Este martes 12 de diciembre, Marcela Henríquez, profesora de Lenguaje y finalista del Global Teacher prize Chile 2017, fue seleccionada como una de las 50 mejores profesoras del mundo. Hablamos con ella y nos contó cómo recibió la noticia y qué espera de esta nueva etapa.
Eran las 12:00 am del día 13 de diciembre y desde Londres, se anunciarían los nombres de quiénes hoy son los 50 mejores profesores del mundo. En Chile eran las 9:00 pm del 12 de diciembre y Marcela Henríquez, profesora de Lenguaje y Comunicación del Liceo Polivalente Carlos Montané Castro de Quirihue, y una de las 5 finalistas de la versión local del “Nobel de la enseñanza”, estaba reunida en casa con sus colegas y amigos. Unos días antes del gran día, la profesora había recibido un correo de la Varkey Foundation donde le anunciaban que era una de las 50 semifinalista a nivel mundial. “Aquella mañana cuando me llegó ese correo, no lo podía creer. El correo estaba en inglés, yo no hablo tan bien inglés, pero entendí ‘congratulations’ y ‘top 50’. Con eso era suficiente”, cuenta Marcela.
El día que se hizo el anuncio, sus amigos y colegas no sabían cuál era la razón del encuentro en su casa.
Ella no les había dicho nada, quería darles una gran sorpresa. Entonces, pasadas las 9:00 pm, la profesora proyectó en un televisor grande la imagen que anunciaba que ella estaba en el top 50. “Fue como un año nuevo. Celebramos, estaban muy felices”, afirma Marcela. Ese mismo grupo que celebraba su alegría, había hecho el esfuerzo de viajar desde Quirihue a la premiación del Global Teacher Prize local en Santiago para apoyarla en su gran logro. Ese mismo grupo ha sido el que, en sus palabras, le ha permitido llegar tan alto.
“He vivido todo este tiempo con ellos al lado, vibrando conmigo, están profundamente orgullosos de mí, pero yo siempre les recuerdo que lo que yo he logrado, ha sido en gran parte gracias a ellos “, dice la profesora.
Después del concurso en Chile, Marcela volvió a su ciudad natal, retomó su vida, una vida bastante ocupada en términos académicos.
Luego llegó diciembre, y aunque no sabía bien qué iba a pasar o cuándo iba a pasar, algo en su corazón le decía que lo deseaba. Lo deseaba, pero entendía bien que era un gran desafío. “Lo deseaba, quería, pero no lo esperaba porque entendía lo difícil que era. Haber sido una de los 5 finalistas en Chile ya era un logro tremendo, pero entendía que a nivel internacional la competencia era enorme, por lo tanto, era una ilusión, pero una ilusión que estaba bien aterrizada”.
Ahora, Marcela se enfrentará a un nuevo proceso en el cual la Varkey Foundation seleccionará a los 10 finalistas que estarán en el escenario de Dubai, representando a todos los profesores del mundo que son extraordinarios. El camino es incierto, pero ella se siente una ganadora, sabe bien que esta etapa estará llena de aprendizajes y sobre todo, es consciente de que este nuevo reconocimiento tiene un peso enorme para ella, sus colegas y todo el país.
“Siento una tremenda responsabilidad porque aunque no me lo pidieron, estoy representando la educación chilena. Soy una parte de eso y tengo que llevar nuestro mensaje al resto del mundo. Por otra parte estoy muy feliz también. Nada de lo que hecho como profesora a lo largo de mi carrera profesional ha sido buscando un premio o un reconocimiento, lo he hecho porque he tenido algunas necesidades intelectuales, necesidades académicas porque un profesor no termina nunca de aprender, entonces que de pronto apareciera en mi camino Elige Educar y el Global Teacher Prize fue una oportunidad que afortunadamente tomé –porque es una decisión y uno también se cuestiona si hacerlo o no– pues siento que lo merecíamos en mi Liceo. Yo sabía que si yo salía a la luz, iban a salir todos también.
Ahora espero poder llenarme de experiencias, conocer otros profesores de otros países y por qué no, hacer redes de contacto. Mi principal expectativa ahora es esa. El tema de ganar o no ganar, aunque sea difícil de creer, es algo secundario porque creo que los 50 que estamos ahí, ya somos ganadores”.
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