Inspirados en un llamado que hizo el líder espiritual del budismo tibetano, muchas escuelas preescolares introdujeron en sus establecimientos un “Currículo de la bondad”. ¿De qué se trata?
En un artículo del New York Times, el autor Richard Schiffman habla de un programa escolar de “bondad” inspirado en un llamado que hizo el dalái Lama para sacar del contexto religioso la práctica contemplativa y llevarla a un nivel más cotidiano y útil para la vida de las personas. Basadas en esto, muchas escuelas preescolares –principalmente en Estados Unidos–, están intentando enseñar algo que no siempre estuvo en el currículo académico: la bondad. Esto hace parte del “Kindness Curriculum” (Currículo de la bondad), desarrollado por el Centro de Mentes Saludables de la Universidad de Wisconsin, en el cual los niños son introducidos a una mezcla de juegos sensoriales, canciones e historias que están diseñadas para ayudarlos a enfocarse más en sus emociones.
La escuela preescolar 212 ubicada en un barrio de inmigrantes de Nueva York, fue una de las primeras en introducir este “Currículo de la bondad”.
Antes de esto, también habían sido los primeros en aplicar prácticas como el yoga en sus salas de clase. Parecía entonces natural que acogieran esta nueva propuesta que incluye, entre otras cosas, la práctica de mindfulness. ¿Cuáles han sido los resultados en esta y otras escuelas que han adoptado este currículo? Carin Ellis, directora de la escuela asegura en The New York Times que éste ha sido ideal para que los niños aprendan a manejar el estrés y solucionar conflictos interpersonales. “Si los niños pueden tomarse un momento para respirar, puede evitar actuar contra otros”, agrega Ellis al medio estadounidense.
La investigación
No es sólo el llamado del dalái lama lo que ha hecho que más profesionales de la educación se sientan atraídos por este tema. Según se explica en el mismo medio, una investigación liderada por la psicóloga clínica Lisa Flook evidencia que los niños que han recibido un entrenamiento en bondad, son más altruistas en tests que miden su capacidad o voluntad de compartir con otros. Además, también fortalece la habilidad de los niños para enfocarse e impulsar modestamente su rendimiento académico. Flook dice que “los niños que tienen relaciones positivas con sus pares y profesores, son mejores en la escuela”.
Otro estudio que hizo un monitoreo del desarrollo de niños desde el kínder hasta su vida adulta, encontró que las personas con habilidades sociales, tendían a ser más exitosas en su vida adulta, contrario a quienes tenían más dificultades a la hora de relacionarse con otros.
Un movimiento global inspirado en el budismo
El “Currículo de la bondad” es parte de un movimiento global en crecimiento que busca que las escuelas enseñen a los niños, la inteligencia emocional. Quienes defienden esta visión aseguran que es clave que los docentes no se centren únicamente en un aprendizaje intelectual, ignorando así el desarrollo de las habilidades emocionales que permiten que los niños florezcan.
Por supuesto, hay quienes cuestionan si los rasgos de la personalidad como la bondad se pueden enseñar. Frente a esto, el Dr. Richard Davidson, fundador del Centro de Mentes Saludables asegura que la sabiduría ancestral del budismo puede dar algunas claves de esto. Fue Davidson quien se inspiró en el llamado que hizo el dalái lama con respecto a la aplicación de prácticas útiles para la mejora de la vida de las personas. ¿Qué tipo de prácticas? Los monjes budistas observan las sensaciones de sus cuerpos y las emociones para crear una sensación de calma que fomenta la compasión y esto fue justamente lo que Davidson quiso instalar en la base del aprendizaje de los niños.
El Dr. Davidson, asegura que el periodo entre los 4 y lo 7 años es crítico en el desarrollo pues el cerebro empieza a abrirse hacia información nueva y hábitos psicológicos. En ese sentido, dice él, es clave darle prioridad a la enseñanza de rasgos como la amabilidad, pero también es fundamental reforzar ese aprendizaje a medida que los niños van creciendo. Incluso los mismos profesores deberían hacer el mismo ejercicio de observación que plante el budismo; sólo así el efecto será realmente efectivo. “Los profesores necesitan trabajar en sí mismos. Necesitan convertirse en ejemplos de la bondad que están tratando de enseñar”, eso, según la profesora de la escuela 212, Danielle Mahoney-Kertes, es la clave del éxito.
Can Kindness Be Taught?, The New York Times. /Dalai Lama Inspires Emphasis on Kindness in Schools, KQED.
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