acá lo importante es que puedas hacer tu propio proceso argumentativo de forma lógica”, aseguró Majory.
El pensamiento crítico como foco principal
El pensamiento crítico se considera que es la capacidad de analizar y evaluar la información existente respecto a un tema, siempre intentando esclarecer la veracidad de dicha información y alcanzar una idea justificada al respecto, tratando de ignorar los posibles sesgos. Una aptitud que es clave en el desarrollo del aprendizaje con foco en las habilidades del siglo XX.
Por ende, la actividad que desarrolla Majory se ha convertido en una gran instancia para contrarrestar puntos de vista de forma coherente e investigada. “Es un buen ejercicio para fomentar el desarrollo de una opinión propia y fundamentada, alejada de la influencia de terceros. El pensamiento crítico es el primer paso para empezar a sumar el trabajo de otras habilidades como lo es la de evaluar, analizar y al último la de crear”, afirmó la profesora.
Además, otras habilidades como escucha activa y comprensión lectora, se logran desarrollar gracias a esta actividad; sin dejar de lado, la Educación Cívica.
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