Sin dudas, este es el momento en el que como país debemos sumar esfuerzos para abordar la atracción y retención docente.
Para 2025 enfrentaremos un déficit de 26 mil profesores idóneos y de siete mil educadores de párvulos, a lo cual se suma una baja de matrículas en los programas de pedagogía de un 19% en comparación al año pasado. Bajo este contexto, hoy se discute en el Congreso un proyecto de ley que modifica los requisitos de ingreso a los programas de pedagogía y que busca aplacar un escenario crítico. Si bien es necesario que esta iniciativa sea aprobada en el Hemiciclo; al mismo tiempo, se requieren medidas adicionales que aborden integral y robustamente este desafío a través de un trabajo colaborativo y estratégico de las universidades, la sociedad civil y el Estado.
En primer lugar, para abordar el desafío de atracción y retención docente, es fundamental continuar fortaleciendo la Beca Vocación de Profesor, ya que –por la existencia de otras alternativas de financiamiento como la gratuidad– el número de beneficiarios y el atractivo de esta beca ha disminuido.
Segundo, es primordial que las universidades –con el apoyo del Estado– prioricen la pedagogía como una carrera estratégica, potenciando la atracción a los programas de educación, ampliando su oferta académica y diseñando planes de estudios acordes con una realidad y conectada con los crecientes cambios sociales, económicos y culturales.
En tercer lugar, es necesario continuar fortaleciendo la Política Nacional Docente, mejorando las condiciones de ejercicio y reduciendo el número de años requeridos para avanzar en la Carrera Docente en contextos de mayor vulnerabilidad. Bajo este marco, otro desafío es potenciar y ampliar el alcance de las mentorías a profesores que comienzan su ejercicio docente.
Por último, debemos impulsar políticas para fortalecer el empoderamiento pedagógico y autonomía profesional –para lo cual el liderazgo directivo es clave–, así como actualizar el proceso de enseñanza-aprendizaje con los nuevos desafíos del siglo XXI, revisando cuál es el sentido del proceso educativo y las habilidades necesarias a desarrollar con los estudiantes.
Medidas como estas, no solo solucionan el déficit proyectado de profesores; sino que también permiten fortalecer la atracción, desarrollo y retención de docentes innovadores, comprometidos, con alto grado de conocimientos disciplinares y expertos en didáctica. ¿Por qué es tan importante ocuparnos de este desafío? Para garantizar que todos los estudiantes tengan experiencias educativas significativas y de calidad, guiadas por profesores, para potenciar su aprendizaje y desarrollo integral.
En definitiva, este es el momento en el que como país debemos sumar esfuerzos para abordar la atracción y retención docente. La calidad de la educación depende de los profesores y de las condiciones y apoyos con que ejercen su labor, por lo que el déficit docente debe ser abordado con prioridad y colaboración como un desafío de Estado.
Joaquín Walker es el Director Ejecutivo de Elige Educar. El texto fue publicado originalmente como Columna de Opinión en la Edición Papel Digital en el diario La Tercera, el 23 de abril de 2021.
Un punto aparte (pero no menos importante) es el hecho de que la mayorias de las carreras son en regimen diurno. Me involucro en un area donde la mayoria estudiamos carreras de TNS e Ingenierias, y muchos hace unos años habian pensado (me incluyo, ya que mis areas de interes siempre fueron historia o alguna formacion tecnica profesional) en estudiar alguna pedagogia, pero claro, el trabajo solo nos daba la opcion de estudiar alguna carrera en regimen vespertino donde las carreras de pedagogias carecian de una variedad de menciones (incluso ahora en parte).
Personalmente, creo, que una mayor oferta academica de las carreras de pedagogia de las menciones tradicionales (Lenguaje, matematicas, historia, ciencias, idiomas, etc) en diversas casas de estudios, podrian disminuir ese defecit de profesores en los proximos años (incluso manteniendo o modificando las exigencias de admision particular de estas mismas (sin mencionar la ley 20.903)).